Díaz abre la puerta a los 'díscolos' de Podemos si no hay pacto: «En Sumar cabe todo el mundo»

La vicepresidenta del Gobierno y candidata a la Presidencia con Sumar, Yolanda Díaz, sigue dibujando las líneas maestras y las barreras de su nuevo proyecto político, cuyo primer bache se encuentra en las reticencias de Unidas Podemos a sumarse si no se cumplen sus demandas. Al respecto, la gallega no ha cerrado la puerta a un posible pacto entre ambas formaciones, aunque ha abierto la puerta a los cargos de los morados que deseen unirse a ella si no alcanzan un acuerdo con el que concurrir a las generales.

Lo ha explicado en una entrevista realizada entre el viernes y el domingo en el diario El País, donde la vicepresidenta ha lamentado la ausencia de los de Ione Belarra en el acto celebrado en El Magariños, donde fue arropada por más de 6.000 personas, entre ellas algunos de los principales cargos de la izquierda española como Ada Colau, Mónica García e Íñigo Errejón; todos afines a Podemos en el pasado.

Durante la conversación, la titular de Trabajo ha rechazado entrar al ataque frontal con los morados y ha apostado por mantener abiertas las puertas de Sumar con el objetivo de convertirse «en la primera mujer Presidenta del Gobierno» sin «tutelas». «No es un proyecto al lado de nadie ni un proyecto complementario», ha explicado al ser cuestionada acerca de las presiones del exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, a través de sus redes sociales y diferentes medios de comunicación, donde demandaba que el proyecto de Díaz contara con primarias bilaterales únicamente con su partido.

Sobre esta cuestión, Díaz ha sostenido que ella ha mantenido siempre la importancia de llegar a un pacto de izquierdas con ellos y desliza que el fracaso en las negociaciones no puede ponerse sobre sus hombros, mucho menos a su actitud. Considera que deben «estar a la altura de las circunstancias» y ceder en esta cuestión, aunque al tiempo se ha mostrado con dudas sobre las posibilidades reales al no lograr que los morados renuncien a un proyecto de primarias que, según parece ser, no cumple con las suficientes «garantías democráticas».

«Sumar desde el principio quiere primarias con participación ciudadana, pero no bilaterales con Podemos. Tenemos que participar todos. Sumar ya está sumando. […] Pero si alguien no quiere estar, lo digo con absoluto respeto, no me compete a mí decir por qué», ha explicado.

Díaz se separa de Podemos e Iglesias

Sobre su relación con el exvicepresidente del Gobierno, Díaz ha asegurado que no hablará mal de él en público a pesar de los mensajes que este ha lanzado en diferentes plataformas en contra de Sumar e incluso de la propia vicepresidenta en repetidas ocasiones en las que no se ha adscrito a los postulados de Podemos.

La gallega ha reprochado el feo gesto de haberla designado hace años como su sucesora sin contar con su sí para ello —aunque sostiene que se «guardará» sus sentimientos personales, los intentos de influir en sus decisiones —en contra de su «libertad»— y desvela que llevan sin hablar desde enero de 2023, cuando ambos se vieron para despachar sobre «España, de Sumar, de la política española».

Durante la conversación, la candidata a la Presidencia del Gobierno ha explicado las que serán sus principales propuestas de cara a un posible futuro Ejecutivo con ella al frente y ha moldeado un perfil propio en algunas de las decisiones más trascendentales de la coalición como la postura en la guerra de Ucrania o la ley del solo sí es sí.

Sobre el conflicto, la vicepresidenta ha mostrado su apoyo a Kiev. Y aunque ha sido reticente a la hora de admitir de forma explícita su postura favorable al envío de armamento y carros de combate, la líder de Sumar se ha colocado junto a las decisiones de los aliados europeos, aunque siempre apostando por el diálogo entre ambas potencias con el objetivo de que Rusia abandone el país que trata de ocupar desde febrero de 2022.

Montero sabía de la rebaja de penas

En cuanto a la norma estrella del Ministerio de Igualdad, que ha causado más de 700 rebajas de penas y casi un centenar de excarcelaciones a delincuentes sexuales, la vicepresidenta ha admitido que el objetivo de la norma buscaba un cambio en las condenas de los agresores y ha asegurado que la ministra Montero sabía que iba a ocurrir —o, al menos, debería haberlo sabido— y por ello no tiene sentido, a su parecer, las acusaciones de machismo sobre la magistratura ni los calificativos sobre el Código Penal «de La Manada».

«Todas las personas que han trabajado en esa norma sabían que alteraba el sistema de penas. Es como la reforma laboral. Yo he alterado el sistema de contratación en España para combatir la temporalidad. Lo sé, tenía muy claro dónde estaban los riesgos, y se explicó».

Finalmente Díaz se ha comprometido a resolver los problemas de la vivienda en España, a diseñar un nuevo modelo que asegure los «derechos medioambientales de los españoles» o su oposición a las devoluciones en caliente como las emprendidas por el Ejecutivo del que forma parte. Además, ha asegurado que de haber fracasado la votación de la reforma laboral —que salió adelante gracias al error del diputado del PP Alberto Casero— habría dimitido.