La Consejería de Salud murciana se encuentra realizando un seguimiento a los cerca de 200 invitados en una boda que tuvo lugar el pasado sábado, tras dar resultado positivo por COVID-19 el novio.
En contexto: el recién casado ha dado positivo en la prueba PCR que se le ha practicado a los trabajadores y usuarios del centro de menores de Alguazas, en Murcia. Hasta el momento se han contabilizado un total de 24 afectados (17 menores y siete empleados), siendo el contrayente uno de los integrantes de la plantilla de esta instalación.
Fuentes de este departamento regional han señalado que se realizarán todas las pruebas que el Servicio de Epidemiología considere necesarias para estudiar si hay contagiados entre los asistentes a la celebración que tuvo lugar en el salón Magna Garden, situado en la pedanía murciana de Zarandona.
Según fuentes cercanas a la celebración consultadas por The Objective, el novio se casó sabiendo que varios de sus contactos estrechos eran positivos en coronavirus y esperando el resultado de su propia prueba, de la que obtuvo el resultado el lunes, cuando el enlace se celebró el sábado y los resultados en la Región de Murcia tardan de media unos tres días en comunicarse al afectado.
Además del brote en su lugar de trabajo el novio, antes de la boda, participó en una reunión de amigos el 8 de agosto tras la cual varios de los asistentes mostraron síntomas de la enfermedad y se sometieron a las pruebas PCR, algo que estaba en conocimiento del contrayente. Sin tener esto en cuenta, el novio continuó con su vida social hasta el día antes de la boda.
A raíz de este brote de 24 contagiados, que obligará a nuevas cuarentenas de sus contactos estrechos, el Gobierno de Murcia ha decidido aplicar a los centros de menores los mismos controles que se realizan en las residencias de ancianos y que ya se aplicaban por normativa autonómica.
Por su parte, el Ministerio de Salud ha recordado que las bodas son actos de «elevado riesgo», por lo que ha vuelto a hacer una llamada a la prudencia y a extremar las precauciones, en un momento en el que se han registrado más de 16.000 nuevos casos desde el pasado viernes.
El decreto aprobado en junio por la Comunidad para regular las actividades durante la «nueva normalidad» de la crisis sanitaria por la COVID-19[contexto id=»460724″] señala que la ocupación máxima permitida es del 75% del aforo del local en el que tengan lugar, tanto si se trata de un local cerrado como si se trata de espacios al aire libre.
En todo caso, el número máximo de personas asistentes a la celebración será de 200 en el caso de locales cerrados y de 500 si son en espacios al aire libre, que deberán permanecer sentadas. En consecuencia, no podrá utilizarse la pista de baile para su uso habitual.
Como situación excepcional, en lugares al aire libre la cifra de asistentes podrá ampliarse hasta las 800 personas en aquellos casos en que los responsables elaboren un plan de actuación específico.
