THE OBJECTIVE
El purgatorio

Melani Olivares: «Fui independentista, pero se me fue cuando salí de Cataluña»

La actriz catalana acude al Purgatorio y asegura: «Las mujeres de 50 follamos mucho mejor que antes»

Es natural, sin poses forzadas, no va de estrella del pop porque no entiende su profesión y su manera de vivir de ese modo. Se abre hablando de amor, «lo he hecho fatal». Siente que lo de bisexual y poliamorosa, que tantas veces se le ha adjudicado, no le corresponde, «por favor, prensa, no me lo pongáis». Quiere mostrarte tal y como es en redes, incluso mostrando sus pechos, «es una realidad de unas tetas caídas, unas tetas de 50. Y yo me veo estupenda». Melani Olivares (Badalona, 1973), a los 50, se siente mejor que nunca. Soltera que no sola, madre de tres, actriz en busca de papeles. Popularísima en España por Aída. Hoy se sienta en El purgatorio para expiar pecados, polémicas y abrirse, con motivo de su libro Momento Re, como hace tiempo que los famosos no lo hacen.

PREGUNTA. – ¿Qué es para Melani Olivares lo normal?, ¿existe lo normal?

RESPUESTA. – No. Lo normal para mí, puede ser una catástrofe para ti. En mi casa, lo normal se ve mal. Porque lo normal me parece que es muy aburrido. Cuando dicen, «no, pero es que esto es lo normal». ¿Lo normal dentro de dónde? ¿De quién? ¿De qué gente?  Yo no soy normal, aunque mis hijos me ven normal (ríe).

P.- Sí, noto que le importa bastante poco la opinión de la gente o los juicios de la gente, ¿Eso ha sido siempre así o ha sido cosa de los últimos años?

R.- Me ha importado bastante poco lo que pasa es que lo decía menos. Directamente no lo decía, no decía que me importaba una mierda. Pero es una liberación. No es que me importe una mierda la opinión de la gente, sino los juicios, el juicio de valor. Él es buena o mala persona, a no ser que sean mi gente, entonces por supuesto le doy toda la importancia y toda la escucha también, aunque me joda.

P.- Una cosa que entiendo le suele pasar a los actores que habéis dado vida a personajes famosos es que la gente se cree que os conoce, pero solo conocen al personaje.

R.- Claro, pero eso pasa en la vida. ¿Tú no tienes un colega que tiene una amiga que de repente te gusta mogollón, que la conoces, pero por lo que te cuenta y de repente la conoces y dices «pues vaya mierda, vaya decepción». Pero esto es una cosa que practicamos mucho. Lo difícil es darse cuenta. Ver que estás cometiendo el mismo juicio de valor que los que detestas. Yo intento no juzgar.

Eso es un ejercicio porque también eso me viene por los personajes que he tenido que interpretar, por la profesión que tengo. Sí, yo juzgo al personaje que estoy interpretando, no puedo interpretar. Si yo digo «esto es muy malo». ¿Cómo va a hacerse? No se puede. Tendrás que justificar el por qué ese personaje es así. De dónde le viene esa frustración, ese odio. Y de repente empiezas a sacar capas y dices «¡Hostia puta!». Tengo muchas más cosas en común con ese personaje de las que pensaba. Con lo cual, ¿es tan malo?, ¿yo soy tan mala? Hostia, igual no.

P.- Cuando salió Momento Re, el libro que has venido a presentar, lo que formó más polémica fue cuando contaste lo de del aborto. Para quien no lo sepa, Melani Olivares se quedó embarazada de un hombre, tenías duda entre dos chicos, y estaba en proceso de adopción y decidió abortar. ¿Le cabreó la polémica que se formó?, ¿hizo caso a lo que se dijo?

R.- Me entristeció la poca escucha. Yo lo que contaba era algo mucho más complejo y mucho más profundo que el no saber quién era. No, estaba en un proceso de adopción. Y tú no puedes quedarte embarazada cuando estás en un proceso de adopción, que ya estás a punto de irte a buscar al bebé, porque yo ya tenía, ya tenía mi bebé, mi Martina, ya era un ser que tenía una foto que yo ya iba por ella. Dos semanas después, un mes después, algo así, muy poco tiempo.

