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Roberto Gómez: «Dicen que José María García me echaba broncas, pero yo no las recuerdo»

El periodista deportivo habla de sus compañeros de micrófono y recuerda grandes momentos

Cuando en su Trujillo (Cáceres) natal le preguntaban qué quería ser de mayor, tenía clara su respuesta: presentador de televisión y locutor de radio. Acertó con lo segundo y en esa pasión por la radio continúa desde los 15 años. Roberto Gómez lleva, por tanto, medio siglo pegado a un micrófono y presume, con razón, de haber trabajado con los mejores.

A finales de los años 70, mientras cumplía el servicio militar en Alcalá de Henares, junto a Ramoncín, empezó a colaborar con José María García en Hora 25 Deportiva (Cadena Ser). Con apenas 19 años, era el hombre más feliz del mundo y lo sigue siendo. Después, tuvo de becarios a José Ramón de la Morena, Paco González y Carlos Martínez. «Los mejores han pasado por mis manos», afirma con su voz inconfundible y la satisfacción del deber cumplido.

Narrador de grandes acontecimientos futbolísticos, se fogueó al lado de Pedro Pablo Parrado, José Joaquín Brotons y Fernando Soria, entre otros, y posteriormente siguió ejerciendo el periodismo deportivo en programas líderes de audiencia de otras cadenas y emisoras. Ha visto cómo se hacían realidad muchos de sus sueños, pero le quedan algunas asignaturas pendientes, como trabajar al lado de su buen amigo Carlos Herrera o hacer un programa en compañía del propio Herrera, Antonio Jiménez y José Ramón de la Morena.

Son muchas historias empuñando un micrófono, primero de cable y después inalámbrico, algunas de ellas inolvidables e irrepetibles. Uno de los momentos más emocionantes de su larga trayectoria profesional fue la vuelta al Estadio Azteca, siguiendo con la lengua fuera a Maradona y Valdano, el día que la selección de Argentina se proclamó campeona del Mundial de México, verano de 1986. También su entrevista a Emilio Butragueño, después de haberle endosado cuatro goles a Dinamarca en ese mismo Mundial. O la foto junto a su gran amigo Juanito, en el partido del que fue expulsado por darle un pisotón al jugador alemán Matthäus.

Como buen aficionado a los toros, mira con el rabillo del ojo al burladero y trata de dar una larga cambiada cuando le pongo en la tesitura de elegir entre José María García y José Ramón de la Morena. O cuando le pregunto en Fuera de micrófono por las broncas que, supuestamente, iban incluidas en el sueldo que le pagaba García.

PREGUNTA.- Naciste en Trujillo, tierra de conquistadores. ¿Eso quiere decir algo?

RESPUESTA.- Toda mi familia era de Ávila. Se dedicaba a la trashumancia y se instalaron en Trujillo, donde yo a los 10 u 11 años ya decía que quería ser presentador de televisión y locutor de radio. A los 12 o 13 años presentaba los festivales del colegio. Luego, en mi casa, me ponía delante de un espejo y hacía como si fuera Tello Zurro o Matías Prats. Veía todo. Era el mayor consumidor de prensa, de radio y de televisión.

Roberto Gómez. | Foto: Carmen Suárez

P.- He visto en tu biografía que empezaste en Radio Popular de Cáceres con 15 años.

R.- Gracias a un amigo, Paco Mangut, empecé a hacer un programa local de media hora, informando sobre Trujillo. Y los sábados por la mañana me iba a Cáceres en autobús y hacía otro programa de música en la FM de Radio Popular, en la Avda. de la Montaña. La gente me dice: «¿Por qué no dices Cope y dices Radio Popular?» Pues porque mis orígenes fueron en Radio Popular. A los 17 años me presenté a unas pruebas de micrófono que hicieron en la emisora de la Ser en Badajoz. Al salir, el director me dijo: «Se ha presentado mucha gente, pero te llamaremos». Y al día siguiente ya estaba trabajando.

P.- Durante la mili, en Alcalá de Henares, inicias tus colaboraciones en Radio Madrid (Ser).

R.- Y allí conozco a un grandísimo amigo y compañero: Andrés Montes. Vivíamos muy cerca y lo metí luego en la radio. Yo estaba con el mejor equipo de deportes de la historia de la radio: José María García, Pedro Pablo Parrado, José Joaquín Brotons, Enrique Gozalo, Pepu Hernández y Javier Valdivieso.

