Así ha cazado la Guardia Civil al 'dúo pirómano' de Cantabria que quemó 50 vehículos
Los investigadores creen que los dos detenidos tenían «obsesión con el fuego». Siempre guardaban fotos de los incendios y después se jactaban de ello
D.A.M. y J.A.G.G., los dos jóvenes detenidos | The Objective
Tras dos meses de minuciosa investigación, la Guardia Civil ha detenido al ‘dúo pirómano’ que ha incendiado decenas de vehículos durante este verano en Cantabria. Los dos jóvenes, D.A.M. y J.A.G.G., de 20 y 28 años, fueron arrestados in fraganti hace una semana en el mismo instante en el que se disponían a calcinar otra tanda de coches en el municipio cántabro de Torrelavega, después de haber quemado más de medio centenar en distintos puntos de la comunidad autónoma.
El Instituto Armado seguía la pista de estos dos hombres desde principios del mes de julio. Fue en esas fechas cuando se produjo la quema de 10 vehículos en diferentes ubicaciones de la región, lo que puso en alerta a los agentes. Episodios que fueron ascendiendo notablemente durante las siguientes semanas, y que en algunos casos pusieron en grave peligro a los vecinos de algunos municipios, al quedar los cristales y persianas de las viviendas derretidas por las altas temperaturas.
En el primer mes, se produjeron 29 casos, 14 de ellos en Santander. En total, hasta el momento de la detención, han sido quemados una suma de 52 turismos y furgonetas, aparcados todos ellos en la vía pública de las localidades cántabras de Piélagos, Santiurde de Toranzo, Los Corrales de Buelna, Santander, Camargo, Ribamontán al Mar, Meruelo, Polanco, Reocín, Argoños y Torrelavega. Del mismo modo, también fueron calcinados contenedores y mobiliario urbano.
Antecedentes
Los dos arrestados tenían antecedentes. Uno, por delitos de daños, lesiones y desobediencia a la autoridad. Y el otro, por robo y violencia de género, y otros hechos por incidentes violentos, según las fuentes policiales consultadas por THE OBJECTIVE. Si bien ninguno de los dos detenidos tiene una patología diagnosticada que confirme su piromanía, las pesquisas indican que ambos tienen obsesión con el fuego. Una prueba de ello es que «guardaban fotografías de los incendios y se jactaban de los hechos».
Otra de las hipótesis que maneja la Guardia Civil es que el móvil de las quemas sea por venganza de uno de los jóvenes contra el dueño de un concesionario de coches. Al parecer, el supuesto empresario habría vendido un coche al padre de uno de los detenidos que le causó problemas. No obstante, aseguran fuentes policiales, ese capítulo corresponde solo a uno de los incendios, en el resto se desconoce, por el momento, cuál pudo ser la motivación.
El plástico de la rueda
En el transcurso de las pesquisas, la Guardia Civil descubrió que utilizaban vehículos particulares así como otros prestados por amigos para trasladarse a los lugares donde originaban el fuego. Una vez localizaban el turismo que querían prender, aparcaban su coche en las inmediaciones para a continuación aproximarse a pie.
Siempre utilizaban el mismo método. Prendían el plástico de las ruedas delanteras colocando dos petardos en un punto próximo a las mismas. En cuestión de segundos, antes de que las llamas se propagasen, abandonaban el lugar. Más tarde, ya desde su vehículo, comprobaban que habían alcanzado su objetivo tras escuchar la detonación de los artefactos pirotécnicos.
Los agentes tenían tan estudiado su modus operandi que aunaron el mayor número posibles de pruebas para detenerlos de manera imprevista y cuando fuesen a perpetrar otro incendio. Tras solicitar autorización al juez, lograron intervenir las llamadas de los pirómanos, lo que les condujo a su detención en el municipio de Torrelavega.
