Regalos de San Valentín en contra de la cursilería

Muchos dirán que el mejor regalo de San Valentín es amor incondicional, confianza, apoyo, tiempo, cariño, sexo y ser el primero en lavar los platos o hacer la colada, pero como ninguna de estas cosas puede envolverse en papel de regalo, te sugerimos una lista de opciones para acertar seguro (y posiblemente conseguir de tu pareja todo lo anterior). 

Bombones, ramos de flores, peluches abrazando corazones o tarjetas con versos de Neruda no sorprenden a nadie, y aunque son un “detalle”, el único momento en que pueden hacer auténtica ilusión es en cualquier otro inesperado día del año. Este San Valentín, deja las cursilerías a un lado y regala algo capaz de superar cualquier tipo de expectativa imaginable. 

Innovación, ingenio y originalidad en esta lista de sugerentes ideas que el demuestran que los regalos de San Valentín no tienen por qué incluir ñoñerías.

Los ramos de flores son buen regalo… si vives en el siglo XVIII

Un ramo de rosas será todo lo romántico que quieras, pero lo cierto es que ni es original ni mucho menos duradero. Si a tu pareja le gustan las flores y las plantas, pero no se le da demasiado mantenerlas vivas y felices, existe un regalo para solucionarlo.

Botanicalls hace que cuidar de una planta sea lo más sencillo del mundo, ya que gracias a este este dispositivo de alta tecnología son las mismas plantas las que avisan a sus dueños cuando requieren atención mediante una llamada o un mensaje de WhastsApp.

El equipo de artistas e ingenieros que han desarrollado Botanicalls llaman a esto «el entendimiento exitoso entre especies». Además de Botanicalls, existen otras opciones similares a en el mercado como por ejemplo Parrot. 

Si de todas formas quieres conservar cierto tradicionalismo romántico y consideras que enviar un ramo de flores al trabajo por San Valentín es casi obligatorio, por lo menos hazlo sabroso. Puede que un buen ramo de flores de jamón, de lomo o de cualquier otro embutido dure aún menos que uno hecho de auténticas flores, pero definitivamente es un regalo para los sentidos, gusto incluido.

Para las flores, elige la opción que quieras, pero por lo que más quieras, párate a pensar un segundo antes de enviar otro dichoso ramo de rosas. 

 

Un viaje romántico está bien, pero entender a los extranjeros aún mejor

Una escapada en pareja puede resultar en una experiencia maravillosa, pero si te arriesgas a viajar a Pekín, Moscú o Helsinki, preguntar por direcciones o conseguir que el camarero os traiga lo que de verdad os apetece degustar durante una  cena romántica, es todo un desafío.

La buena nueva es que dentro de poco no será necesario aprender nuevos idiomas para sobrevivir en el extranjero, ya que podremos llevar un cómodo traductor simultáneo que nos susurre al oído el significado de todo lo que oigamos.

 

Pilot funciona como unos auriculares de música, pero llevan un micrófono y están conectados con una app que va traduciendo a tiempo real cada una de las palabras que capte en el ambiente. El proyecto lanzado por Waverly Labs consiguió 3 millones de euros de financiación vía crowdfunding, superando en un 3000% lo necesario para llevarse a cabo, y ya pueden hacerse pedidos que recibir a partir de mayo del 2017.

Cuestan cerca de €200, pero sin ningún miembro de la pareja es demasiado bueno con los idiomas y os gusta viajar se trata de un invento que os cambiará la vida a ambos.

Cariño, le he puesto tu nombre a una cucaracha

Como lo oyes, el regalo más extrañamente (anti)romántico del mundo es bautizar a una cucaracha en honor a tu pareja. «Por una donación de $10, la persona a la que quieres recibirá un certificado en el que aparecerá el nombre elegido para su cucaracha de San Valentín». Este es el mensaje con el que un zoológico estadounidense propone el regalo más curioso de San Valentín para este año.

