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España

Alberto Reyero: «La Fiscalía no ha mostrado interés por investigar la pandemia»

Hablamos con el ex consejero de Servicios sociales de la Comunidad de Madrid, que nos cuenta su verdad sobre lo ocurrido en las residencias de mayores madrileñas durante la pandemia

Abandonó por voluntad propia la Consejería de Servicios Sociales el 2 de octubre de 2020, hace ahora dos años, tras una tormentosa historia de desencuentros con la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, y su entorno y el Consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. En este tiempo, Alberto Reyero ha recopilado documentación y ha puesto en orden sus recuerdos, que vuelca en el libro Moriréis de forma indigna (Ed. Libros del K.O), a modo de rendición de cuentas, algo que considera imprescindible. Como ya señaló en su día, Reyero denuncia la aplicación de un protocolo que privó a los ancianos de Madrid de ser atendidos en los hospitales, ni derivados a las UCIS y subraya que solo lograron sortear ese «muro» aquellos pocos mayores que utilizaron sus seguros médicos privados para ser atendidos. El ex consejero no oculta su decepción cuando insiste en que la Fiscalía no ha mostrado interés por averiguar qué ocurrió y si la aplicación de este protocolo era legal. Alberto Reyero aprovecha la ocasión para dejar un dato para la reflexión sobre la mesa: España invierte menos de la mitad que Francia y Alemania en sus mayores y tenemos una atención adecuada a ese presupuesto.

Pregunta.- ¿Por qué ha esperado hasta ahora para ofrecer su versión de la gestión de la pandemia en las residencias de ancianos de la Comunidad de Madrid?

Respuesta.– Como cuento en el libro, yo dimití en silencio, porque estábamos empezando la segunda ola, pero con la situación en las residencias de mayores más o menos controlada. Creía que no era el momento de salir contando estas cosas, que hubiera perjudicado más que ayudado. Además, tenía la esperanza de poder  explicarme ante la Comisión de Investigación que se había constituido en la Asamblea de Madrid y, tal como se había estructurado, después de recabar los testimonios de los técnicos, hubiésemos ido los políticos hacia el mes de mayo o junio. Pero los votos de Vox y de PP le dieron carpetazo a esa Comisión y yo no pude explicar lo que viví.

P.- ¿Necesitaba rendir cuentas?

R.- Sí. Es una rendición de cuentas que cualquier responsable público debería hacer frente a los ciudadanos. Y también es una forma de explicar lo que hice y lo que no hice. Por otra parte, los tiempos de escribir un libro son los que son y yo empecé con un periodo de reflexión en el que leí muchas cosas que quizás se me habían pasado por alto, porque estaba metido en el tema. Luego vinieron los contactos con las editoriales, el tiempo empleado en escribirlo…han pasado dos años. Y, aunque muchos estén en modo electoral, «Morirán de forma indigna» sale en un año no electoral. El año 2022 es el único en el que no hay elecciones en Madrid. No me hubiera gustado publicar el libro dos meses antes de las elecciones. Por último, es un libro muy trabajado, muy pensado y necesitaba un cierto tiempo.

«Quiero saber si excluir a los mayores de la atención hospitalaria es correcto»

P.- ¿Cuándo lo estaba escribiendo se planteó la posibilidad de que existiese algún tipo de repercusión penal a cuenta de lo escrito y publicado?

R.- Eso siempre puede ocurrir y me puede afectar incluso a mí. De hecho, ha habido querellas criminales en las que yo estuve incluido, como uno de los supuestos  responsables. Pero todo el mundo conoce los protocolos que se firmaron y se distribuyeron y no han tenido ninguna consecuencia. Creo que el recorrido penal no ha sido mucho y la fiscalía no ha mostrado mucho interés por investigar y aclarar cosas. Para mí el papel de la fiscalía era importante no tanto para imputar penalmente a nadie, porque no pretendo que nadie pague las culpas, pero sí pretendo saber si lo que se hizo es correcto. Quiero saber si excluir a los mayores de la atención médica es correcto, para tenerlo claro de cara a futuras pandemias. Yo creo que no, aunque me temo que la fiscalía no ha querido meterse ahí. Yo ya dije que esos protocolos no me parecen éticos y son, probablemente, ilegales. Pero la ilegalidad de un protocolo debería decirlo un juez o un fiscal, porque yo no soy quién para decirlo.

P.- ¿Tiene la sensación de que la justicia está siendo injusta con los más de 7200 muertos en las residencias de Madrid y sus familiares?

