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Asesinado en México el periodista Javier Valdez, admirado cronista del narcotráfico

El periodista y escritor mexicano Javier Valdez fue asesinado hoy a tiros en Culiacán, capital del noroccidental estado de Sinaloa, según han confirmado fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública estatal.

Asesinado en México el periodista Javier Valdez, admirado cronista del narcotráfico

El periodista y escritor mexicano Javier Valdez fue asesinado hoy a tiros en Culiacán, capital del noroccidental estado de Sinaloa, según han confirmado fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública estatal.

Valdez, quien en 2011 obtuvo el Premio Libertad de Prensa del Comité para la Protección de Periodistas y el Maria Moors Cabot con el equipo del semanario Ríodoce, fue interceptado y atacado a tiros desde un vehículo en momentos en que caminaba por la calle.

Con casi 30 años de periodismo a sus espaldas, Javier Valdez, se dedicó a cubrir e investigar temas relacionados con el narcotráfico en Sinaloa, bastión del cártel de Sinaloa, del poderoso y sangunario capo Joaquín «El Chapo» Guzmán.

«Ser periodista es como formar parte de una lista negra. Ellos van a decidir, aunque tú tengas blindaje y escoltas, el día en que te van a matar», comentó este periodista en una de las presentaciones de su último libro, «Narcoperiodismo, la prensa en medio del crimen y la denuncia».

Cuando la violencia se disparó a raíz de la militarización de la guerra contra las drogas, Valdez fundó junto a dos colegas la revista Ríodoce, donde escribía la columna Malayerba. Su publicación se abrió espacio en una región donde la autocensura por amenazas obstaculiza la libertad de expresión y logró establecerse como una referencia para explicar lo que ocurría.

Nacido hace 50 años en Culiacán, la capital de Sinaloa, Valdez se ganó el reconocimiento como maestro de periodistas en su región gracias a sus coberturas y a su extensa lista de libros. Entre ellos destacan «Miss Narco«, que cuenta cómo sobreviven las mujeres en la cultura del narcotráfico, y «Los Huérfanos del Narco«, con desgarradores testimonios de niños que vieron morir a sus padres.

Escritor nocturno y de carácter fuerte, tenía un aferrado sentido del compromiso con el periodismo, al que consideraba ante todo «una labor social«. «Está cabrón y cada vez se pone peor, pero alguien tiene que hacer la chamba (el trabajo)», comentaba hace poco en una conversación sobre la cotidianidad periodística.

En octubre de 2011, el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) le otorgó el Premio Internacional de la Libertad de Prensa «por su valiente cobertura del narco y ponerle nombre y rostro a las víctimas».

Ese mismo año también recibió junto a sus compañeros de Ríodoce el María Moors Cabot, que concede la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia. «Mientras mejor haces periodismo y más te apasionas, te quedas más solo. Algún contacto tuyo, alguien que veía con simpatía tu trabajo, luego se verá perjudicado por un texto y se retira», aseguró Valdez en una entrevista con el diario La Jornada, medio para el cual también trabajaba, cuando presentó su último libro.

Valdez se caracterizó por mantener siempre el buen humor, a pesar de estar sometido a coberturas de gran presión, y brindó permanentemente colaboración a sus colegas, recordaron sus compañeros este lunes.

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