Puede que lo de ponerle el nombre a una estrella sea más romántico, pero esta opción es definitivamente más original, y además, también se pueden comprar cucarachas de peluche y cajas de chocolate con forma de insecto, en sustitución de su empalagosas versiones estándar.

 

Más y mejores orgasmos, el regalo de San Valentín definitivo

Sano, barato y sin duda la mejor forma de materializar físicamente el sentimiento amoroso; el sexo es uno de los mejores «regalos» que compartir en pareja. Pasar una noche de desenfreno entre las sábanas o poner ese esfuercito de más en satisfacer a tu media naranja es un buen plan para San Valentín, pero como regalo, necesita algo que lo complemente.

¿Y qué hay mejor que la sabiduría? A partir de ahora, no existen excusas para poder proporcionar o disfrutar de más y mejores orgasmos porque la masturbación femenina ya tiene su “Biblia”.

OMGYes es un novedoso y peculiar curso online con el que convertirte en un experto o experta en masturbación femenina.  ¿Lo mejor de todo? Es un buen regalo tanto para ellas (obvio, porque serán las que aprendan a alcanzar el clímax por sí mismas o disfruten de la pericia de sus sexualmente eruditas parejas), tanto como para ellos, porque aprenderán todo lo necesario para convertirse en amantes nivel experto. Si eres un hombre gay puede que te resulte más curiosos que útil, pero para lesbianas y parejas heterosexuales, es un regalazo.

 

Sustituye las sesiones de Netflix y mantita por algo más exótico

Pasar las noches disfrutando del calor del hogar en compañía no es mal plan, pero tampoco puede considerarse un auténtico regalo. Con la excusa de San Valentín, ¿por qué no intentar salir de la rutina y agregar un poco de aventura?

Si a tu pareja le gusta la naturaleza, suele quejarse de lo poco salís o simplemente quieres sorprender, una buena hamaca para dos puede ser la solución amorosa que estabas buscando. Pero obviamente, no vale cualquier hamaca; elige una innovadora que sea capaz de enamorar.

Por ejemplo, a falta de un jacuzzi o una piscina en casa, buena puede ser una hamaca-bañera donde disfrutar de un baño caliente al aire libre. Los precios empiezan desde los €360 pero teniendo en cuenta que cumple las funciones de cama de agua, piscina, baño caliente y hamaca, puede que sea una inversión a considerar.

O, por otro lado, si de verdad lo que buscas es un vale hacia lo inesperado, opta por esta estructura para dormir bajo las estrellas en cualquier lugar.

Si eres un poco cutre y vas a regalar una tarjeta, hazlo bien

Aunque (casi) cualquier cosa es mejor que una simple tarjeta, si tu regalo se va a limitar un trozo de papel por lo menos ponle originalidad. Aquí te ofrecemos algunas opciones que no dejan de ser románticas para personas realistas.

Una tarjeta que diga «te quiero en mi lado del muro» o una inspiradora versión de la famosa frase de Trump grab them by the pussy emociona a cualquiera, pero si no te convence ver la cara del mandatario estadounidense en San Valentín, hay otras opciones menos esperpénticas.

La auténtica estadística del amor (donde además de tu pareja caben gatitos, dinero gratis o bungalows en Tahití) o «hogar es cualquier lugar – donde discuto la cena – estando contigo» se ajustan más a la realidad que cualquier poema cursi.

En definitiva, puedes pensar que San Valentín es una fiesta ñoña hasta la médula, que se trata de una excusa inventada por los grandes centros comerciales para que consumamos cosas absurdas, o creer firmemente que el Día de los Enamorados no es el sólo el 14 de febrero, sino que eso del amor es algo que debería celebrarse cada día.

Piensa lo que quieras, pero si tienes pareja o te gustaría tenerla, es prácticamente imposible encontrar excusas lo suficientemente buenas como para librarte de San Valentín, así que si regalas algo, al menos hazlo siguiendo alguno de estos inspiradores consejos.