«Los mejores han pasado por mis manos»

P.- ¿De qué año estamos hablando?

R.- A mí me llamó García cuando estaba haciendo la mili. Era el año 1978. En la mili coincidí con Ramoncín, el rey del pollo frito. Era cabo primero y un tipo popularísimo. Me colocó en pagaduría y el primer día tuve que acompañarle al Banco de España a por la paga de todo el Ejército. Yo con el cetme por todo Madrid, de escolta.

Roberto Gómez, en los años ochenta, frente a los micrófonos de la Ser. | Foto: Joana Biarnés.

P.- También tuviste de becario en la Ser a José Ramón de la Morena.

R.- Y a Manolo Lama, Paco González, Carlos Martínez… Los mejores han pasado por mis manos, cosa de la que me siento muy orgulloso. Ellos están tremendamente agradecidos. Yo quise ser siempre reportero. A mí lo que me gusta es el reporterismo. Porque, para mí, el reporterismo es el periodismo: ir, ver, oír y contarlo. Mis ídolos han sido Miguel de la Quadra-Salcedo, Manolo Alcalá, Arturo Pérez-Reverte, Boris Mikhailov, Jesús González Green, Diego Carcedo… Reivindico aquí el reporterismo. Yo he estado presente en atentados, en las visitas del Papa y en grandes acontecimientos. Lo más importante de todo es el reporterismo y me parece vergonzoso que ningún periodista esté en la calle.  

«La esencia y la verdad del periodismo está en el reporterismo»

P.- Sin embargo, en los espacios deportivos de la radio abundan las tertulias y escasean los reportajes. ¿Quién tiene la culpa de eso?

R.- No, no. Yo te puedo mostrar aquí imágenes de mi trabajo como reportero. Con Juanito, Santisteban y Boskov, la primera vez que se permitió utilizar un micrófono inalámbrico en el Bernabéu; con Emilio Butragueño, después de marcarle cuatro goles a Dinamarca en el Mundial de México; el día que Xabi Alonso pasea la Copa de Europa y ahí estoy yo; en el palco presidencial con Jesús Gil; con Arconada en Zaragoza… La esencia y la verdad del periodismo está en el reporterismo.

«Di la vuelta al campo con Maradona y Valdano en el Mundial de México»

P.- Dime tres o cuatro momentos de tu trayectoria profesional de los que estás más orgulloso.

R.- Un momento histórico fue la vuelta al campo con Maradona después de ganar el Mundial de México. Eso no lo ha hecho nadie. Es un hecho histórico, reconocido por todo el mundo. Yo vi aquel partido en el banquillo de la selección argentina. Me ayudó mucho, por supuesto, Jorge Valdano y un paisano asturiano que era jefe de la policía.

P.- ¿Te colaron?

R.- No, no me coló nadie. Yo entré. Y estuve en el palco cuando Joao Havelange entregó la Copa y entrevisté a todos los jugadores. Valdano cuenta una anécdota de lo que pasó y lo cuenta bien. El partido era a las doce del mediodía y acabó a las dos de la tarde, pero yo estaba allí desde las seis de la mañana. Hacía mucho calor cuando se inició la vuelta de honor en el Estadio Azteca. La verdad es que yo estaba asfixiado de la tensión y a los cincuenta metros le dije a Valdano: «Jorge, párate». Y me dice: «Roberto, llevo 32 años deseando este momento y ahora, porque tú estés asfixiado, ¿me voy a tener que parar?». Es un momento histórico. En todos esos momentos estoy solo.

Roberto Gómez. | Foto: Carmen Suárez

«Mi relación con Juanito era espectacular»

P.- ¿Otros momentos destacados?

R.- Ahí está la foto con mi amigo Juanito, después del pisotón. Juanito ha sido para mí un mito, un referente. Yo lo conocí nada más llegar al Real Madrid. Recuerdo el día de su presentación, que fui al Bernabéu con José Joaquín Brotons. Luego me hice muy amigo de él y de su familia. Mi relación con Juanito era espectacular. Hasta el punto de que, cuando se va de entrenador al Mérida, le hacen una entrevista en el Diario Hoy y dice: «Conozco Extremadura por Roberto Gómez». Sentí mucho su muerte. Aquel mismo día había llegado a un acuerdo con Antonio Martínez Laredo, en la calle Orense, para ser entrenador del Burgos. Yo he tenido la suerte de estar rodeado de extraordinarios profesionales que me ha aconsejado y me ha ayudado.

