Dichas declaraciones han sido recogidas durante el vuelo de regreso al Vaticano tras su visita a Armenia, cuando le han preguntado si estaba de acuerdo con los comentarios del cardenal alemán Reinhard Marx, quien dijo que la Iglesia debía disculparse con los homosexuales por haberlos marginado. Además de compartir su opinión respecto a la deuda moral de la Iglesia con la comunidad LGTB, el pontífice ha incluido a otros grupos marginados agregando que «la Iglesia no sólo debe pedir disculpas a una persona homosexual que ofendió, sino que hay que pedir perdón a los pobres, a las mujeres que han sido explotadas, a los niños obligados a trabajar, pedir perdón por haber bendecido tantas armas» y por no haber acompañado a las familias que se enfrentaron a divorcios o experimentan otros problemas para los que necesitaron apoyo.
Estas últimas declaraciones del Papa Francisco reafirman su posición respecto a la comunidad gay, reforzando su imagen progresista, abierta y cercana con las comunidades en riesgo de exclusión. Los sectores católicos más conservadores han criticado la posición del pontífice mostrando opiniones contrarias a lo que consideran comentarios ambiguos sobre moralidad sexual.