R.- Lo que me sorprende es que no se haya llamado a declarar a nadie para explicar esos protocolos. Al menos, que el autor de esos protocolos que excluían de la atención en hospitales a las personas de las residencias, explicase el porqué de ese protocolo. A veces se llama a declarar a las personas por cuestiones nimias y, en este caso, no se ha estimado oportuno… Luego, las repercusiones de esa declaración ya se me escapan, porque, como digo en el libro, yo estudié Derecho, pero hace muchos años y, a lo mejor, se me ha olvidado…

P.- Usted cita en el libro una reunión secreta, a la que asistieron Isabel Díaz Ayuso, su jefe de Gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, el Consejero de Hacienda, Javier Fernández Lasquetty, el de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. Usted sitúa en esa reunión el establecimiento del protocolo, aunque finalmente lo firmaba otra persona ¿Está convencido de que esa reunión inspiró ese protocolo de exclusión de los ancianos?

R.- La existencia de la reunión es un hecho. Lo declaró Burgueño, que era asesor del covid en ese momento, porque así lo declaró en El País, en junio de 2020. Luego, hay una serie de hechos y la relación que se establece es especulación, pero el 11 de marzo se produjo esa reunión, el 12 se anunció un Plan para luchar contra la covid 19, en el cual estaba incluida la medicalización de las residencias y el día 13 tuvo lugar, según el firmante del protocolo, la primera reunión para la elaboración del documento. El protocolo se aprobó el 15 ó 16 de marzo y se publicó el 18 de marzo. Hay una posible relación entre una cosa y otra, pero desconozco el contenido de esa reunión.

P.- Entonces era usted el responsable de las residencias que había que medicalizar… ¿no le dijeron nada?

R.- Han hecho todo lo posible para que nadie supiera nada. Según la Ley de Transparencia tenían que haber reflejado en su agenda personal esa reunión. En la agenda de Isabel Díaz Ayuso solamente aparecía un acto en memoria de las víctimas del 11-M, al que asistimos todos, pero no aparece nada más. Todo lo demás es una especulación, pero basada en unos hechos… Debo decir que me sorprende mucho que en esa reunión no estuviese el vicepresidente del Gobierno, Ignacio Aguado, ni estuviera yo mismo, pero sí el Consejero de Hacienda, Lasquetty, ex Consejero de Sanidad… Vuelvo a decir que solo podemos especular si no nos dan más información.

«Las residencias no se medicalizaron»

P.- Pero usted se mantiene en su afirmación de que se actuó con arreglo a un protocolo que obligaba a excluir a los ancianos de una atención sanitaria en los hospitales, donde había respiradores y podían ser intubados y tratados en UCI, cuando tenían derecho a ser tratados, como cualquier otra persona…

R.- Porque eso es así. Si me pregunta cuánta gente creo que se hubiera salvado si hubiera ido al hospital, le digo que no lo sé, porque había gente que hubiera muerto igual, otra para la que era negativo ir al hospital e incluso puedo admitir que las residencias en ese momento estuvieran en una situación absolutamente caótica, pero también digo en el libro que el 19 de marzo, la presidenta Ayuso dijo que el colapso sanitario en la Comunidad de Madrid era un bulo. Lo dijo en Trece TV. Pero pensemos que la situación era dramática. Por eso, una de las alternativas de las que se hablaba era medicalizar las residencias, pero las residencias no se medicalizaron, la atención sanitaria tardó mucho en llegar a las residencias. Se montó un gran plató televisivo que se llamaba Ifema.

«Se montó un gran plató televisivo que se llamaba IFEMA»

P.- Es usted especialmente crítico con el Hospital montado en el IFEMA, cuando los datos son que casi todos los pacientes que pasaron por allí salieron con vida y recuperados…

