120 pulsaciones por minuto se ha estrenado el pasado fin de semana en España después de haber barrido Cannes con tres premios: el Grand Prix, el premio FIPRESCI otorgado por la prensa y la Queer Palm a la mejor película de temática LGTB. La cinta francesa, dirigida por Robin Campillo, retrata la lucha contra el sida en los años 90 en Francia y ha puesto el foco sobre un tema poco tratado por la cultura mainstream, la epidemia. En cine, de hecho, suele enfocar el tema desde el melodrama. Se trata una tentación evidente tratándose de una enfermedad tan grave, pero el celuloide ha encontrado ópticas más optimistas para hablar de otras dolencias. La también francesa Intocables, por ejemplo, cuenta la historia real de un hombre tetrapéjico desde una perspectiva cómica. Y el trastorno obsesivo-compulsivo fue el eje central de una de las comedias más premiadas de los años 90, Mejor… imposible. El VIH y el sida, de momento, siguen teniendo una imagen casi exclusivamente melodramática en el cine.