Durante una audiencia judicial, la cantante estadounidense Britney Spears imploró el miércoles a una jueza que ponga fin a la «abusiva» custodia de sus asuntos personales y sus negocios que le fue otorgada a su padre desde 2008. «Solo quiero que me devuelvan mi vida. Han pasado 13 años y ya es suficiente», dijo Spears en una intervención de 20 minutos en formato virtual mientras sus fans cantaban en su apoyo fuera de la sala del tribunal.
En contexto: las finanzas y asuntos personales de la estrella de 39 años han sido administrados en gran medida por Jamie Spears desde su colapso nervioso público hace más de una década, lo que llevó a miles de fanáticos a lanzar en los últimos años la campaña por internet #FreeBritney (Liberad a Britney) en apoyo a la cantante. En un alegato emocionante en el que apenas se detuvo para recuperar el aliento, la estrella dijo que bajo el arreglo legal incluso le fue impedido quitarse un implante anticonceptivo pese a que quería tener más hijos. Spears, madre de dos hijos, dijo que esto la dejó «traumatizada» y «deprimida».
«No soy feliz. No puedo dormir. Estoy furiosa. No es sano», dijo, a la vez que añadió que llora todos los días. «Este conservadurismo es abusivo. Quiero cambios, merezco cambios», dijo a la jueza Brenda Penny. Spears rara vez ha hablado directamente sobre el tema en todos estos años, pero su abogado Samuel Ingham dijo en abril que su clienta quería hacerse oír directamente en un tribunal, lo cual derivó en la audiencia de este miércoles.
Spears mantiene desde hace tiempo una difícil relación con su padre. El año pasado, pidió a la Justicia quitarle la tutela y otorgar el control exclusivo de su patrimonio a una entidad financiera. Su abogado dijo que tenía «miedo» de su padre. Un ejército de devotos de Spears escudriñaron sin descanso sus cuentas de redes sociales en búsqueda de pistas sobre su bienestar y cualquier señal de que pudiera estar ocurriéndole algo.
«Demasiado control»
Documentos judiciales confidenciales publicados el martes por The New York Times afirman que Spears le dijo a un investigador del tribunal que la tutela se había «convertido en una herramienta opresiva y controladora contra ella» desde 2016. Spears afirmó que el sistema de tutela tenía «demasiado control» y que le impedía tomar sus propias decisiones sobre amistades, citas, gastos e incluso cosas tan banales como el color del mobiliario de su cocina.
Según el informe citado por el diario, la artista le dijo al investigador que quería que la tutela terminara lo antes posible y que estaba «harta de que se aprovechen» de ella. La revelación de que la custodia le impedía quitarse su dispositivo intrauterino (DIU) generó cólera en internet entre sus fans y grupos de derechos reproductivos. «Somos solidarios con Britney y todas las mujeres que sufren coerción reproductiva. Tu salud reproductiva te pertenece y nadie debe tomar decisiones al respecto por ti. #FreeBritney», tuiteó el miércoles la presidenta de Planned Parenthood, Alexis McGill Johnson.
Spears es actualmente responsable de pagar las facturas legales de ambas partes, incluidos los elevados honorarios cobrados por los abogados que trabajan para su padre en el caso.
La controversia en torno al caso legal de Spears cobró un nuevo impulso tras el lanzamiento en febrero del documental Framing Britney Spears, que cuenta el proceso hacia su colapso emocional y el nombramiento de su padre como tutor.
Tras su divorcio de Kevin Federline en 2006 y la pérdida de la custodia de sus hijos al año siguiente, un grupo de paparazzis la fotografió descalza en una gasolinera con la cabeza rapada. Bajo la tutela de su padre, Spears rápidamente volvió a actuar. Lanzó tres álbumes, apareció en varios programas de televisión e incluso aceptó dar una serie de conciertos en Las Vegas. Pero en enero de 2019 anunció abruptamente que suspendería sus actuaciones hasta nuevo aviso.
Spears dijo recientemente que estaba «abochornada» por su imagen en el documental, en el que sus fans denuncian que está presa y aseguran que ha estado enviando peticiones de ayuda codificadas a través de sus redes sociales.
Dijo también que su padre y sus socios la amenazan con frecuencia. «Si no hago esto, lo que ellos me dicen que haga, lo que me obligan a hacer, entonces me castigarán», dijo. Igualmente aseguró que sus médicos le dan a la fuerza medicación que la hace sentirse «ebria», que no le permiten cambiarse en privado o conducir su propio coche.
Los abogados de Jamie Spears dicen que este ha hecho un excelente trabajo al administrar las finanzas de su hija. Pero un juez dictaminó en febrero que tanto el padre de Spears como la firma Bessemer Trust supervisarían las finanzas de la estrella del pop, negando el intento de Jamie Spears de mantener el poder exclusivo. En un comunicado leído en el tribunal, un abogado del padre dijo que a él le «apenaba escuchar que ella esté pasando por tanto dolor» y que quiere «mucho» a su hija.
