Estos son los alimentos 'sanos' que dan hambre y abren el apetito (evítalos si quieres adelgazar)
Muchas veces, por desconocimiento, ingerimos alimentos que nos impiden perder peso
Muchas veces, abandonamos nuestro proyecto de adelgazar porque pasamos hambre o no resistimos las ganas de comer. Unos ataques de apetito que nos boicotean, impidiéndonos perder peso y haciendo que fracasemos en nuestro plan.
Sin embargo, podemos evitar este hambre o apetito si evitamos ingerir ciertos alimentos que solemos consumir porque creemos que son buenos para perder peso, pero nada más lejos de la realidad, ya que su composición hace que queramos seguir comiendo más.
Alimentos que abren el apetito y dan hambre
A continuación, recogemos los alimentos ‘sanos’ que solemos comer y que atentan con nuestro plan de adelgazar:
Yogur ‘light’ o bajo en grasa
Lo malo de estos postres bajos en grasa es que suelen tener una carga elevada de azúcar o de hidratos de carbono. Y si además son dulces, abrirá nuestro apetito. En su lugar, podemos optar por un yogur griego natural o por uno rico en proteína, ya que contienen menos carbohidratos.
Además, las proteínas tardan mucho en digerirse y metabolizarse, lo que nos ayudará a sentirnos más llenos durante más tiempo. A esto se suma que las investigaciones también han determinado que la ingesta alta de proteínas está relacionada con un IMC (índice de masa corporal) más bajo, una circunferencia de cintura más pequeña y mejores niveles de colesterol HDL (bueno).
Barras de granola o de cereales bajas en proteínas
Las barras de granola o de cereales con alto contenido de azúcar y bajo contenido de proteínas son simplemente barras de caramelo o de azúcar. Así, aunque se presentan como un alimento saludable, la granola y las barras de cereales destrozan nuestro metabolismo, ya que contienen una ingente cantidad de azúcar, jarabe de maíz con alto contenido de fructosa y conservantes, lo que a su vez aumenta nuestro apetito. Para picar entre horas, mejor una fruta o frutos secos o elegir una barrita que tenga, al menos, 20 gramos de proteínas.
Zumo de frutas
Apenas un vaso de zumo de frutas, aunque sea natural, aporta 22 gramos de azúcar, que es lo mismo que una taza grande de cereales azucarados. Y cuando consumimos cantidades tan altas de azúcar, nuestros niveles de glucosa en sangre se elevan, haciendo que nuestro metabolismo se ralentice —lo que significa que quemarás menos calorías y aumentarás tus reservas de grasa— y aumentando nuestro apetito o ganas de seguir comiendo.
Asimismo, cabe destacar que aunque el zumo de frutas es sano, el azúcar que contiene está presente en forma de fructosa, y un estudio del Current Opinion in Lipidology relacionó el alto consumo de fructosa con el aumento de la grasa abdominal y la resistencia a la insulina. Además, una revisión más reciente publicada en la revista Nutrients informó de que un consumo excesivo de fructosa aumenta el riesgo a desarrollar síndrome metabólico, que puede conducir a sufrir una enfermedad cardiaca y diabetes tipo 2.
Arroz blanco
El arroz blanco es un alimento sumamente valioso con numerosos beneficios para la salud, pero, si queremos adelgazar, es mejor elegirlo integral o negro, ya que estos últimos contienen fibra y vitaminas B, que contribuyen a aumentar la saciedad. Por el contrario, el arroz blanco común, acelera la respuesta de la insulina y el vaciado del estómago, lo que acaba provocando que tengamos más hambre y apetito a largo plazo.
Vino
Aunque algunas investigaciones han determinado que una copa del vino al día es sana o, al menos, no es mala del todo, el consumo de alcohol está relacionado con el aumento de peso, y no se trata sólo de las calorías. Según las investigaciones publicadas hasta la fecha, beber alcohol disminuye la capacidad del cuerpo para quemar grasa hasta en un 73%. Cuando se bebe a un ritmo excesivo, se forma acetaldehído. Esta sustancia altamente tóxica agita muchas banderas rojas internas para el sistema digestivo del cuerpo.
«El cuerpo reconoce el alcohol como tóxico, y por ello detiene su capacidad de acceder a todos los demás macronutrientes almacenados (carbohidratos, proteínas y grasas) para utilizarlos, ya que está centrado en quemar el alcohol primero», asegura la médico Krissy Maurin, a Health. «El efecto principal del alcohol es reducir la cantidad de grasa que tu cuerpo puede quemar para obtener energía. Básicamente, lo que estás haciendo es desacelerar tu metabolismo, lo que conlleva al aumento de peso», sentencia. Además, nos abre el apetito, como ya habrás notado tú mismo.
Alimentos saciantes para adelgazar
Además de evitar los alimentos anteriores, podemos adelgazar más fácilmente si consumimos aquellos que aumentan nuestra saciedad. ¿Y qué es lo que hace que un alimento sea saciante? Principalmente dos cosas:
- Que tenga efecto termogénico: son aquellos alimentos que avalan una termogénesis inducida por la dieta. Es decir, que son alimentos que exigen a nuestro cuerpo una quema mayor de calorías para su procesado. Algo que por ejemplo pasa a menudo con las proteínas de alto valor biológico.
- Que contenga arginina y lisina, tal y como descubrieron en su estudio los investigadores de la Universidad de Warwick (Inglaterra).
Ahora que ya lo sabemos, veamos qué alimentos tienen una o dos de estas cualidades, para comerlos si queremos adelgazar o si simplemente queremos estar sanos y no ingerir más de lo que nuestro cuerpo necesita:
- Huevos: es uno de los alimentos saciantes por excelencia, magnífica fuente de proteínas, de grasas insaturadas y también de minerales y vitaminas.
- Verduras de hoja verde: como espinacas, acelgas, lechuga y kale. Son ricas en fibra y tienen pocas calorías.
- Aguacates: la elevada cantidad de grasa y fibra que presenta el aguacate hace que sea un alimento muy saciante, por lo que puede hacer que comas menos durante el día.
- Pescado: además de las proteínas que contiene, el pescado es una fuente natural de minerales y de vitaminas nada desdeñables.
- Lentejas: numerosos estudios que han demostrado que el alto contenido de proteínas de estos alimentos ocasiona un mayor gasto de energía del cuerpo en digerirlos, en comparación con aquellos que tienen pocas proteínas. Y, en concreto, una investigación comprobó que los que siguen una dieta rica en legumbres aceleraran su metabolismo y pierden mucho más peso en sólo ocho semanas que los que no lo hacen.
- Carne blanca, como el pollo, el pavo o el conejo, son saciantes debido a su elevada cantidad de proteínas. Además de la carne mencionada, podemos comer solomillo de ternera y lomo de cerdo.
- Frutas: todas las frutas suelen ser muy saciantes, sobre todo la sandía, las fresas, el albaricoque, la pera, el kiwi o la piña.
- Frutos secos: consumido con moderación, son ideales para controlar la saciedad, especialmente las almendras, los pistachos y las nueces.
- Patatas: si se comen con moderación y cocinadas sin grasas (al horno, cocidas…), son perfectas como alimento saciante.