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La gran fábrica de litio en España alerta: «Sin ayudas y con trabas, la inversión se irá a EEUU»

Piden «competir en igualdad de condiciones». Se busca evitar lo que ocurrió en épocas pasadas con la dependencia del gas ruso o los chips chinos

La gran fábrica de litio en España alerta: «Sin ayudas y con trabas, la inversión se irá a EEUU»

La futura fábrica de transformación de litio en Extremadura. | Extremadura New Energies

El litio, el mineral clave para la fabricación de las instalaciones para la energía renovable, está enquistado hoy bajo las montañas de la Ruta de la Plata (desde Huelva hasta Orense). Extremadura se ha convertido en uno de los principales focos de atracción de las empresas para explotar este nuevo recurso esencial en el camino hacia la transición energética. Así, una de las grandes empresas inmersas en todo el proceso en España, Extremadura New Energies (ENE), que busca explorar el segundo yacimiento más grande de Europa, alerta de la necesidad de aumentar las ayudas y reducir las trabas burocráticas porque, si no, la inversión puede huir a Estados Unidos.

El país norteamericano ha presentado un plan, conocido como Inflation Reduction Act (IRA), que ofrece cuantiosas ayudas e incentivos a las compañías por invertir en su territorio. Un escenario que desde el sector temen y, para ello, piden «competir en igualdad de condiciones». Ramón Jimenez, CEO de Extremadura New Energies, atiende a THE OBJECTIVE. «En Estados Unidos, un proyecto cuesta la mitad -gracias a las ayudas a la construcción, las subvenciones o las deducciones fiscales-, lo que permite vender el litio mucho más barato que si se fabrica en Europa. De esta forma, mi litio no va a ser tan competitivo como el que se produzca en Estados Unidos. Voy a vender más caro y me comprarán menos».

Una situación que puede trasladarse a toda la cadena de valor que hay en torno al mineral. «En Estados Unidos ya hay empresas que están estableciéndose con las nuevas ayudas del IRA para la transformación del litio y la fabricación de baterías. De alguna forma, han hecho un viaje en su inversión, de una primera intención de invertir en Europa a hacerlo en Estados Unidos. Ellos han sido más ágiles, más flexibles y han puesto más dinero», asegura Jimenez. Un esquema, este último, que choca con el de Europa, caracterizado por su alto nivel de burocracia.

El reto que tiene por delante Europa, y en concreto España, es enorme. Se busca evitar que ocurra lo que pasó en épocas pasadas con el gas ruso o los microchips en China. Hace una semana, Extremadura New Energies obtuvo el permiso necesario para explorar la mina de litio de Extremadura, que les permitirá tener la licencia de explotación del yacimiento. Pero antes deberán demostrar que hay litio. De esto están seguros. «Está el mineral por dos razones: nuestra mina ya se explotó durante todo el siglo XX, además tenemos los análisis de 100 años donde sabemos dónde está el litio. Por otro lado, corroboramos hace dos años al 100% la existencia de litio con una serie de sondeos técnicos».

«La idea de la cadena de valor es reducir el CO2 que se emite y que el coste sea menor para hacer una industria competitiva», apunta Jimenez. Así, cada batería que se produzca va a llevar una especie de contador que medirá la cantidad de dióxido de carbono que se ha producido en dicha fabricación. Después de todo el proceso, el código reflejará el número de toneladas de CO2 que se han utilizado y este puede aumentar si la fabricación de la batería ha ido saltando por diferentes países hasta su resultado final. Lo que afectará al consumidor, que pagará un impuesto por esta emisión: cuanto mayor sea, más se pagará.

Extremadura New Energies se encarga, según comenta Jimenez, de «extraer el litio de la mina y triturarlo para más tarde pasarlo por un proceso nuevo -que tienen patentado- y que utiliza aguas residuales y energías renovables, sin ácido sulfúrico, hasta obtener 20.000 toneladas al año de hidróxido de litio (clave para la producción de baterías) que permite la fabricación de 500.000 coches Tesla Modelo 3 durante los próximos 30 años».

La gran fábrica de litio

El objetivo del proyecto de Extremadura New Energies es «generar una nueva industria asociada al procesamiento de hidróxido de litio en Cáceres para evitar la dependencia energética que sufre Europa de terceros países». El litio -que está considerado como un mineral clave y estratégico a nivel mundial para el desarrollo de las energías renovables- se obtiene en unos pocos destinos muy selectos del planeta.

Extremadura se ha convertido en el polo de atracción de la industria relacionada con el litio. De hecho, en Cañaveral (al norte de Cáceres capital) hay un segundo proyecto para explorar una mina de litio. Por otro lado, existe también un proyecto de una gigafactoría de baterías de litio en Navalmoral de la Mata (al este de la comunidad autónoma) que lidera la empresa china Envision con Acciona.

Existen plataformas -como Salvemos la Montaña de Cáceres- que han criticado la mera exploración del litio por lo que podría suponer para el medio ambiente. Sin embargo, desde el punto de vista ecológico, este tipo de fábricas que se estudian levantar en España atraviesan una amalgama de procedimientos y tramitaciones medioambientales que son mucho más exigentes que los que se ejecutan hoy en otros territorios, como en África o Asia.

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