«García y De la Morena tienen que estar más orgullosos de mí que yo de ellos»

P.- Has trabajado con García y con De la Morena… ¿Quién de los dos te parece mejor periodista?

R.- Lo importante no es con quién esté yo. Lo importante es que estoy muy orgulloso de haber trabajado con ellos. No han tenido en su vida a nadie más honesto, leal y trabajador que yo. Muy orgulloso de haber trabajado con ellos, pero ellos tienen que estar más orgullosos de mí que yo de ellos. ¿Te vale? 

P.- Se ha dicho muchas veces que García pagaba muy bien, pero que en el sueldo iban incluidas algunas broncas.

R.- En mi contrato, en mi nómina, jamás firmé una cláusula que dijera una cosa así. Eso es una gilipollez. Todo lo contrario. Yo no he discutido nunca con García. Nunca. En algún momento de arrebato, pero eso es una gilipollez. García es un tío de un trato correcto, que tenía momentos de una tensión tremenda, pero nada más. Hay gente que dice que García me echaba broncas, pero yo no las recuerdo. Estoy seguro de que con García no he discutido ni he tenido una bronca en mi vida. Ni con De la Morena. Y conozco a los dos desde hace 53 años.

P.- ¿Por qué no te fuiste a la Cope con el equipo de Paco González y Pepe Domingo Castaño?

R.- Yo en aquel momento estaba en Marca. He estado en la cadena Ser muy a gusto. Jamás diré algo en contra de la Ser. Ha sido importantísima en mi vida. La familia Fontán, Tomás Martín Blanco, todos los compañeros; aquella era una radio espectacular. En la Cope también tuve un trato magnífico. Onda Cero es diferente. Cambia mucho de accionariado, de dueños, etc. A nivel de compañeros, fenomenal, pero, como empresa, da muchos bandazos y eso no va conmigo. Luego, en Radio Marca, estoy encantado desde el principio.

P.- ¿Qué tal te llevas con Pedro Pablo Parrado?

R.- Parrado es un grande. Él, Brotons y Fernando Soria son los que más me ayudaron en mis comienzos. Y eternamente agradecido también a Vicente Marco, que ha sido un referente en la historia de la radio. No se puede tener mejores profesores. Me ayudaron, me enseñaron. Yo he estado con Iñaki Gabilondo, con Joaquín Prat y Carmen Pérez de Lama, con Pepe Cañaveras, Martín Ferrand… Con los mejores.

P.- ¿Cómo valoras la radio deportiva?

R.- Escucho Radio Marca y Onda Madrid, porque me gusta mucho el fútbol territorial. Y, luego, por la noche, unos días escucho a Manu Carreño y otros a Juanma Castaño. Que hagan lo que ellos crean conveniente. Hace unos años era más seguidor, pero ahora escucho más Radio Marca, por la información, y porque colaboro con ellos.

P.- ¿Por qué dejaste de participar en las tertulias de Estudio estadio, en TVE?

R.- Arsenio Cañadas ha hecho mucho daño a los deportes, con una actitud caprichosa. Se ha cargado un mítico programa. Yo recuerdo, cuando era un niño, a Miguel Ors y a Rafael Campos de España, que fueron los primeros. Luego a Juan Manuel Gozalo, a Matías Prats, Jesús Álvarez, Iñaki Cano, Juan Carlos Rivero, Paco Grande y Mari Carmen Izquierdo. Yo he estado mucho tiempo de colaborador. Estudio estadio, como me decía siempre José Ángel de la Casa, es un programa de marca y un referente. Cañadas prescindió de algunos colaboradores, pero lo que quería era cargarse a Roberto Gómez. Lo consiguió. Ahora ha llegado Rosana Romero a la dirección de Deportes de TVE y espero y deseo que enmiende el error de su antecesor, con todo mi respeto a quienes están haciendo el programa en estos momentos. Soy un gran defensor de la televisión pública en España, pero que se haya mantenido durante tanto tiempo a Arsenio Cañadas como responsable de Deportes me parece un lunar del Consejo de Administración.