Y era una decisión muy difícil la que tenía que hacer porque era o un hijo mío biológico o mi hija que ya era y que ya existía. No, o sea, si no hubiera abortado, no hubiera ido a por mi hija, que ya tenía una madre que era yo. Entonces a mí me parecía que se simplificaba mucho lo que yo había contado, que también es verdad que espero, si se simplifica todo y lo que es más fácil es juzgar y decir «esta es una puta, porque realmente no sabe ni de quién es. Y va y ahora aborta, venga. Ahora encima se va a por una negra africana». 

P.- Casi se criticó más el hecho de que se había acostado con varios hombres y no sabías de quién era el hijo.

R.- A partes iguales. Es triste, pero no voy a dejar de hablar de lo que me parece y de lo que realmente es mi vida. Y eso ha pasado así. Cada uno que lo entienda como quiera también, porque si no, lo que intentas modificar al otro y el otro es como es, yo no puedo modificarlo. Lo que sí que no quiero es que me pongan en mi boca palabras que yo no digo. Que se simplifique tanto, que el argumento sea otro. No es una decisión tomada a la ligera. Pero no, parece que todos seamos súper crédulos, que nadie se acueste con nadie, que nadie disfrute con nada, que nadie se equivoque. O sea, esto es muy heavy. ¿Pero usted cree de verdad que en tu vida siempre ha sido tan inmaculado? Pues yo no. 

P.- ¿Melani Olivares comprende a quienes consideran que hay vida desde el momento de la fecundación?

R.- Puedo entender todo lo que le pasa a todo el mundo, pero no lo creo así.  Es más, es que la planificación familiar y una ley como la que hay es que han sido muchas mujeres la que han ido por delante y se han partido los cuernos para que esté. Entonces no voy a discutir sobre eso. Eso está ya finiquitado. A quien le guste, bien. Y al que no le guste, dos piedras. Eso es una ley, que no me la he inventado yo.

P.- Fue hija única, ¿eso marca mucho?

R.- Por supuesto, soy quien soy y tengo una imaginación que tengo y no me dejo aburrir para nada, porque fui hija única y me aburría mucho, muchísimo. Mis padres no jugaban conmigo. Yo me veo como juego con mis hijos y pienso: ojalá yo hubiera tenido la mitad. También es verdad que ellos estaban muy poco, yo estaba más con mis primos y con mis abuelos. Que si me dieron mucho juego.

P.- ¿Ha sido o es la madre que no fue su madre?

R.- Soy la madre, desde luego opuesta a mi madre. Eso es una cosa buscada absolutamente y superconsciente. Que eso no quiere decir que yo no cometa otros errores. Pero desde luego, los que cometió ella no.

«Aída no se podría hacer hoy, somos más retrógrados y prejuiciosos»

P.- Hay una parte del libro en el que habla de esa relación con su madre, una relación en la que Pepe Sacristán le recomienda una psicoanalista. 

R.- Gracias a él yo no estoy bajo un puente. Yo es que hacía de su hija en la serie. Entonces fue una adopción, él me adoptó. Para mí Pepe es como un padre. Y fíjate que tenemos una relación muy distante. Muy distante me refiero a que sólo tenemos contacto telefónico. Hace poquito fui a verle al teatro y me flipo. Luego estuvimos cenando. Y siempre hay algo como de piel, de papá. 

P.- ¿Se puede llegar a odiar a una madre?

R.- Por supuesto, puedes llegar a odiar a un hijo también.

P.- ¿Melani Olivares ha llegado a odiar a su madre?

R.- A odiarla no, pero por un proceso muy largo de psicoanálisis, pero sí a no gustarme nada. 

P.- ¿Ahora ya está mejor todo?

R.- Ahora a no gustarme nada. Son relaciones que se enquistan porque no se modifican. Existe. Hay algo de núcleo que existe igual.

Melani Olivares. Foto: Carmen Suárez

P.- ¿Una madre actriz es muy diferente al resto de madres?

R.- Pues sí, en el desequilibrio mental (Ríe). No sé si es de actriz o no, pero desde luego yo lo veo con las mamás que son más organizadas. Lo que pasa es que yo empiezo a rodar y yo estoy 12 horas rodando y todo el rato. Y luego con la cabeza en Parla, no es que no me acuerdo de mis hijos, yo me acuerdo perfectamente, pero se me olvida las tutorías o no se me olvidan, pero estoy rodando. Yo qué sé chico. Pero luego cuando estamos, estamos 24 horas que tampoco nos soportan. Entonces quieres hacerlo todo súper bien, estar en todo, y no, no hagas eso.

