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Economía

Irán reanuda el enriquecimiento de uranio y EEUU califica la decisión de "chantaje nuclear"

Teherán se limita por el momento a producir uranio enriquecido a un 4,5% máximo, muy lejos del 90% necesario para un uso militar

Irán reanuda el enriquecimiento de uranio y EEUU califica la decisión de «chantaje nuclear»

Irán ha anunciado reanuda sus actividades de enriquecimiento de uranio en su planta de Fordo (180 km al sur de Teherán), inactiva desde la entrada en vigor del acuerdo de Viena sobre el programa nuclear iraní firmado en 2015, según ha confirmado el presidente Hasan Rohani. Una decisión que ya ha sido calificada de «chantaje nuclear» por Estados Unidos.

La República Islámica pone en marcha sus actividades de enriquecimiento de uranio apenas un día después de que expirara el plazo que dio Teherán a sus socios del acuerdo para que le ayuden a esquivar las consecuencias de la retirada de Estados Unidos de este pacto en 2018.

El presidente iraní ha precisado que las actividades nucleares en Fordo seguirían siendo controladas por el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), al igual que el resto de las actividades nucleares iraníes.

La portavoz del departamento de Estado estadounidense, Morgan Ortagus, ya ha denunciado «un claro intento de chantaje nuclear» por parte de Teherán y ha asegurado que esta decisión «solo profundizará su aislamiento político y económico» y que Washington continuará ejerciendo «su máxima presión» sobre el régimen para negociar un nuevo acuerdo.

Por su parte, la Unión Europea ha instado a Irán a que revoque la decisión, que según e Gobierno francés «es contraria al acuerdo» de Viena.

En virtud del acuerdo de Viena, Teherán aceptó reducir drásticamente sus actividades nucleares –para garantizar su carácter exclusivamente civil– a cambio de un levantamiento de una parte de las sanciones internacionales que asfixian su economía.

La retirada de Estados Unidos del acuerdo y la política del presidente Donald Trump contra Teherán –principalmente a través de un arsenal de sanciones– privan a Irán de los beneficios económicos que esperaba obtener del pacto.

La República Islámica asegura que desea la supervivencia del acuerdo de Viena y está dispuesta a volver a aplicar completamente sus compromisos en cuanto las otras partes (China, Francia, Rusia, Reino Unido y Alemania) respeten los suyos, tomando medidas concretas para responder a sus peticiones.

Irán exige especialmente poder exportar su petróleo, pues las sanciones estadounidenses le han hecho perder la casi totalidad de sus clientes tradicionales. Las sanciones estadounidenses han sumido a la economía iraní en una recesión. «El mundo debe saber que la gran nación de Irán es resistente: resiste y negocia al mismo tiempo», ha remarcado Rohani.

Durante las tres primeras etapas de su respuesta a la retirada estadounidense, Irán comenzó a producir uranio enriquecido a un nivel superior al límite de 3,67% fijado por el pacto, se liberó del limite de 300 kilos que este impone a sus almacenamientos de uranio poco enriquecido, y activó la producción de centrifugadoras avanzadas.

El lunes, la República Islámica indicó que había acelerado su ritmo de producción de uranio poco enriquecido durante los últimos dos meses, y que había obtenido ahora 5 kg por día de esta materia.

Teherán se limita por el momento a producir uranio enriquecido a un 4,5% máximo, muy lejos del 90% necesario para un uso militar.

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