Gibraltar
Hace años que en el debate público se imponen las visiones favorables a la celebración de referéndums. Los argumentos discurren entre el más básico, que viene a decir que no hay nada más democrático que “dejar que el pueblo vote», a otros más sofisticados que ven, por ejemplo, Suiza como una democracia madura donde la aceptación y normalización de esta herramienta por parte de la ciudadanía es un compromiso cívico y activo con su país.