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Consumo

Qué es el libro de familia digital y cómo funciona

Sustituye al tradicional libro de familia en papel y finiquita las visitas al Registro Civil para notificar cualquier incidencia

Qué es el libro de familia digital y cómo funciona

El libro de familia tradicional es ese cuadernillo azul oscuro que recoge a todos los miembros de la unidad y refleja las circunstancias familiares, con lo cual, además del matrimonio, cualquier modificación en cuanto a nacimientos o defunciones debía notificarse para ser incluida en sus páginas. Ese documento, que ilusiona especialmente a las nuevas familias, puede parecer un tanto intrascendente pero se hace necesario para diferentes trámites que van desde solicitar una beca, una guardería o pedir el título de familia numerosa, a algo más rotundo como divorciarse. Pero lo cierto es que el libro de familia en papel ya no existe. Los que se expidieron continúan siendo válidos, pero las nuevas familias ya no lo tienen, puesto que ese libro de familia tradicional ha sido sustituido por el digital. La Ley 20/2011 del Registro Civil aún convivía con otra de 1957, pero una década después y tras nueve modificaciones, la nueva normativa entró en vigor el 30 de abril del pasado año y ya no habrá nuevos libros de familia en su versión física, la de toda la vida, pero los ya expedidos siguen siendo legales y teniendo validez.

Una base de datos virtual los sustituye. En ella se incluye un registro individual para cada persona donde figura un extracto con todos los datos de la vida civil de cada miembro, a los que se les asigna un código personal para realizar gestiones. Se plantea un Registro Civil informatizado único para toda España y accesible electrónicamente, lo cual en principio convierte en excepcional tener que desplazarse al Registro Civil. Las administraciones públicas son quienes se encargan del envío de la información necesaria para las inscripciones de nacimientos o defunciones, que facilitan los hospitales; los matrimonios, que aportan los ayuntamientos; y las incidencias en notarías y juzgados. De esta manera, la eficacia del documento gana puntos, puesto que se suprime el sistema de división del Registro Civil en secciones y se preserva en mayor medida el derecho a la intimidad. Pero, sobre todo, se amplían las posibilidades del documento, ya que gracias a esta versión digital se pueden efectuar gestiones desde cualquier punto de España u obtener certificaciones telemáticas en cualquiera de las lenguas oficiales del Estado.

Los problemas del papel

El registro individual se abre con una nueva inscripción o primera incidencia y posteriormente se van añadiendo cronológicamente todas las novedades a las que tenga acceso el Registro Civil. El libro de familia digital es gratuito, como ya lo era la obtención del tradicional, y su gran objetivo es simplificar y reducir los procedimientos administrativos y adaptar el servicio a un concepto de familia diferente y a una realidad mucho más tecnológica. Además, el libro familiar de siempre suscitaba algunos problemas que parecen quedar resueltos con el digital.

En caso de pérdida, por ejemplo, la única manera que había de conseguir un nuevo libro de familia era solicitar un duplicado de manera presencial y además en el mismo Registro Civil que lo había expedido, un hecho que si uno había cambiado de residencia a otra comunidad autónoma suponía todo un contratiempo. También, al de tratarse de un librito con páginas que requería de ser fotocopiado para los diferentes trámites, conllevaba que en muchas ocasiones se deteriorase e igualmente hubiera que acabar pidiendo otro. Pero sin duda la circunstancia polémica más habitual se daba en caso de divorcio. En muchos de los no amistosos quedarse con el libro de familia era otro objeto más de litigio y, al menos en el caso de existir hijos, uno de los dos cónyuges se veía obligado a solicitar un nuevo libro, con los consiguientes desplazamientos y trámites.

Cómo gestionarlo

El libro de familia digital se le abre a cada recién nacido, al que se le asigna un código personal, y posteriormente habrán de actualizarse los hechos relativos a su identidad, como el estado civil. Se basa en un modelo que prioriza el historial individual «por encima de la constatación territorial de hechos concernientes a las personas». Por eso se prioriza el historial de cada individuo, al que se libera así de cargas administrativas, y se le aporta  un «derecho fundamental a la intimidad con el carácter público del Registro Civil». Pero, ¿qué pasa con las parejas no formalizadas? Al margen de los datos de nuevos matrimonios o parejas de hecho que lleguen al Registro y sean incluidos en nuevos registros, las parejas que no estén sujetas a esas circunstancias y tengan hijos también pueden tenerlo, aunque deberán solicitarlo en el Registro Civil.

Algunas parejas que no han formalizado legalmente su relación se deciden a pedirlo cuando se convierten en padres para no renunciar a las ventajas que puede aportar, por ejemplo a la hora de hacer solicitudes a las distintas administraciones. Debe pedirse en el Registro Civil que corresponda y para cualquier incidencia relacionada con este documento se puede acceder al portal del Registro Civil o bien hacerlo a través del Ministerio de Justicia, donde también se reseña cuál es el Registro Civil que nos corresponde. Con el libro digital se acaba también con el desfase de los libros jamás actualizados que generaban confusión, pero además las administraciones nos lo solicitarán menos puesto que tienen a su alcance el acceso a la base de datos. Pero no es para su uso exclusivo, ya que cualquier ciudadanos también puede consultar todos los datos que han sido incorporados al libro de familia digital y comunicar cualquier anomalía para que sea subsanada.

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