R.- En primer lugar, si había un colapso, anunciaron Ifema como un hospital con más de 5000 camas, cuando el pico máximo de camas fue de 1500. Si la situación era tan caótica, se llega al límite de la atención… pero es que de las 3811 personas que entraron en Ifema, solo 23 venían de residencias, menos de un 0,4%. Y lo que me parece bastante desagradable y me indigna es que en ese periodo en el que estuvo abierto Ifema, que fueron aproximadamente 41 días murieron en Ifema 16 personas, mientras que en las residencias, en ese periodo, murieron cerca de 5000. Eso nos debería hacer meditar. Le pongo un ejemplo: ahora, con la guerra en Ucrania, imaginemos que tienen los hospitales desbordados y montan un hospital de campaña ¿A quién atienden? ¿al que viene del frente con problemas muy gordos? ¿o atienden al que tiene un problema que puede empeorar, pero que no es tan grave? Ellos no hablaban de pacientes leves cuando describían a los pacientes que recalaban en Ifema, sino de «pacientes con pocas posibilidades de complicarse». El colmo fue que el día que se cerró Ifema, que todo el mundo se quedó con la fiesta y el reparto de bocadillos de calamares, en el discurso de clausura, la presidenta dijo que el Ifema había sido un hospital que sanaba ¡Como si fuera Lourdes! Vino a decir que era un hospital milagro que había asombrado al mundo, porque los que iban allí sanaban, como si el director del hospital fuera un chamán que tocara a los pacientes con una varita y los sanaba…Me parece lamentable. Eso sí que no es especulación. Se dijo y está en la hemeroteca.

P.- La cuestión es que usted alertó de que las residencias no estaban medicalizadas y sacó a relucir el protocolo y se topó -según cuenta en el libro – con el reproche de la presidenta y el vacío de la Consejería de Sanidad…

R.- A los cinco días de anunciar que se iban a medicalizar las residencias dijo que prácticamente todas estaban medicalizadas…¡pues son unos monstruos, porque medicalizar una residencia no es nada sencillo! Pero no eran tan monstruos, eso, sencillamente, no ocurrió. Yo advertí en todos los foros donde se me quiso escuchar que la situación de las residencias era grave y alerté contra el protocolo. Le escribí dos emails al Consejero de Sanidad y al firmante del protocolo, a Carlos Mur y el 31 de marzo y el 11 de abril escribí sendas cartas al Consejero de Sanidad explicándole todo lo que estaba ocurriendo. Le puse el ejemplo de dos Comunidades que estaban haciendo las cosas de forma distinta y aparentemente con mejores resultados, las dos de distinto signo político: Comunidad Valenciana (Gobierno de PSOE, Compromís y Podemos) y Andalucía (PP y Ciudadanos, entonces).

P.- ¿Qué hicieron bien esas Comunidades?

R.- En cuanto se detectaba un solo caso de covid 19, se hacía cargo la Consejería de Sanidad de esa residencia. Es lógico, porque las residencias no están para controlar una epidemia, ni una enfermedad grave. De hecho, cuando una persona de una residencia contrae una enfermedad grave, se la traslada a un hospital habitualmente. Eso es lo que se decidió dejar de hacer en Madrid .

P.- ¿Alguien le ha llegado a dar alguna explicación de por qué en Madrid se hizo de ese otro modo?

R.- Nadie. Es cierto que la situación de Madrid no tenía nada que ver con Andalucía o Valencia, porque nosotros fuimos los que lideramos la situación a nivel nacional, porque Madrid es un nudo de comunicaciones, con el aeropuerto de Barajas, que es  muy importante.

«El gobierno Ayuso venía a decir que la responsabilidad de la Covid en las residencias era nuestra y no de Sanidad»

P.- Pero el equipo de Ayuso tendría algún acierto en algún momento….

R.- Sí, claro… se tomaron decisiones muy acertadas y antes de que nadie lo hiciera, como el cierre de los colegios. Íbamos por delante y el resto de CC.AA. nos miraban de reojo, poque pensaban que después les iba a llegar a ellos. Pero con respecto a las residencias, la sensación que nos quedó es que el gobierno de Ayuso venía a decirnos que la responsabilidad era nuestra, no de la Consejería de Sanidad.

P.- Después de sus advertencias a la presidenta y a sus compañeros del Consejo de Gobierno, usted fue relegado en sus competencias…

R.- El 26 de marzo se puso en marcha un Plan de Choque en el que se juntaron la Consejería de Hacienda, la de Sanidad y la de Justicia y Emergencias. En ese momento, una cosa es la nota de prensa y otra la interpretación que hicieron de la misma algunos medios de comunicación, de que a mí se me relegaba. Sin embargo, tres meses después, la presidenta Ayuso dijo que a mí no me habían quitado ninguna competencia… ¡claro, tres meses después! Pero en el momento, se circuló a algunos medios de comunicación, la idea de que se me apartaba porque, prácticamente, era un negligente dirigiendo las residencias de la Comunidad de Madrid.

«En un momento determinado me sentí agredido por el equipo de presidencia de Ayuso»

P.- ¿Se sintió agredido por el equipo de Presidencia, por la prensa?

