El Gobierno ultima el decreto que subirá un 200% el canon digital a los móviles

El Gobierno ultima el decreto con las nuevas tarifas del canon digital que se aplicarán a dispositivos tecnológicos para compensar el almacenamiento de copias privadas de libros, películas, series, discos y todo tipo de contenidos digitales. Según ha podido confirmar THE OBJECTIVE con fuentes del sector, la idea es aprobarlo en el próximo Consejo de Ministros de este martes o, como tarde, antes de que finalice el mes. Ya se ha producido el dictamen del Consejo de Estado y se está pendiente de los últimos flecos e informes técnicos.

La principal novedad de este decreto -monitorizado principalmente por el Ministerio de Cultura- será el aumento del canon en la mayoría de los dispositivos que, en casos como en el de los móviles se triplicará (una subida del 200%) respecto de los precios que se venían pagando hasta ahora. Un coste que desde que en 2017 se traslada a los consumidores.

Una situación que ha sido duramente criticada por los fabricantes que indican que en el nuevo contexto digital, no tiene sentido pagar por una copia privada que casi ya no existe, ya que la inmensa mayoría de los usuarios consumen contenidos en streaming -como Netflix o Spotify- que no necesitan almacenamiento físico en ningún soporte.

67 millones en 2020

Este canon digital se ha convertido en una importante fuente de ingresos para las entidades de gestión. Pese a que representan un coste extra de un máximo de 5,5 euros por dispositivo, la recaudación total ha sido de 211,2 millones de euros desde que empezara a andar a mediados de 2017. El dato supera largamente lo que destinaban los Presupuestos a esta misma compensación, 20 millones en 2015 y 22,5 millones en 2016, frente a los más de 55 millones al año que se pagan desde que se atribuye el pago a los consumidores de dispositivos.

Sin embargo, aunque es imposible calcular el impacto de las nuevas tasas, las fuentes consultadas por este medio indican que si solo se triplica la tasa de los móviles -el dispositivo que más aporta a la caja común- se espera un alza en las cifras de 2020, donde se alcanzó el récord con 67 millones de euros, incluyendo el IVA. Una situación que según los fabricantes confirma que mantener el canon digital solo tiene un afán recaudatorio.

En la discusión de este nuevo decreto apuntaron a que el perjuicio efectivamente causado a los creadores -y estimado por el Gobierno entre 20 y 24 millones al año- fue superado largamente por lo que efectivamente se recaudó. "Los titulares de derechos están recibiendo una compensación muy superior al daño efectivamente causado", dicen los representantes de los fabricantes criticando el nuevo tarifario. Pese a ello, las fuentes consultadas indican que los precios establecidos en el Anteproyecto de Ley se mantendrán inalterables.

Canon de 2017

En medio del boom de la piratería de contenidos digitales, en 2001 la Unión Europea decidió autorizar una excepción al derecho exclusivo de reproducción en el caso de copias efectuadas por una persona física para uso privado y siempre que los titulares del citado derecho recibieran a cambio una compensación equitativa. Sin embargo, no fue hasta 2017 que España adaptó la normativa modificando la Ley de 1996 que realizaba una compensación equitativa a los creadores financiada con cargo a los Presupuestos Generales del Estado. Había entrado en vigor en 2008, pero la Audiencia Nacional lo tumbó en 2011 y fue restituida en agosto de 2017.

El Real Decreto de 2017 estableció un canon digital basado en el pago de una cantidad a satisfacer por los fabricantes, importadores y distribuidores de equipos, aparatos y soportes materiales de reproducción. De esta manera, los móviles, impresoras, televisores, reproductores de música o tablets debían pagar un canon que iba desde 1,1 euros hasta los seis dependiendo el soporte y de la cantidad de almacenamiento que pudiese contener.

En ese momento se reguló el procedimiento para hacer efectiva la compensación equitativa por copia privada, dejando en manos de entidades de gestión -a través de una ventanilla única- el pago del canon y estableciendo el reparto de este montante. Según la norma, los beneficiarios son autores y editores en la modalidad de libro; artistas, intérpretes y ejecutantes, autores y productores fonográficos en la modalidad de audio; y artistas, intérpretes y ejecutantes, autores y productores audiovisuales en la modalidad de vídeo.

Subida de los precios

Las entidades defienden también el reparto solidario de parte de lo recibido por este canon digital, ya que -indican- con parte de los ingresos por la copia privada financian planes de formación y especialización para jóvenes talentos, se ofrece asistencia social y sanitaria a miles de creadores necesitados y se promociona la cultura española en todo el mundo.

Respecto del montante del canon quedó regulado de manera transitoria con una lista provisional que debía fijar oficialmente en 2018. Sin embargo, la pandemia y las disputas entre los representantes de las entidades de gestión (AIE, AISGE, CEDRO, AMA o EGEDA) agrupados en ADEPI y Ametic y DigitalES en representación de los fabricantes y operadoras, han impedido que hasta la fecha se ponga en marcha este nuevo decreto con las tarifas actualizadas.

Cambios en el canon

¿Y qué cambia? Para empezar la lista original pasa de tener 104 productos a solo 40 con una evidente actualización forzada por los tiempos que corren. De esta manera, desaparece el pago por usar minidisc, llaves USB, fax y televisiones, aunque se encarece el canon de algunos productos.

Es así como los teléfonos móviles pasan de pagar 1,10 euros hasta los actuales 3,25 euros -sin discriminar su coste-; las tabletas pasan de 3,15 a 3,75 euros y además de que se incluyen los relojes inteligentes con un coste de 2,5 euros la unidad. Por otro lado, se reduce el coste de los ordenadores de 5,45 hasta los 5,32 euros y de las impresoras de 5,25 a 4 euros.

Otra de las novedades de este decreto de canon digital será la incorporación de editores de prensa como sujetos acreedores de la compensación equitativa, junto con los editores de revistas y partituras. Asimismo, se modifica la distribución de la compensación en la modalidad de fonogramas según la categoría del sujeto acreedor.