Terrazas para disfrutar del regreso a la capital

Aferrados al consuelo del veranillo de San Miguel, por eso de poder aprovechar todavía rayos de sol durante el día, cálidas temperaturas en la noche y quedadas sin demasiada prisa con amigos, en Madrid las terrazas seguirán abiertas hasta que el tiempo lo permita. O sea que puede ir para largo. Y esto también es un buen consuelo frente al regreso a la rutina. Como que ambas circunstancias contribuyen a paliar lo duro (más o menos) que siempre resulta esa vuelta a la normalidad.

Son innumerables las terrazas que se pueden disfrutar en la capital entre las que ya existían y las abiertas este año, sobre todo en la última planta de los muchos hoteles que tiene Madrid. Algunas de ellas ya las hemos visitado por lo que en esta ocasión proponemos otras cuatro direcciones para disfrutar tanto del lugar como del tiempo.

La terraza de Fortuny Home Club (Fortuny, 34) abre sus puertas en este icónico palacete de estilo francés del siglo XIX, sinónimo durante décadas de grandes fiestas nocturnas en la ciudad, además de ser un espacio donde se han celebrado los eventos más glamurosos. El espacio resulta ideal tanto para tomar unos cócteles de lo más originales como para probar su propuesta gastronómica, de la que se encarga el restaurante italiano Benedetto. Aunque se puede alargar la visita en su club nocturno, el Morris Club. Y es que en el mismo lugar se dan cita cuatro espacios para elegir en función del momento. 

También resulta una estupenda elección El Jardín de Santo Mauro Gresca (Hotel Santo Mauro. Zurbano, 36), un elagantísimo espacio acorde con el emblemático hotel en el que se localiza. Con un jardín maravilloso –fuente incluida–, obra del paisajista Fernando Valera, es un verdadero oasis, de lujo, abierto desde la una hasta la medianoche. En función de la hora elegida, la oferta varía y la música acompaña. La oferta culinaria es la carta de La Biblioteca Gresca, el restaurante del hotel, una original propuesta con buena selección de producto y bodega en sintonía.

Otro nuevo inquilino de hotel es Le Tavernier, en su caso en el Innside by Meliá Gran Vía (Mesonero Romanos, 13, 8ª Planta), abierto hace menos de un año pero cuya terraza se ha convertido en una de las más concurridas de la capital este verano. Por amplitud de espacio, más de 400 metros cuadrados, y situación ofrece estupendas panorámicas del skyline de Madrid, a lo que suma una oferta apetecible, desenfadada y divertida, organización de fiestas incluida. Recuerda a las viejas tabernas gallegas en sintonía con una propuesta de tapeo galaico, además de cócteles y destilados. En el lugar convergen una gran barra, la zona degustación, un escenario y también reservados. 

Y podemos terminar con otro de los estrenos sonados de este año, Mar Mía (Plaza de Isabel II, 7), cuya apertura se encuadra en la remodelación de la plaza de Ópera. Ubicado en el bajo de Ocean Drive, lo que en el pasado fue el Real Cinema, frente al Teatro Real, se trata de otro espacio en el que conviven varios conceptos. La Playa es uno de ellos: una terraza interior en la que se puede probar la gastronomía de la casa (que aglutinan bajo el título «brasas mediterráneas») mientras escuchas música en directo y actuaciones de dj a cualquier hora del día. En palabras de sus promotores, se trata de «una especie de chiringuito urbano en pleno corazón de Madrid» donde combinan restaurante con show cooking, barra de tapas y arrocería. Tres perfiles gastro que se corresponden con el de sus socios: el tapeo ‘plus’ que propone Carlos Bosch en Bar Manero; la demostración de buen producto que identifica Estimar (Rafa Zafra) y los arroces de Casa Elías (Luis Rodríguez). El trío que ha dado forma a la propuesta gastro de Mar Mía.