El cierre de oficinas bancarias castiga más a Tarragona, Barcelona, Gerona y Valladolid

El último cierre masivo de oficinas bancarias está afectando más a unas provincias que a otras. Tarragona se lleva la peor parte, pero otras como Barcelona, Gerona y Valladolid están viendo cómo de sus calles desaparecen sucursales de una manera significativa.

Según los datos recabados por THE OBJECTIVE, en el último año la red comercial de los grupos financieros en Tarragona se ha reducido en un 25%, casi el doble que en el resto del país (14,6%). De esta manera, la provincia tiene en la actualidad apenas 224 agencias. Casi igual de drástica ha sido el descenso en las otros dos territorios catalanes y en Valladolid, ya que el ajuste supera el 21%. En Barcelona el volumen de agencias se limita ya a 1.618, mientras que en Gerona, a 250; y en la demarcación castellana, a 227.

El cierre de oficinas puede ser mayor incluso, ya que no todas entidades han concluido con sus planes de ahorro de coste pactados con los sindicatos. Hasta finales de este año algunos de ellos estarían abiertos. El conjunto del sector clausuró en 2021 casi 3.300 de las algo más de 4.000 sucursales previstas. En la actualidad opera con poco más de 19.100, siendo el tercer país europeo con la mayor red por habitante.

Los bancos también han aplicado un disminución importante en otras zonas. En León y Salamanca, Murcia y Las Palmas asciende al 20%. En todos estos territorios ha influido que las entidades que han protagonizado fusiones tenían una fuerte implantación. Así, en Cataluña es líder CaixaBank, mientras que Unicaja domina en Castilla y León. Si bien, el recorte en estas zonas no se ha visto incentivado por el solapamiento de sucursales, ya que ni Bankia ni Liberbank contaban con arraigo en los mismos, salvo excepciones.

Cuenca, la única donde la red aumenta

Las cifras, publicadas por el Banco de España, ponen de manifiesto que Cuenca es la única provincia en la que los bancos han ampliado sus oficinas. Han abierto cinco nuevas, hasta las 195, aunque estas inauguraciones obedecen al crecimiento de cajas rurales. Éstas están aprovechando el hueco que están dejando las entidades más grandes. Hasta hace unos meses, en Albacete también se estaba ampliando la red bancaria, pero en la recta final del ejercicio pasado, se clausuraron ocho agencias, con lo que el total baja en una, hasta 230.

Con descensos superiores a la media nacional se encuentran otra serie de demarcaciones. Alicante, Cantabria, La Coruña, Lérida, Lugo, Madrid, Orense, Palencia, Tenerife, Segovia, Sevilla, Valencia, Zamora y Ceuta y Melilla. En todos los casos el descenso de oficinas es mayor al 14,6%.

Cuatro provincias, con menos de 100 agencias

Cabe destacar, si bien, que en cuatro provincias el número de sucursales ya es inferior al centenar tras el ajuste de los últimos meses. Estas son Palencia, Soria, Ávila y Segovia. Todas ellas, en la región de Castilla y León. En las dos primeras el volumen de red se limita a 81 agencias.

El cierre de locales provocó recientemente una campaña contra las entidades, con el fin de que pusieran medios para atender mejor a la población mayor y en zonas rurales. Una iniciativa que ha tenido su respuesta con la implantación de algunas medidas ante el daño de reputación. Entre ellas la ampliación de los horarios de la caja, que estaban restringidos a las primeras horas de la mañana.

Los bancos están analizando otras alternativas, entre ellas la instalación de cajeros multimarca en determinadas poblaciones donde no hay ni una sucursal. Hay que tener en cuenta que, tras el ajuste del decenio, en más de la mitad de los municipios españoles ya no hay una sucursal.

Las entidades, una vez finalicen el proceso aún abierto, no descartan dar una vuelta de tuerca a su red. Todo dependerá de la evolución de la demanda de la clientela y del impulso de la banca digital. Desde que inició la pandemia, el uso de la operativa por los canales a distancia ha experimentado un fuerte crecimiento. Y los expertos y el sector esperan que esta tendencia continúe. Eso sí, los banqueros sostienen que las sucursales seguirán siendo un centro básico para su negocio, principalmente para los productos más complejos y de valor añadido. Entre estos, las hipotecas, fondos de inversión y seguros.