«La resolución del Supremo hace pensar que quizá no sea necesario tanto un cambio de ley como una buena lectura de las leyes que ya tenemos»
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el diputado de ERC, Gabriel Rufián, coincidieron en calificar de vergonzosa la petición de penas de la Fiscalía para los líderes del procés independentista. Ambos políticos recurrieron a la comparación burda y tan típica del populismo que solo busca atizar las bajas pasiones. “Es una vergüenza, los de la Manada 9 años y a Junqueras le piden 25 años”, comentó Iglesias. “25 años de cárcel por votar y 9 por violar”, remachó Rufián.
Un miembro de la llamada Manada tendrá que declarar este domingo ante el juez para dar cuenta del presunto robo de unas gafas de sol y por embestir, también presuntamente, a dos vigilantes de seguridad cuando huía en coche. Es algo relativamente sorprendente. Desde que salieron en libertad, los chicos parecen haber recuperado con un desparpajo un tanto sorprendente lo que parecía ser su vida normal. Quienes con gran alboroto descubrieron que eso incluía salir de fiesta no parecen muy sorprendidos de descubrir que eso incluya robar gafas de sol y darse a la fuga. Tal capacidad de invertir lo común me reafirma en la idea de que estos tipos merecen una entrevista.
Luego de haber leído la sentencia de la manada seis veces, Luján Artola sigue sin comprender muchas cosas, pero alega que prefiere una justicia imperfecta que la que se toman en sus manos los ajenos.
Estos días hemos vuelto a ver cómo políticos, periódicos y el gobierno se dejaban llevar por el populismo, se han apuntado a las críticas al sistema judicial y penal español a raíz de la concesión de la libertad provisional para los cinco acusados cuya condena aún no es firme.
Lo de La Manada es un no parar. Aún retumban el eco de la sentencia y de los excesos en las críticas y ahora la Audiencia de Navarra decreta, con un voto particular, la prórroga de la prisión eludible bajo fianza de 6.000 euros para los cinco integrantes del grupo salvaje, que fueron condenados a 9 años por abuso sexual con prevalimiento a una joven en los Sanfermines de 2016.
La principal razón por la que tendría que dimitir Catalá es porque no ha tenido que dimitir. Obviamente, por pedagogía: para que aprendiésemos que hay frases y actitudes que tendrían que ser inaceptables en un ministro de Justicia.
Una de las preguntas que más me ha rondado la cabeza en la última semana, desde que se conoció la sentencia de la Audiencia Provincial de Navarra en el caso de La Manada, es esta: ¿qué interés –qué incentivos, como se dice ahora– tenían estos tres magistrados en dictar una sentencia que –no podían ignorarlo– iba a redropelo de lo que la opinión pública anhelaba y pedía? Esto es: condenar por un delito más grave en el caso del fallo mayoritario; condenar al menos, en el caso del voto particular.
El periodista Víctor de la Serna opina sobre la libertad de expresión en tiempos de redes sociales y sobre las potenciales consecuencias para la sociedad del «todo vale».