THE OBJECTIVE
Banca

Las compras con pago aplazado cogen fuerza: sube un 30% su importe, a 89 euros

Casi la mitad de los españoles utliiza ya este sistema para adquirir bienes, que supera al crédito al consumo tradicional

Las compras con pago aplazado cogen fuerza: sube un 30% su importe, a 89 euros

Un usuario pagando una compra por internet. | Unplash

El pago aplazado en las compras a través de tarjetas coge fuerza en España, tanto en volumen de operaciones como en importe medio de las mismas. Las principales entidades y diferentes fintech están apostando por este negocio ante el auge de este sistema, que en otros países europeos ya ha madurado y que en el nuestro está empezando a despuntar, gracias a las posibilidades que ofrece la tecnología. Según señala a THE OBJECTIVE uno de los socios de la firma de Open Banking  francesa Algoan, Francois Gutierrez, el ticket medio de cada transacción de Compra Ahora paga Después (BNPL, por sus siglas en inglés) ha pasado de los 68 euros de 2020 a los 89 euros de 2021, lo que supone un 30% más. En 2019 este importe era de 64 euros.

Esta modalidad está experimentando un crecimiento exponencial gracias a los servicios que ofrecen compañías como Aplázame (de Wizink), Sequra, Klarna o Afterpay y que se espera que se acelere en los próximos años. Recientemente los principales bancos han unido sus fuerzas ante el interés mostrado por los ciudadanos y han lanzado ‘plazoX’, una herramienta por la que los consumidores que realizan sus compras de bienes puedan fragmentar su abono al instante utilizando la tarjeta de crédito.

Por ahora, de acuerdo con las estimaciones de distintos informes sectoriales, en el 4% de las operaciones de adquisiciones de bienes por internet que se realizan en España se utiliza el pago aplazado, pero se prevé que pueda alcanzar el 12% en 2024 y se sitúe en niveles parecidos a los de otros mercados, aunque lejos del alemán o los nórdicos, donde la penetración de esta funcionalidad ya se sitúa en el 19 y el 23%. Se estima, tal y como indica Gutierrez, que la actividad de BNPL alcance los 238.000 millones de euros en toda Europa dentro de cuatro ejercicios, siendo nuestro país uno de los motores de tracción por su dinamismo.

Impulso de las ventas por internet

El optimismo sobre el fraccionamiento de los pagos obedece al impulso que está teniendo el comercio electrónico, sobre todo después de la pandemia, y que de media un consumidor español gasta en sus compras online unos 4.000 euros al año, a través de 40 transacciones. Una cantidad que probablemente irá en aumento.

Ante este esperado ascenso de este negocio, el socio de Algoan considera necesario que se realice un buen análisis de la situación financiera de cada cliente (scoring), ya que en un futuro podría generarse una bolsa de morosidad de tal magnitud que podría suponer riesgos al sistema financiero. Por el momento, los impagos detectados con esta fórmula de compras son residuales y están permitiendo que en su conjunto estén descendiendo. Para ello, Gutierrez señala que los bancos tradicionales y las fintech pueden utilizar las herramientas de análisis de datos gracias al Open Banking.

El pago aplazado ha irrumpido especialmente en el segmento de población más joven, pero se estima que poco a poco vaya ampliando su esfera hacia personas de mayor edad, ya que es una solución que facilita la adquisición de determinados bienes y evita situaciones de descubierto en las cuentas. Sin embargo, al tratarse de una financiación, lleva aparejado un coste en forma de tipos de interés.

Casi la mitad lo usa

Un estudio de Algoan, publicado después del verano, concluía que el 43% de los españoles había solicitado este método de pago en sus compras, un porcentaje superior al de los italianos (33%) y portugueses (25%). Esta vía, de hecho, ya es más habitual que el crédito al consumo tradicional, con una penetración de 23% frente al 20% de préstamos.

Los españoles contratan el aplazamiento sobre todo para periodos de entre dos y seis meses, según el estudio de Algoan y de otras firmas especializadas, como Oney, pero en operaciones con importes altos la preferencia generalizada es alargar el fraccionamiento a diez o 12 meses. Los productos de tecnología y deportes son en los que más se usa el pago aplazado, aunque poco a poco los comercios van permitiendo esta modalidad gracias a los acuerdos alcanzados con los bancos y las fintech, ya que puede incrementar el volumen de ventas. Según algunas estimaciones, cuatro de cada diez establecimientos con comercialización digital facilita esta funcionalidad en las compras a sus clientes.

También te puede interesar
Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D