En su segundo debate de investidura como candidato a la Presidencia del Gobierno, el líder popular ha propuesto dialogo, diálogo y más diálogo con los partidos «a partir de ahora mismo» para «dar una solución compartida y estable a grandes retos». Entre éstos ha citado la creación de empleo, el sistema de pensiones, diálogo social, un pacto nacional por la Educación y un acuerdo sobre financiación autonómica; diálogo también para hacer de la vida política una actividad más transparente y «ejemplar». Sobre el «desafío secesionista planteado en Cataluña», Rajoy ha reiterado su posición de defender la «unidad de España», para lo cual ha dicho que espera contar con el resto de los grupos.
«Señorías, no tenemos tiempo que perder, tenemos muchos retos por delante y, además, hemos de superar los efectos del bloqueo político de estos meses y ponernos al día», ha subrayado, recordando que entre esos retos urgentes están los Presupuestos Generales del Estado para 2017 y los objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública comprometidos con la Unión Europea. «Debemos asumir la necesidad de diálogo, no como peaje incómodo, sino como una oportunidad» porque «en las circunstancias que atraviesa España, ninguna consideración sobre conveniencias de partido me parece lícita», ha añadido.
Tras la intervención de Rajoy, se ha suspendido la sesión hasta el jueves a las nueve la mañana que se reanudará con el portavoz del Grupo Socialista, Antonio Hernando. Será la más esperada de las intervenciones tras la decisión del Comité Federal del PSOE de pasar del no a la abstención. Un cambio que ha provocado una profunda crisis en el partido con dimisión de su secretario general, Pedro Sánchez – que ha reaparecido este miércoles después de permanecer ausente desde primeros de mes – incluida y con la decisión de los diputados del PSC y otros de mantenerse en el no, incumpliendo los acordado por el órgano de dirección el domingo. Tras las intervenciones de los demás portavoces se celebrará la votación en la que Mariano Rajoy no logrará la mayoría absoluta necesaria para ser investido, ya que el PSOE ha anunciado que votará no. El sábado se habrá una segunda votación en la que, esta vez sí, el PSOE o al menos parte de los diputados se abstendrán facilitando que Rajoy tenga más síes que noes, como exige la Constitución.