P.- Escribe sobre el dinero y la falta de dinero en su vida, y sorprende que lo escriba alguien que es una actriz popular. ¿Hay tabú en que grandes actores, que también lo pueden pasar mal económicamente, no lo cuentan por miedo o vergüenza?

R.- La gente cuenta lo que le da la gana. Y a mí me parece muy bien. Lo que yo no voy a hacer es ir de estrella del pop, ¿sabes? Porque no es verdad. Porque entonces no sería yo. En mi profesión es verdad que hay momentos altos y momentos bajos. Hay momentos que te llama todo el mundo y todo el mundo quiere que estés y hay momentos que no te llama ni el tato. ¿Y por qué? Pues no se sabe, porque tú eres la misma. 

Ahora que pronto se estrenará Beguinas, una nueva serie. Mi personaje es una señora oscura para dentro, apaleada por la vida, herida. Te regodeas en la mierda. Pues ahora de repente «qué fuerte, Melani, que cambio de registro, ¿cómo no lo ha hecho antes?». Porque no me habéis dado la oportunidad, maricones. Porque no me habéis dado la oportunidad de que trabaje un personaje como este. Pues ahora me están ofreciendo unos personajes a raíz de esto, súper chulos.  Luego también, por otro lado, la edad, lo que te hace es coger mucho más peso. 

P.- Melani Olivares fue Paz durante más de 10 años en la mítica serie Aída. Estuvo en El purgatorio, Secun de la Rosa, y dijo: «Seguramente si hoy en día dices que vas a hacer una serie sobre una mujer alcohólica con un hermano yonki, una amiga puta, el otro maricón, como era Aída, sería un poco complicado». ¿Sería más complicado hoy hacer una serie como Aída

R.- No se podría hacer Aída hoy en día. Porque cada vez estamos más retrógrados y mucho más prejuiciosos con todo, yo estoy convencida. 

P.- Hablemos de amor. ¿Melani Olivares no entiende el amor sin entregarse de manera total a otra persona?

R.- Creo que lo he hecho fatal en el amor. Si, creo que sí, creo que lo he hecho bien. 

P-. ¿Le quedan ganas de volver a intentarlo?

R.- Es una conversación que tuvimos ayer con mis dos hermanas amigas. Puff, me da pereza.  Hostia, llevo seis años sin pareja. Sin algo así como que flipe. Y no lo echo de menos, eso es lo peor. 

«Con 50 años las mujeres follamos mucho mejor que antes»

P.- Hay que decir que soltera y sola no son sinónimos.

R.- No estoy sola, estoy soltera y yo me corro mis juergas y hago mis cosas. Y tengo relaciones con los demás, no me falta detalle. Pero es verdad que una relación de pareja o de varias parejas puede ser, pues no la tengo. Si que tengo otras cosas.

P.- Y hay una cosa curiosa sobre el sexo y los fans, cuando Melani Olivares escribe en el libro, algo así como que le cuesta muchísimo acostarse con alguien que se acerque a usted idolatrándola, ¿no es eso a lo que de un modo u otro aspiramos?

R.- Es que no sabría qué hacer. Porque es que cuando una persona pone el foco en ti de esa forma y tiene tanta idolatría por ti. No te conoce de nada. El conoce lo que él cree que eres tú eres. Entonces desde ahí es muy difícil establecer una relación de absolutamente de nada. Porque ¿qué haces? O sea, cualquier cosa que hagas le va a sorprender muchísimo. Porque no eres quien él cree o ella cree. Otra cosa es que le gusta tu trabajo, o que le interese o que quiera saber. Pero cuando ya te colocan en un sitio de ídolo ya, ¿qué sexo vas a tener con esa persona? Si no te está viendo a ti, se acuesta con un personaje. No te mira de verdad, no te siente de verdad.

P.- Hay dos etiquetas que le molestan que le pongan: poliamorosa y bisexual.

R.- Me lo ponen todo el rato, pero es que yo nunca he dicho eso. No me pongáis esto, por favor. No me pongáis poliamorosa, que lo que me gusta es la jarana. Es que yo no entiendo el poliamor como si yo no tengo una relación estable con nadie, ni tengo un compromiso con esa persona, ¿me podré acostar con quien me dé la gana? Digo yo. ¿Eso es ser poliamoroso? No, eso es tener relaciones en las que todos sepan que todos nos acostamos. Igual que lo de bisexual. Pues no lo sé tampoco. A mí me gustan las personas, sean mujeres u hombres, y de repente me puede poner cachonda un tío o una tía, ¿qué hago?, ¿me mato? Pues lo tendré que aprovechar.

