Podemos medita que Irene Montero haga un anuncio trampa pidiendo el voto para Sumar

Podemos quiere llegar hasta el final en su táctica de apoyo medido a Yolanda Díaz y Sumar. Los morados insisten en que el resultado electoral de la coalición que lidera Díaz, y que prescindió de pesos pesados del partido morado como Irene Montero y Pablo Echenique, entre otros, obtendrá un resultado por debajo de las expectativas, tal y como desveló en sendas exclusivas este diario. Este escenario, sin embargo, no desagrada a Podemos, sino todo lo contrario. Los morados ya planean lo que internamente se comenta como un proyecto para «reventar por dentro» a Sumar, donde toda la cúpula nacional de la formación de Montero y Pablo Iglesias ha detectado una preocupante «hegemonía errejonista».

Ante lo que creen será un sustancial pinchazo de Sumar, Podemos tiene un objetivo claro: no quiere que se le tache como el culpable del fracaso electoral de Díaz. Si bien es cierto que a nivel oficial la candidata y sus portavoces nunca han señalado a Podemos por su escaso compromiso en campaña (el primer mitin conjunto de Díaz con la secretaria general Ione Belarra fue el pasado lunes, a seis días de los comicios), lo cierto es que las formaciones que confluyeron en Sumar repiten una y otra vez en sus conversaciones privadas que los morados no están haciendo todo lo posible para ayudar al «proyecto».

Podemos sabe que es cierto. Pero no quiere que se traslade a la opinión pública esta sensación. El pasado domingo, Isa Serra participó en un mitin de campaña con Díaz y la plana mayor de Más Madrid en la capital. Lo hizo con un entusiasmo muy medido. Pero estuvo allí. Y el lunes Belarra e Idoia Villanueva, que lidera la lista de Sumar en Navarra, acompañaron a Díaz en un mitin de campaña en Pamplona. Querían escenificar «unidad», afirman desde el partido morado, aunque matizan que se trata de un planteamiento táctico, el del armisticio, que durará como mucho hasta la noche electoral del 23 de julio.

Enmendar el ‘modelo Carmena’

En esa operación, que algunas fuentes conectan directamente con lo que ocurrió en Madrid durante el mandato de Manuela Carmena y su derrota frente al PP en 2019, Podemos debate si poner toda la carne en el asador. Es decir, que hasta Irene Montero pida públicamente el voto para Yolanda Díaz y Sumar. Las fuentes consultadas pronostican que lo hará esta misma semana, con la vocación de proponerse ante la opinión como una «Juana de Arco» de la izquierda (fórmula esgrimida por diferentes fuentes del partido morado), es decir, una dirigente que antepuso la lucha contra la derecha a su beneficio y orgullo personal.

Montero y Podemos creen que a nivel de opinión pública el veto de Díaz pasará factura a Sumar. La ministra de Igualdad ha obtenido un apoyo notable por los catalanes de ERC. Su amistad con los republicanos se ha reforzado en estas difíciles semanas, después de que la candidata de Sumar decidiera prescindir de su participación en las listas electorales. La semana pasada, Montero viajó a Cataluña para participar en un acto con consejeras del Govern, para demostrar su cercanía a los de Gabriel Rufián.

Cataluña es un territorio enormemente estratégico. ERC y Sumar luchan por el mismo espacio electoral, y en esa comunidad autónoma la dirección nacional de Podemos no quiere favorecer a los afines a Ada Colau, a quienes consideran como los principales artífices de la traición, después capitaneada por Díaz. «Parece que su referente en Cataluña sea ERC y no los Comunes», comentaban fuentes de Podemos la semana pasada.

Enfado por la «hegemonía errejonista»

A pesar del notable malestar, los estrategas de Podemos quieren afianzar su estrategia de cortina de humo: oficializar el apoyo a Sumar y Yolanda Díaz para que nadie diga que los morados han sido los culpables del pinchazo de la gallega. Y en esa ecuación entraría también Iglesias, que ahora dirige el canal de televisión Canal Red, ya considerado como el órgano oficial de agitación y propaganda de Podemos. Con ese apoyo táctico, Podemos quiere seguir dando la batalla interna después del 23 de julio, reprochando a Yolanda Díaz haber apostado por una fórmula política demasiado tibia, que permitió el asalto al poder de la derecha.

Los morados aseguran que si Sumar fracasa el próximo domingo, el liderazgo de Díaz se quedará muy tocado. Y su planteamiento será exigir una vuelta a modelos rupturistas para la próxima legislatura, en las que tanto Iglesias como sobre todo Irene Montero puedan lograr protagonismo e influencia.

Los representantes de Podemos en el Congreso ejercerán como correa de transmisión con los dirigentes del partido que se quedarán fuera. Y volverá una lucha por el control del espacio de la izquierda alternativa al PSOE contra los errejonistas, a los que Díaz ha otorgar mucho poder en Sumar (tanto en las listas como en su equipo de campaña). La venganza es un plato que se sirve frío, como saben en Podemos.