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El colapso se agrava en Barajas con casi 400 inmigrantes hacinados entre basura e insectos

Cientos de personas comparten habitáculos sin luz, agua corriente ni camas suficientes, denuncian fuentes policiales

El colapso se agrava en Barajas con casi 400 inmigrantes hacinados entre basura e insectos

Interior de las salas de asilo en Barajas. | TO

El colapso en la salas de asilo y de inadmitidos en el aeropuerto de Madrid-Barajas se agrava conforme transcurren los días. Ya son cerca de 400 inmigrantes, hombres, mujeres y niños, los que permanecen hacinados en estas estancias del aeródromo madrileño, según señalan fuentes policiales a THE OBJECTIVE. Las tres dependencias en las que se agolpan los asilados, una de ellas provisional, triplican su capacidad de aforo. En las mismas se advierten camas rotas, baños averiados, gran cantidad de suciedad y todo tipo de insectos, entre ellos chinches, a causa de la falta de limpieza, denuncian las mismas fuentes. 

Las condiciones de insalubridad en que se encuentran estas personas vienen provocadas, en algunos casos, por la ausencia del personal de limpieza, y en otros, por la ineficacia de tratamientos que eliminen las plagas que asolan estas estancias. Ante la queja del Sindicato Unificado de Policía (SUP), este miércoles el servicio de limpieza de Cruz Roja, subcontratado por el Ministerio de Migraciones, iba a proceder a higienizar en profundidad las estancias. Sin embargo, indican fuentes policiales, el personal solo ha aparecido en la sala 4, por lo que la situación sigue siendo prácticamente la misma. «Es común que se nieguen a entrar por los chinches, pero ¿y los policías? Nosotros también trabajamos allí», censuran.

Desde el Ministerio del Interior señalan que ante «el incremento puntual de solicitudes» se han habilitado dos nuevos despachos para la realización de entrevistas, se ha abierto una tercera sala para atender a los solicitantes y se ha aumentado el número de efectivos de Policía Nacional y de personal de la Oficina de Asilo y Refugio. Sin embargo, el incremento de peticiones no es algo nuevo, el pasado diciembre tres jueces de Madrid, con competencias en el control judicial de estas salas, urgieron a Interior adoptar medidas para acabar con el hacinamiento de los inmigrantes. 

26 inmigrantes fugados

En la misma línea, el Defensor del Pueblo ha pedido también tanto al departamento de Interior como al de Migraciones, con cuya titular, Elma Saiz, se ha reunido este martes, que «garanticen condiciones dignas y se proteja la salud física y mental de las personas que temporalmente se encuentren en los puestos fronterizos». El área dirigida por Ángel Gabilondo ya puso de manifiesto la situación en que se encontraban las salas de asilo del aeropuerto de Barajas en una visita el pasado 20 de diciembre. Un mes después, estas estancias dan cobijo a cientos de personas, cuando deberían acoger a una tercera parte de los asilados mientras se gestiona su petición.

La Policía Nacional viene denunciando desde entonces el desbordamiento de las dependencias por la avalancha de peticiones de protección internacional. Se trata sobre todo de personas oriundas del continente africano, Marruecos, Senegal y Gambia, pero también de otros países de Sudamerica como Venezuela. 

Una situación que ha desencadenado los primeros problemas de seguridad en el aeropuerto. En dos semanas se han escapado de estas estancias 26 inmigrantes, todos ellos de origen marroquí y de los cuales la Policía Nacional solo ha localizado a uno porque resultó herido en su intento de fuga. 17 de ellos lo hicieron en la madrugada del sábado de la sala de inadmitidos de la T1, y el viernes anterior otros nueve hicieron lo mismo rompiendo el cristal de una de las ventanas, que sigue sin repararse. 

Se cuelan por la sala internacional

El modus operandi de los solicitantes de asilo siempre es el mismo, según relatan fuentes policiales. La mayoría compran billetes de avión con destino a un país de Sudamérica, normalmente Brasil, El Salvador o Bolivia, haciendo una escala antes en Madrid. Como los mencionados Estados no piden visado para los nacionales africanos para poder entrar el país de destino y, en el caso de España, no se exige uno de tránsito, a su llegada a Madrid se les permite hacer la escala en la zona internacional de Barajas.

Una vez allí, los inminentes solicitantes se deshacen de la documentación y acuden al puesto fronterizo a pedir protección internacional. En algunos casos, cuentan las mismas fuentes, esperan a que se haga de noche para colarse, escalando las barreras del puesto fronterizo, en territorio español. Hasta ahora, se han contabilizado 60 viajeros que han intentado entrar de forma irregular mediante este procedimiento, accediendo en algunos casos a las pistas del aeropuerto. A esa lista, se suma otro caso la pasada madrugada del martes. Un hombre intentó saltar el control fronterizo para colarse en la terminal. La Policía lo detuvo y procedió a su ingreso en la sala. 

Sin ventanas ni duchas

Para hacer frente a este escenario, Interior ha instalado una sala provisional de asilados en la terminal 2 del aeropuerto en la que se alojan mujeres y niños. Son dependencias que carecen de las más elementales condiciones de habitabilidad y salubridad. Un habitáculo sin ventilación ni ventanas, iluminado por luz artificial todo el día, sin duchas y con un único baño para todas las mujeres y los niños que allí se hacinan en colchonetas hinchables sin fumigar», denuncia el SUP. 

«Mujeres y niños están pidiendo aseo personal y la Cruz Roja no les asiste. El lunes incluyeron alrededor de unas 30 literas en esta sala, pero siguen siendo insuficientes. El número de solicitantes en esta sala se ha incrementado de 42 a 66 en unas horas», revelan policías y agentes sociales. 

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