P.- ¿Cambia mucho la relación de Melani Olivares con el sexo desde los 20 o 30 años, ahora a los 50?

R.- Bueno, antes era más excesiva. Antes me importaba menos con quien me acostaba. Ahora me importo yo más que la relación sexual que vaya a tener. Si yo de repente no me siento cómoda, antes igual podía pasar por encima y por tener un placer mío personal, pues utilizaba al otro. Eso es muy de tíos, no me gusta demasiado, pero me la follo y punto. Pues a mí esto yo lo tenía, pero modificado, evolucionado. Ahora si realmente me acuesto con alguien es porque realmente estoy a gusto y siento que el otro también. 

Olivares, durante la entrevista en THE OBJECTIVE. Foto: Carmen Suárez

P.- A veces parece que no se habla del sexo en mujeres de más de 50 años.

R.- Es que no sé, no nos conocéis a nosotras porque yo puedo venir con 25 colegas. Es que es una cosa como del sexo a los 50, qué asco. Es mentira. Y además follamos mucho mejor que antes. Lo que estamos viviendo en una sociedad absolutamente machista, en la que el sexo y la libertad y el querer disfrutar y el goce para una mujer, cuanto más nos lo castren, mejor. Entonces, cuanto más digan «esta es una zorra porque habla de sexo, pues mejor para los demás».

P.- Este es un libro iba a decir anti-Instagram, con fotos de pocos retoques.

R.- De ninguno, no hay ni un filtro de nada. 

P.- Hay incluso fotos de Melani Olivares desnuda o enseñando los pechos. ¿Aún siguen provocando escándalo los pechos de las mujeres? Hace poco, Amaral ha formado en España una corriente de opinión sobre su acto reivindicativo.

R.- A mí me aburre. Es que es aburrido, ¿de verdad que las tetas provocan un escándalo así? Es un coñazo, es un aburrimiento. Vamos a avanzar un poco y a centrarnos en otras cosas a nivel social. Hay una foto en el libro que tú has visto, que estoy con un cigarro de liar en la boca, con un salvaslip y sin nada. Haciendo la normal por mi casa, están mis hijos por ahí. O sea que tampoco es que no tiene ninguna connotación sexual. Esa foto yo la quiero subir, pero no puedo porque me la censuran ¿Me pongo dos huevos fritos en los pezones?

Quiero subirla, porque esto es una realidad. Es una realidad de unas tetas caídas, es una realidad de unas tetas de 50. Y yo me veo estupenda, y pienso, ¿en dónde está la belleza?, ¿dónde está el quererse uno? ¿en mostrarse perfecto? Si es que no somos perfectos. ¿Por qué esta fan de no poder mostrarse como uno es? La piel que tengo ahora, aunque tenga buena piel, porque la tengo, no es la piel que tenía hace 20, hace 30 años. ¿Pero es que alguien tiene la misma piel que tenía? O sea, ¿por qué los jóvenes critican a los mayores si van a acabar como ellos en 20 años? Si es que no hay más.

«No soy poliamorosa, lo que me gusta es la jarana»

P.- ¿Se quiere más ahora que con 31, por ejemplo?

R.- Infinitamente. Mucho más que antes. Es que con 30 o con 20 o con 25, siempre estaba buscando la perfección. He entendido que eso es mentira.  Y ahora me veo con 50 y digo: «Qué marica eres, estas buenísima, te follaba yo».

P.- Padre catalán y madre murciana, o sea, charnega. ¿Melani Olivares fue en algún momento independentista?

R.- Sí. Se me fue en cuanto empecé a salir de Cataluña, que fue muy pronto, con 16 casi, y empecé a viajar y empecé a ver y a darme cuenta que me sentía supercatalana, como ahora, pero cuando me decían España también había algo ahí de sangre.

P.- Cuidado, que le van a llamar mala catalana.

R.- Ya, bueno, soy mala de muchas cosas. Pero me siento muy catalana, y ojalá puedan hacer un referéndum y se pueda decidir de una forma sensata. Decidir de alguna forma los que viven ahí, decidir qué es lo que quieren hacer. 

P.- Entonces ya ha dejado de ser independentista.

