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Lula admite la corrupción de su mandato y aclara que esta «solo se detecta si se investiga»

El expresidente ha defendido que el país que espera presidir no tendrá enemigos internacionales y ha cargado contra «el bufón de la corte» Bolsonaro

Lula admite la corrupción de su mandato y aclara que esta «solo se detecta si se investiga»

El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva. | Yuri Murakami (Zuma Press)

El expresidente de Brasil ha defendido la labor de su presidencia al frente del país tras afirmar que durante sus años como mandatario «no puede decir que no hubo corrupción». Sin embargo, el líder de izquierdas ha defendido su actuación sobre la misma, ya que ha recalcado que esta solo aparece «cuando permites que se investigue».

«Si alguien se equivoca, alguien comete un delito, se investiga, se juzga, se condena o se absuelve y el problema está resuelto», ha zanjado un Lula da Silva que ha aprovechado para denunciar que durante los últimos cinco años fue «masacrado».

«¿Cuál fue el error de Lava Jato? Pues que tomó un camino político delicado. Lava Jato rebasó los límites de la investigación y entró en los de la política. El objetivo era condenar a Lula», ha dicho el expresidente en relación al celebérrimo caso por corrupción que provocó su entrada en la cárcel, aunque duró apenas un año, el tiempo que tardó en salir tras comprobarse mala praxis por parte de la Justicia.

Las declaraciones de Lula han tenido lugar este jueves por la noche ante las cámaras de la cadena Globo, que esta semana con motivo de las elecciones ha estado entrevistando a los candidatos con mayor apoyo, según los sondeos. Este viernes es el turno de la líder del Movimiento Democrático Brasileño (MDB), Simone Tebet.

Lula defiende su Brasil

Lula ha señalado que su candidatura viene para «pacificar» el país y ha lamentado que Brasil haya pasado de aquella sana polarización que representaba el Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) por la «incitación al odio» que representa el presidente, Jair Bolsonaro.

«Feliz era Brasil y la democracia brasileña cuando la polarización en este país era entre el PT y el PSDB. Éramos opositores políticos, intercambiábamos puyas, pero nos reuníamos (…) no nos trataron como un enemigo, nos trataron como un adversario», ha recordado Lula.

«Cuando tienes democracia y cuando tienes a más de uno disputando, la polarización es sana. Es importante, es estimulante, hace que la militancia salga a la calle. Lo importante es que no confundamos la polarización con la estimular el odio. Me llevo muy bien con el PSDB», ha asegurado Lula, que parte como favorito en las encuestas desde que recuperó sus derechos políticos al salir de la cárcel.

Precisamente, el histórico dirigente del PSDB Geraldo Alckmin dejó el partido en diciembre de 2021 tras tres décadas en él, para formar parte de la candidatura de Lula como vicepresidente. «Ha sido aceptado en cuerpo y alma por el PT», ha dicho.

«Tengo cien por cien confianza en que su experiencia como gobernador de São Paulo (…) me ayudarán a arreglar este país», ha dicho Lula, quien para explicar la entrada de Alckmin ha citado al filósofo brasileño Paulo Freire cuando dijo que «a veces hay que estar junto a los divergentes para vencer a los antagonistas y ahora necesitamos superar el antagonismo del fascismo».

Bolsonaro, bufón de la corte

En referencia al presidente Bolsonaro, Lula ha aseverado que es «rehén del Congreso», un «bufón de la corte», que ni siquiera gestiona los presupuestos del Estado. El líder del PT ha reprochado a su rival su dependencia de los partido del Centrão, la bancada informal de la cámara en la que suelen apoyarse los gobiernos para aprobar sus medidas a cambio de contraprestaciones.

Lula ha criticado el controvertido ‘presupuesto secreto’ que se ha manejado en el Congreso estos años y lo ha calificado como una forma de «usurpación de poder» que parece no importarle a Bolsonaro, pues son otros quienes deciden dónde y cómo invertir una parte de esas partidas presupuestarias.

«Esto no ha pasado nunca desde la proclamación de la república», ha dicho Lula. «Los gobernadores de los estados también son rehenes de estas reformas secretas. Antes el diputado hablaba con el gobernador para ver cómo se aplicaba estos fondos. Ya no hablan. Esto es un escarnio Esto no es democracia», ha protestado.

Una Brasil amiga de todos

En lo que respecta al papel que Brasil puede desempeñar en materia de política internacional si finalmente se impone en las elecciones de octubre, Lula ha adelantado que su país «será amigo de todo el mundo».

«Lo que yo quiero para Brasil es lo que quiero para los otros (…). Si gano las elecciones, van a ver la avalancha de amigos que están desaparecidos que van a venir a visitarnos porque Brasil será amigo de todo mundo. Brasil no tiene contenciosos internacionales», ha destacado.

Por otro lado, el líder del PT se ha mostrado partidario de la alternancia política en la sociedad y ha recalcado que cuando «un tipo comienza a pensar que es esencial e insustituible, se está convirtiendo en un dictador» y que por eso él se mostró en contra de una propuesta legislativa para un tercer mandato cuando en 2010 estaba a punto de dejar el poder.

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