Denuncian la posible venta de una iglesia barroca en Sevilla a inversores turísticos

Todo tipo de rumores se han levantado sobre un tesoro arquitectónico en el corazón de Sevilla. La iglesia de San Pedro de Alcántara, ubicada en la calle Cervantes, mantiene en vilo a asociaciones y vecinos que tratan de desvelar lo que está ocurriendo detrás de unas puertas que permanecen cerradas.

Las alarmas saltaron cuando la comunidad religiosa Esclavas del Sagrado Corazón, propietaria del templo, decidió clausurar el colegio mayor contiguo. La propiedad fue cedida a las monjas a finales del siglo XIV por el cardenal Marcelo Spíndola. Las asociaciones, vecinos y académicos reclaman que si ellas han abandonado el inmueble, debería volver a ser propiedad del Arzobispado de Sevilla.

Según ha podido conocer THE OBJECTIVE, la privilegiada ubicación con la que cuenta el templo, así como el fervor existente del turismo en la capital andaluza, invitan a pensar a los defensores que la iglesia ha sido vendida a un fondo inversor turístico. Las asociaciones han demandado en reiteradas ocasiones que se declare a la iglesia como Bien de Interés Cultural, con la intención de protegerla y poder darle uso en celebraciones religiosas o culturales.

Lo único que hasta el momento parece evidente es el progresivo abandono de la joya religiosa. El aspecto sin mantenimiento de su fachada y la aparente inactividad preocupa cada vez más a asociaciones de defensa del patrimonio.

Un interior de gran valor

Una de las mayores incógnitas que surge es qué ocurre con las valiosas obras que aguarda el templo barroco. La iglesia posee retablos de la segunda mitad del siglo XVIII de autores desconocidos y estatuas del siglo XVII y XVIII de santos franciscanos. Las paredes de la iglesia también destacan por su peculiar diseño. Las asociaciones tildan de «catastrófico» el desconocimiento sobre el futuro paradero de las obras.

Hace tan solo unos días, el Arzobispado de Sevilla respondió rotundamente a las quejas de los vecinos reafirmando que la propiedad corresponde a las Esclavas y la decisión de esta comunidad religiosa es independiente, sin que la Archidiócesis pueda tomar ninguna decisión al respecto.

Según hizo eco Diario de Sevilla, el Arzobispado quiso resaltar que hasta el momento las obras siguen depositadas con la intención de que las monjas aclaren próximamente su porvenir. Ante las continuas quejas y demandas, la circunscripción eclesiástica de la Iglesia católica ha resaltado su confianza sobre las que han sido durante más de un siglo las protectoras del convento de San Pedro de Alcántara.

El Arzobispado responde

La Archidiócesis asegura que la comunidad religiosa siempre ha tenido una fluida comunicación con ellos y que en caso de querer conocer el futuro de la iglesia habrá que preguntar a la comunidad religiosa. El Arzobispado de Sevilla anima a confiar en la decisión de las monjas, ya que entienden que ellas serán capaces de tomar la mejor decisión sobre el futuro del histórico convento. THE OBJECTIVE se ha puesto en contacto con las Esclavas del Sagrado Corazón para conocer el fin último del inmueble religioso, así como de sus obras y se mantiene a la espera de una respuesta.

Aunque el Arzobispado se remite a excluir su responsabilidad en este asunto, asociaciones como ADEPA han puesto en duda en reiteradas ocasiones que las propietarias de la iglesia sean las monjas. El cuestionamiento proviene de un escrito con fecha del 21 de noviembre de 1897 en el que, según las asociaciones, la Jurisdicción Eclesiástica Ordinaria cedió la iglesia de San Pedro de Alcántara a esta comunidad religiosa con el fin de dedicarla a servicios religiosos, labor que no se está realizando desde hace años.

Un acta firmada años después obliga a las Esclavas a pagar una deuda pública en el caso del abandono del templo. Según las asociaciones, este documento y la ausencia de inmatriculación de la iglesia son argumentos suficientes para demostrar que el último responsable del inmueble es el Arzobispado de Sevilla, por lo que debería tomar las riendas en este paulatino abandono.

Turismo imparable

Las asociaciones y vecinos son conocedores de los intereses de los fondos de inversión sobre la joya barroca. La calle Cervantes se ubica en el propio casco antiguo de la ciudad de Sevilla y según los portales de compra venta de inmuebles, es una de las zonas más cotizadas.

En medio de toda esta polémica, la ciudad de Sevilla se está viendo obligada a regular el turismo. Una de las primeras medidas que se está desarrollando con la aprobación del PP y el PSOE es la limitación de pisos turísticos por barrio. Hace tan solo unas semanas, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, presentó una medida para prohibir que el número de inmuebles turísticos rebase el 10% de las viviendas familiares de un barrio.

Sevilla, en plena lucha contra el turismo masivo, será la primera ciudad de Andalucía que se ha decidido por limitar las viviendas turísticas. Entre los barrios más saturados se encuentran el de Santa Cruz, Alfalfa, Feria o Encarnación-Regina, zona donde se ubica el convento de San Pedro de Alcántara.