Sudáfrica, el país de África más afectado por la pandemia de COVID-19, ha superado el umbral de los 100.000 casos, suma casi dos mil muertos y se coloca ya entre los diez países con más contagios activos de todo el mundo, según los últimos datos oficiales. Las abultadas cifras mantienen a Sudáfrica como la gran excepción dentro de un continente en el que, por lo demás, el avance de la pandemia ha sido notablemente más lento que en otras regiones del planeta.
Los datos: de acuerdo a las últimas cifras difundidas por el Ministerio de Sanidad, el país registra 101.590 casos, 1.991 fallecidos y 53.444 recuperados; con lo que los contagios activos actualmente ascienden a 46.155. Sudáfrica acumula casi un tercio del total de los casos registrados en toda África (algo más de 315.000) y aproximadamente un cuarto del total de muertes del continente (unas 8.300 hasta la fecha).
La estrategia de Sudáfrica frente a la pandemia ha sido similar a las de otros países del continente, con medidas tajantes adoptadas de forma temprana para tratar de «aplanar la curva», incluido un prolongado confinamiento general. La nación austral también ha optado por hacer test masivos, si bien en las últimas semanas ha tenido que limitar esta práctica por la falta del material sanitario necesario para completarlos. Con esta estrategia, en los primeros meses Sudáfrica logró evitar aumentos explosivos de los casos como los que se vieron en países como Italia, España o Estados Unidos.
Los esfuerzos, sin embargo, no han logrado realmente paralizar el avance del coronavirus [contexto id=»460724″] en Sudáfrica, solo ralentizarla de forma parcial y mucho menos exitosa que el resto de África, a la vista de las cifras. Pese a ello, a comienzos de este mes, el Gobierno del presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, ha optado por reabrir la economía del país para tratar de mitigar los devastadores efectos del confinamiento en la ya de por sí debilitada economía sudafricana.
«Se avecinan tiempos duros. No hay soluciones rápidas y tenemos que ser realistas sobre nuestras expectativas, especialmente en cuanto al tiempo que tardará en recuperarse nuestra economía», ha admitido este pasado lunes Ramaphosa en un mensaje a la ciudadanía.