R.- En un momento determinado, sí. Pero con la prensa…una cosa que aprendes en la política es que tienes que abstraerte de lo que dice la prensa, las redes…Me preocupaba mucho más lo que hacían y decían los compañeros del Gobierno. Pero reconozco que leí algunas noticias que me parecieron absolutamente injustas y nada parecidas a la realidad. Pero en ese momento, tocaba apretar los dientes y seguir adelante.

P.- ¿Se sintió apoyado por sus compañeros de Ciudadanos en el Gobierno de la Comunidad?

R.- Me sentí apoyado por Ignacio Aguado, el vicepresidente. Me ayudó a intentar buscar soluciones, cuando pedimos la intervención del Ejército, estuvo ahí.

«Yo sentía que era molesto para la cúpula de mi partido (Cs) por las cosas que decía»

P.- ¿Y por la cúpula de su partido, donde ya estaba Inés Arrimadas?

R.- No me quiero meter en detalles sobre ese tema, porque muchas veces no conducen a nada. Pero entonces estaban en otras cosas: se iban a celebrar elecciones tanto en Galicia como en el País Vasco, donde Cs concurría en una lista común con el PP…En el fondo yo sentía que era hasta molesto por las cosas que estaba diciendo. Cs ha sido mi partido, mi familia y no quiero meterme en ese tema, la verdad.

P.- Han pasado ya más dos años desde que ocurrieron estos hechos. Si volviera a ocurrir ¿Qué haría distinto a lo que hizo con el estallido inicial de la pandemia?

R.- Sobre todo habría actuado antes. En el libro pongo una cita de Albert Camus, en La Peste. Él dice que guerras y epidemias ha habido siempre, pero que siempre nos pillan por sorpresa. Y es verdad. Ahora sabemos mucho más de la epidemia, pero entonces no teníamos ni idea de lo que significaba. Si hubiéramos tenido una previsión o un conocimiento…Yo también critico a los inteligentes a posteriori. Es muy fácil saber las cosas tres meses después de ocurridas que cuando tienes que tomar las decisiones sobre la marcha. Dicho esto, de haberlo sabido, yo hubiera disparado las alarmas mucho antes, hubiera comprado equipos de protección… pero la situación fue la que fue y la que nos pilló a todos.

P.- Antes de llegar a la Consejería usted llevaba años escribiendo un blog, llamado No es Madrid para viejos, basado en una experiencia suya personal y familiar ¿Tuvo ocasión de cambiar las cosas que había criticado o denunciado desde su blog?

R.- Estuve solo seis meses para poder hacerlo… El blog lo empecé a escribir en 2008, cuando no estaba en política y entré como diputado en la Asamblea en 2011. Estuve durante 8 años como diputado. En esos 8 años pude ver cuál era la situación y, de hecho, hay testimonios previos a la pandemia, de 2016 y 2017 en los que dije que las residencias de Madrid tienen un problema. Y lo que yo quería era cambiar esa situación. Lo primero que hice fue reunir a patronales y sindicatos de las residencias para pensar en un nuevo modelo. Iniciamos un nuevo tipo de relación e iniciamos una transparencia que no había habido hasta la fecha. Publicamos todas las sanciones que había habido en las residencias, etc. También defendí que se pagara los servicios adecuadamente, porque cuando yo llegué se pagaba a 54€ por persona y día en residencia de mayores. Yo solo invito a cualquiera a buscar una pensión en la que les dieran desayuno, almuerzo y cena -ya no hablo de fisioterapeuta, personal médico o de enfermería…- y no encuentran ni una. Después pasamos a pagarles más de 70€. Hay quien se quejó de que les daba más dinero a las empresas concertadas, pero se les daba más dinero con condiciones, para que ofreciesen un mejor servicio.

«España gasta en residencias de mayores menos de la mitad que los países de su entorno»

P.- Le pido una reflexión general sobre la situación de las residencias geriátricas en España, en general, donde los familiares llevan a sus mayores pensando que tienen perfectamente cuidado y atendido médicamente a su padre o madre de edad avanzada, cuando es posible que eso no sea así…

