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La ANC relanza la idea de ir a las autonómicas tras constatarse su ruptura con Puigdemont

El director del ‘CIS catalán’ estima que solo el 10% de los electores independentistas defienden la unilateralidad

La ANC relanza la idea de ir a las autonómicas tras constatarse su ruptura con Puigdemont

Ilustración de Alejandra Svriz.

La Diada ha puesto en evidencia que el independentismo está dividido incluso en la celebración de su gran festividad. Las llamadas a la unidad de las principales entidades del movimiento no solo no surtieron efecto, sino que, tras la efeméride, se ha iniciado un cruce de reproches sobre la viabilidad o no de la unilateralidad para lograr la independencia de Cataluña. La Assemblea Nacional Catalana (ANC) se ha quedado sola defendiendo esta vía y ha desempolvado su propuesta de lista cívica para las elecciones al Parlamento catalán de 2025.

En los últimos meses esta propuesta de lista cívica, que ya valoró la anterior cúpula de la ANC que presidía Elisenda Paluzie, ha ido mutando hacia una suerte de ‘cuarto espacio independentista’ y englobaría a otras figuras del mundo político y mediático nacionalista que cuestionan la estrategia de los tres principales independentistas (ERC, Junts per Catalunya y la CUP).

La eurodiputada Clara Ponsatí, el filósofo Jordi Graupera, el comunicador y exlíder de Podemos en Cataluña Albano Dante Fachin o, incluso, la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, de Aliança Catalana, son algunos de los nombres que ambicionan ocupar este espacio. No obstante, algunos de estos nombres son irreconciliables entre sí e imposibilitaría su unidad en una eventual candidatura a los comicios autonómicos.

Como informó THE OBJECTIVE, Ponsatí está a un paso de perder su escaño en el Parlamento Europeo y durante el discurso en la Diada del presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, no la mencionó como una de las «exiliadas» como sí hizo en el caso de Marta Rovira, Lluís Puig, Toni Comín y Carles Puigdemont. Al mismo tiempo, ella ha exhibido públicamente su desacuerdo con la estrategia del expresident y compañero en el Parlamento Europeo y ahora tantea al independentismo más radical para ver si se pueden resucitar las calles en contra de los partidos tradicionales.

ANC
Actos institucionales de la Diada

Junts pierde el apoyo de la ANC

La edición de la Diada de este año, además, ha creado el pretexto idóneo para propulsar esta iniciativa de candidatura formada por independientes. ERC y Junts han sido incapaces de mostrar unidad (han participado en distintas cabeceras durante la manifestación), los sectores más radicales han silbado a Pere Aragonès en los actos institucionales y la ANC ha sido fuertemente criticada por alentar a recuperar la vía unilateral y no «borrar» el legado del 1-O, en referencia al referéndum del 1 de octubre de 2017.

Además, la disposición del secretario general de Junts, Jordi Turull, de negociar con el PSOE y marcando perfil ante ERC se ha interpretado por estos sectores del independentismo civil como una muestra de que ERC y Junts siguen en la dinámica de competir entre ellos a costa del objetivo independentista. Todo ello ha obligado a la ANC a distanciarse de Junts, mientras que Òmnium Cultural sigue con un discurso menos incómodo para los partidos e incluso alineado con ERC.

Seducir a los abstencionistas

La evolución de las negociaciones políticas de los partidos independentistas con los socialistas condicionará la formalización de este cuarto espacio. Si finalmente hay repetición electoral y Junts no cede ante Pedro Sánchez, las posibilidad de éxito de esta lista alternativa son menores. No obstante, si los de Puigdemont se adhieren a la «vía del diálogo con el Estado» (y no logran avances importantes para el movimiento independentista), estos actores consideran que tienen opciones de obtener representación.

Su target principal es la bolsa de electores que se fueron a la abstención en las municipales del 28 de mayo, cuando el independentismo perdió 350.000 votos. De hecho, Cataluña fue una de las Comunidades Autónomas donde más se notó la abstención: hubo un 44,54% de participación y la renuncia a las urnas tuvo un marcado sesgo soberanista. Lo mismo sucedió en las generales del 23-J, cuando ERC, Junts y la CUP perdieron 700.000 votos respecto a 2019.

En paralelo, el presidente del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), Jordi Muñoz, ha estimado este martes en una entrevista en Catalunya Ràdio que solo el 10% de los electores independentistas aboga por la unilateralidad. La discrepancia de estrategias, los cambios de rumbo de los partidos y el cansancio que acumula el movimiento genera una gran incertidumbre en el futuro. Pero todos se preparan para llegar a las catalanas de 2025 en las mejores condiciones.

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