El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, ha subrayado este lunes en Bruselas el «fuerte compromiso» de Washington con la Unión Europea, en la primera visita de un responsable de la administración Trump, que se ha visto empañada por las protestas. «Tengo el privilegio en nombre del presidente Trump de expresar el fuerte compromiso de Estados Unidos en mantener la cooperación con la UE», ha manifestado Pence en una comparecencia ante la prensa sin preguntas al término de la reunión mantenida con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Las declaraciones de Donald Trump antes de su llegada a la Casa Blanca, calificando a la OTAN de obsoleta, celebrando el Brexit y augurando que otros países de la UE seguirían los pasos de Reino Unido, provocaron malestar y preocupación entre los aliados históricos de Washington.
«Pasaron demasiadas cosas en el último mes en su país y en la UE para que pretendamos que todo sigue como siempre», dijo, por su parte, Tusk refiriéndose al vicepresidente estadounidense, al tiempo que destacó que los europeos cuentan, «como siempre en el pasado con un apoyo sincero e inequívoco de Estados Unidos respecto a la idea de una Europa unida».
La visita de Pence, que también se entrevistó con la la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, culmina un intensa agenda diplomática por parte de la nueva Administración Trump en los últimos días a distintas instituciones de Europa, después de la del secretario de Defensa, James Mattis, y el jefe de la diplomacia, Rex Tillerson, con el objetivo de tranquilizar a sus socios europeos respecto a las relaciones bilaterales.
Fuera, en la calle, la visita de Pence no fue tan bien acogida, y numerosas personas de manifestaron en Bruselas contra las políticas de la nueva Administración Trump sobre los inmigrantes, el cambio climático o la sanidad, según la agencia AFP.