Lugares a menos de hora y media de Madrid para disfrutar de un pícnic en la naturaleza

Una de las grandes características de España es su diversidad de paisajes. Además, esto permite que cualquier época del año sea buena para poder conocer impresionantes bosques, zonas montañosas, riberas de ríos, playas, acantilados e incluso pueblos ancestrales. Una opción cada vez más extendida para conocer estas zonas y disfrutar de la naturaleza es ir de pícnic.

Esta forma de turismo permite combinar gastronomía con las panorámicas, los sonidos y los aromas propios del entorno, una opción perfecta para disfrutar en familia, con amigos o incluso solo. De esta actividad han hablado los escritores César-Javier Palacios y Antonio Sandoval, coautores de la guía Pícnic por España. Más de 100 propuestas (geoPlaneta).

Según ellos, esto no es sólo buscar un lugar bonito, sacar la vajilla y empezar a comer; hay que elegir el paisaje, empaparse de la biodiversidad que lo forma, disfrutar de los sonidos de la naturaleza y conocer el lugar. «Sólo entonces nuestro sentido del gusto está preparado para saborear de verdad lo que nos llevemos a la boca y sólo entonces estaremos disfrutando de un verdadero pícnic», explican los escritores según ha recogido El Mundo.

En este sentido, estos son algunos de los lugares que incluyen Palacios y Sandoval en su guía. Todos ellos están a menos de hora y media en coche de Madrid, para quienes quieran hacer una escapada rápida de la capital.

Puerto de Canencia, Madrid

El puerto de Canencia está situado a una hora al norte de Madrid, después de Miraflores de la Sierra. Esta zona está repleta de pinos, abedules, acebos y tejos a 1.500 metros de altitud y representa una de las mejores opciones para huir del calor en la naturaleza. Tiene una zona recreativa, rodeada de bosques y senderos que permiten relajarse y comer algo además de perderse en la naturaleza.

Algunos de los paisajes que ofrece esta zona son miradores, fuentes de piedra, amplias praderas y numerosas cascadas que crea el arroyo de Sestil de Maíllo en su descenso entre rocas por el puerto. Estos paisajes, además, están dentro del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.

Las Becerras, Toledo

En la zona más abrupta del Parque Nacional de Cabañeros, a unos 140km de Madrid, está el merendero de Las Becerras. Rodeada de bosques, a la sombra de los Montes de Toledo y a unos 12km de Los Navalucillos (Toledo), esta es otra de las ubicaciones ideales para disfrutar de un pícnic en la naturaleza.

El río Pusa dibuja un entorno marcado por frondosos castaños, nogales, jaras y brezos. Todo ello lo hace ideal para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Una de las rutas más recomendadas de la zona es la que lleva a los Chorros de Los Navalucillos, que empieza junto al gran aparcamiento de la zona. Esta senda de montaña desemboca, después de una caminata de aproximadamente hora y media, en una cascada de 18 metros de caída.

Pero la ruta no acaba aquí: al llegar allí es posible seguir hasta la Chorrera Chica y el pico del Rocigalgo (el más alto de los Montes de Toledo). Esto supone unas dos horas más de recorrido para llegar hasta allí.

Valdemaqueda, Madrid

Cerca de la localidad de Valquemada, a unos 77km al oeste de Madrid, existen praderas verdes con frondosos árboles que riega el río Cofio. Esto es en la zona del Puente de la Mocha, en la Sierra Oeste de Madrid y casi haciendo frontera con Ávila. Ahí hay una zona recreativa y un merendero junto al río que están muy bien cuidados e invitan a la visita.

Este lugar es el ideal apra reponer fuerzas y poder hacer una ruta circular de 8km entre el pueblo de Valdemaqueda y el famoso puente de la Mocha, que tiene origen medieval. Esta senda es apta para todos los públicos y es posible extenderse incluso un poco más para llegar a algunos miradores de la zona, como los del risco Grande y el de Santa Catalina. También es visita obligada la cascada del Arroyo de la Hoz.

Barrancas de Burujón, Toledo

El Tajo ha dibujado un de los paisajes más sorprendentes de la provincia de Toledo a su paso, durante los diferentes siglos, por los municipios de Albarreal de Tajo, Burujón y La Puebla de Montalbán. Esto es las Barrancas de Burujón y Calaña, catalogadas como monumento natural. Este conjunto de barrancos de arcilla rodean el embalse de Castejón que es digno de conocer.

A pocos pasos de Las Barrancas está el Merendero del Mirador de los Enebros, que permite acceder fácilmente y a pie a los miradores. Todos ellos ofrecen unas vistas increíbles del entorno natural de la zona.

Pelegrina, Guadalajara

En pleno Parque Natural del Barranco del Río Dulce y al sur de Sigüenza está el pueblo de Pelegrina. Lo domina el castillo en ruinas desde el que es posible disfrutar de unas increíbles vistas del valle del Río Dulce. Además, a unos 10 minutos andando de este lugar y a las afueras del pueblo está el Mirador de Pelegrina.

Cuenta con un merendero y desde él salen los senderos para ver el cañón del Río Dulce. Uno de ellos es el de la Hoz de Pelegrina, que lleva al barranco al seguir el curso del río. La ruta de ida son algo más de 3 km que atraviesan el refugio Félix Rodríguez de la Fuente y el mirador del mismo nombre.

Valle de Valsaín, Segovia

Situada en la vertiente segoviana de la Sierra de Guadarrama, a 75 km de Madrid, está esta área de frondosos bosques de pinos. La zona, también a 3 km de la Granja de san Ildefonso, está dominada por los Montes de Valsán (declarados Reserva de la Biosfera) y el río Eresma. Este es uno de los lugares más visitados por los madrileños para disfrutar de la naturaleza, ya que ahí está también la ruta de la Boca del Asno, uno de los senderos más populares y bonitos del Valle de Valsaín y del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.

Es posible empezar la ruta desde el propio pueblo de Valsaín, siguiendo el curso del río durante unos 5 km. A medio camino hay un área recreativa llamada Los Asientos, que cuenta con merenderos y servicios. Unos kilómetros más adelante es donde está la Boca del Asno, donde también hay un aparcamiento, zonas infantiles y el Centro de Visitantes Valle de Valsán-Boca del Asno. Desde aquí es posible acceder al conjunto de pozas y cascadas que forma el Eresma.