R.- Es que tengo tres hijos que comen de Madrid. Yo respeto muchísimo a los catalanes, su ideología, su idioma porque es el mío, porque yo me siento catalana, pero también me siento parte de España, del mundo y ojalá no hubiera ninguna frontera, no sólo la de las autonomías, sino que pudiéramos realmente vivir en libertad. Eso es una utopía, sí. Tengo amigos y familiares independentistas y no se toca mucho el tema. Sí, porque saltan chispas de alguna forma. Y a mí me parece muy bien todo lo que quieran hacer desde un sitio en el que esté meditado y esté pensado. Y hay un compromiso también con tu pueblo, con tu gente y con lo que tú quieres.

P.- ¿Cuántos años lleva viviendo Melani Olivares en Madrid?

R.- 30 años, soy gata total, si mis hijos son de aquí. Amo trabajar aquí, estar en Madrid me encanta. A mí me dicen: «Te vas a Barcelona» y no me iría a Barcelona a vivir. Me van a matar por decir esto, lo sabes. Pero cuando voy disfruto de la ciudad, y estoy encantada. Pero yo me debo a Madrid, aquí me siento más libre. Hay una cosa, no sé por qué, si tú eres catalán, el vivir en Madrid no. Pero si eres de Granada, vivir en Madrid está guay. ¿Sabes?

No sé por qué extraña razón, porque hay una cosa de autonomía. De Madrid es mejor que Granada, que no es verdad, por supuesto, porque cada uno tiene su movida y cada uno tiene una ciudad maravillosa. Y para trabajar, los de Granada saben que aquí el trabajo está más centralizado. Pero Cataluña es lo mismo. Aquí está mi trabajo, en el que yo puedo desarrollarme como actriz o como lo que quiera para mí. Lo tengo mucho más centralizado aquí. Yo quiero estar aquí por eso. Por eso y porque la gente y la gente me encanta. Porque me parece que hay mucha más libertad y porque me parece que en Barcelona hay tanta norma que la espontaneidad desaparece. Hay mucho juicio. 

P.- O sea que le compra a Ayuso lo de que hay más libertad. 

R.- Yo a Ayuso no le compro nada.

P.- Pero hay más libertad en Madrid. 

R.- Hay más libertad individual.

«Me cuesta mucho trabajar en Barcelona, parece que no se acuerdan que soy catalana»

P.- No hay malos madrileños, por ejemplo. Usted me entiende, los hay, pero no existe ese discurso, no hay esa distinción.

R.- Claro. Bueno, es que ya a mí me cuesta mucho trabajar en Barcelona, porque parece ser que no se acuerdan que soy catalana. Cuando hice la serie Benvinguts a la família, que era de Pau Freixas, que es un tío maravilloso. De repente estaba buscando a la prota. Y era una madre con tres hijos. Tenía que ser catalana. Y de repente dijo «Hostia, pero si Melani es catalana». Y digo, «¿en serio?». Esto hace siete años. Coño, tenía 43 palos, ya llevo siendo catalana mucho tiempo, que yo se lo agradezco mucho a Pau. Esa serie me trajo muchas cosas buenas. 

P.- Por cerrar, unas preguntas cortas. La cancelación de Cuentos Chinos, el programa de Jorge Javier Vázquez, del que usted iba a formar parte como colaboradora, ¿le pareció injusta?

R.- Me pareció justa. No encontraba el formato ni mucho menos. Jorge se merece otra cosa también.

P.- ¿Le damos demasiada importancia al sexo en la vida?

R.- Ojalá le diera un poquito más (ríe).

P.- ¿Las resacas con 50 son muy duras?

R.- Yo no bebo alcohol. 

P.- ¿Melani Olivares es más diurna o más nocturna?

R.- Soy diurna, pero alargo. Alargo hasta el día siguiente.

P.- Sobre política, ¿Irene Montero debería seguir como ministra de Igualdad en un futuro gobierno?

R.- Sí.

P.- Melani Olivares tiene nuevo libro, Momento Re, donde además, ya ha hecho spoiler, hay fotos suyas que no se pueden subir a Instagram.

R.- ¿Y qué hago con eso? ¿Le pongo dos huevos fritos? ¿O la cara de yo qué sé, de Ayuso?

P.- Bueno, eso sería noticia. Melani Olivares se tapa los pezones con la presidenta de la Comunidad de Madrid.

R.- No lo había pensado (ríe).

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