R.- Aquí lo más importante son los Presupuestos. España gasta en residencias de ancianos aproximadamente la mitad de lo que gastan los países del entorno, como Francia, Alemania. Por tanto, tenemos una atención adecuada a ese presupuesto. Hay que pasar del 0,8% que se invierte en mayores, hasta el 2%. Pero tenemos que ser conscientes de que, si nos preocupa este asunto, hay que hacer un esfuerzo y desarrollar la Ley de Dependencia que se aprobó en 2006, durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Aquella Ley tuvo muchos problemas, porque en 2008 llegó la crisis económica y, además, no se había previsto la financiación. Eso hay que resolverlo, como también hay que incrementar las cantidades que se destinan a ella. Habrá que preguntar a la sociedad española. Le pongo un ejemplo de cualquier familia: si hay que mandar a estudiar al extranjero al niño, se hace y se saca de donde se pueda, pero si hay que meter al padre, madre o abuela… se ve como un gasto excesivo…¡Eso es puro edadismo! Es pura discriminación. Las personas mayores merecen todo el respeto y reconocimiento de las personas que vienen detrás. Esto no es política, es convivencia.  Habría que invertir más en las personas mayores, aunque se tenga que hacer de forma gradual…

P.- ¿De quién depende ese esfuerzo? ¿Del Gobierno central? ¿De las CC.AA.?

R.- Literalmente, las competencias de los servicios sociales están en las CC.AA. y eso lo establece la Constitución. La Ley de Dependencia se salvó y lo que se pretendió hacer es una especie de Ley-Marco a nivel nacional. Yo soy partidario de que este tipo de derechos sean iguales para toda España. La Ley establece que la financiación será al 50% del Estado y 50% de las CC.AA. ¿Cuál ha sido la realidad? El Estado central ha aportado en torno a 10-15% y el resto lo han asumido las CC.AA., independientemente de quién gobierne. Es cierto que el Gobierno de Sánchez ha logrado recuperar los recortes que se produjeron en el año 2012, con Rajoy. Pero a veces no es muy popular dedicar dinero a la dependencia y a los mayores. Pero eso hay que solucionarlo.

P.- En materia de competencias ¿qué grado de responsabilidad tenía Pablo Iglesias, entonces vicepresidente del Gobierno?

R.- Tenía una responsabilidad de coordinación, pero en materia de prestación del servicio, sin duda, es responsabilidad de las CC.AA. Eso está establecido en el decreto del Estado de Alarma: se dice que se mantienen la gestión ordinaria de los servicios y el que diga otra cosa, no dice la verdad. La cuestión es que, con este clima político, si mejora el empleo, las CC.AA se atribuyen el mérito y si desciende, la culpa es del gobierno… ¡Tenemos que ser serios! No se puede jugar al trilero cuando se habla de competencias…Lo de que las residencias dependían de Iglesias era un bulo, pero él contribuyó a que la gente lo creyese, con su actitud…

«Los ancianos que tenían seguro médico privado sí fueron atendidos en hospitales»

P.- ¿Quiere decir que Isabel Díaz Ayuso lanzó un bulo y Pablo Iglesias se hizo el macho alfa y ayudó a difundirlo?

R.- Sí. Se dijeron muchas cosas y ninguna de ellas aparecía en el Boletín de la Comunidad ni en el BOE, que es ahí donde deben aparecer. Hubo un titular que decía que Iglesias se hacía cargo de las residencias de España…¡eso no es serio! Todavía tenemos que aprender mucho como país…somos unos adolescentes democráticos… En definitiva, se aprovecharon de una intervención -en mi opinión muy desafortunada- de Pablo Iglesias… como cuando dijo que él quería ser vicepresidente y tener las competencias en el CNI la televisión pública… todo eso no deja de ser una declaración de intenciones que no tiene que ver con la realidad ni lo que establece la legalidad…

P.- En este último año y después de la pandemia, según los datos de UNESPA, la patronal de los seguros, se han disparado las contrataciones de seguros privados en Madrid ¿Cree que la gente se busca una alternativa a la Sanidad Pública porque no les resuelve los problemas o porque le han cogido miedo?

R.- Ese es un proceso que lleva produciéndose muchos años. Cuando alguien tiene un problema grave, todo el mundo sabe que tiene que dirigirse a un hospital público, pero lo que es la atención diaria y demás…En la Sanidad Pública hay listas de espera… Yo mismo cogí covid y pedí cita y me la dieron para diez días después… en fin, que ya se me habría pasado… Pues eso lo solucionan las pólizas privadas. Pero con independencia de eso, al presidente de Hospitales de Madrid, que declaró en la Comisión de Investigación, le preguntaron cuántas personas de las residencias habían ido a los hospitales privados y respondió que ninguna, excepto aquellas personas que tenían pólizas privadas, porque las ambulancias de los seguros médicos privados sí llevaban a los ancianos enfermos a los hospitales durante la primera ola de la pandemia. Ellos lograron salvar el muro que se había hecho, para que ellos no llegasen a los hospitales. Eso no deberíamos permitirlo.

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