P.- ¿Qué papel juegan las redes sociales en la información deportiva?

R.- No tengo redes sociales. ¿Qué opinas de quienes suben en globo a la Luna? Como yo no he subido, no puedo opinar.

P.- A veces, adelantas noticias y fichajes que no siempre se producen. ¿Te gusta arriesgar?

R.- Solamente los que tienen muy mala leche, son unos impresentables y no tienen conocimiento de la situación pueden decir eso. Yo, por ejemplo, he dado las cuatro noticias del verano: que Kepa vendría al Real Madrid, que Joao Félix se iba al Barcelona, que Pedro Rocha sería el presidente y sucesor de Rubiales y la destitución de Jorge Vilda. ¿Es un riesgo hacer esto? Sí. Pero es un riesgo con información. ¡Ah!, perdón, y otra primicia importantísima: el día 14 de agosto, en el programa El Desmarque, dije que Sergio Ramos iba a jugar en el Sevilla. Y que Carrasco se marchaba a Arabia Saudí, y se ha ido.

P.- ¿De dónde viene tu amistad con Mariano Rajoy?

R.- Yo conocí a Mariano Rajoy hace muchos años, cuando era presidente de la Diputación de Pontevedra. Y soy amigo de otros políticos de partidos diferentes. No es cierto que José María García descubriera a Mariano Rajoy para las retransmisiones deportivas. Es más, al principio era bastante remiso y no le apetecía absolutamente nada contar con él. Un día me llamó Antonio Jiménez y me dijo: «Me ha llamado Belén Bajo (entonces, jefa de prensa de Rajoy en el Ministerio de Administraciones Públicas) para decirme que Mariano Rajoy quiere hablar con nosotros». Vamos allí y hablando con él me di cuenta de que estaba muy puesto en ciclismo. Entonces le propuse comentar una etapa del Tour con García. Pero a García, le fastidiaba que le dieran ideas. Era poco receptivo. Cuando quería quemar a algún personaje, se lo repetía varias veces porque sabía que a ese no lo iba a coger. A Rajoy, siendo ministro, le llevó un domingo a una etapa, acompañado de Josep Piqué y Pedro Antonio Martín Marín. Ahí es cuando comenzó su colaboración en algunas retransmisiones deportivas.

P.- Pero, para amigos, Carlos Herrera y Antonio Jiménez.

R.- Carlos Herrera, Antonio Jiménez, José Ramón de la Morena y yo tenemos la misma edad. Entramos en la radio el mismo día. Bueno, De la Morena llegó un poco después. A los cuatro nos une la amistad, la lealtad y el respeto. Cuando nos reunimos, nos lo pasamos muy bien.

«Me gustaría trabajar con Carlos Herrera»

P.- ¿Con quién te gustaría trabajar?

R.- Con Herrera, Antonio Jiménez y De la Morena. Me gustaría mucho. Imagínate lo que sería eso. Me gustaría trabajar con Carlos Herrera. Aunque fuera una colaboración de cinco o diez minutos para contarnos nuestras cosas. Me haría una tremenda ilusión.

P.- De Luis Rubiales ya no hablamos…

R.- Mi condena radical, brutal y frontal por los hechos, que ya están en manos de la justicia. El apoyo, por supuesto, a Jenni Hermoso. Y lo que es más importante: la cantidad de daños colaterales que ha ocasionado ese comportamiento. Eso es lo más grave. Se cargan a un entrenador que acaba de ser campeón del mundo; una cosa que no se puede entender. 

P.- Los periodistas deportivos no disimuláis vuestros colores. ¿Tu color siempre ha sido el blanco?

R.- Soy blanco, del Atlético de Madrid, del Sevilla… Yo soy del fútbol. Lo que tiene que saber la gente es la honestidad, la independencia, el esfuerzo, el trabajo y la manera de andar por la vida, no de qué equipo eres. Muchos dicen que son de un equipo sin sentirlo, única y exclusivamente, por encontrar respaldo. Todo el mundo sabe cuáles pueden ser tus preferencias, pero lo que tiene que saber la gente es la trayectoria y la honestidad. Juzgar a las personas es un tema muy preocupante. Porque si tú dices que eres de un determinado equipo, en contra de otro, puedes generar odio.

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