Màxim Huerta acaba de contar en una entrevista que su nombre se lo puso, mucho años después de bautizado, algún clérigo de la cadena autonómica valenciana de televisión. Convirtieron al entonces joven Máximo Huerta, de Utiel, en Màxim “por hacer país”; un poco como en versión a lo Berlanga –o Vizcaíno Casas– de la escena en que el joven Vito Andolini recibe su nombre para la posteridad de un funcionario perezoso en la isla de Ellis.
Leo que García-Margallo, el ministro del PP, exige transparencia a Podemos en temas de financiación. ¡Exige! ¡Transparencia! Dejad que me ría mucho. A carcajada limpia. Menudo binomio en boca de un ministro del PP.