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La renuncia de dos ediles del PSN aboca a una ajustada votación en la moción de Pamplona

La moción de censura para entregar la vara de mando a Bildu contará con 15 apoyos, uno más de la mayoría necesaria

La renuncia de dos ediles del PSN aboca a una ajustada votación en la moción de Pamplona

El secretario de Organización del PSN-PSOE, Ramón Alzórriz. | Europa Presss

A solo 48 horas de la moción de censura en Pamplona contra UPN para entregar la vara de mando a EH Bildu tras su acuerdo con el PSN (PSOE de Navarra), aumenta la tensión en las filas socialistas, si bien nada hace pensar a estas horas que el relevo en el consistorio pueda descarrilar. Lo que sí se prevé es una votación más ajustada, toda vez que la renuncia al acta de dos miembros del PSN que por orden en la lista electoral debían sustituir a la ministra Elma Saiz como concejal impedirá a esta formación, por una cuestión de plazo, contar con sus cinco votos y podrá hacer uso de solo cuatro, según publica El Diario de Navarra. Esta circunstancia, sobrevenida por el reciente nombramiento de Saiz -anterior edil- al frente de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, no afectará al resultado.

Primero ha renunciado a tomar posesión como concejal Tomás Rodríguez, que ocupó el sexto puesto en la lista, y su decisión responde a los «constantes señalamientos, ataques y presiones» de UPN, según ha informado el PSN. La siguiente en la lista, María José Blasco, ha rechazado también al puesto, y será Miguel Matellanes, octavo en el listado, quien finalmente tome el acta, si bien lo hará después de la moción, por lo que no podrá participar en la votación. Matellanes, pamplonés de 23 años, es estudiante de Derecho y Ciencias Políticas por la UC3M y exasesor parlamentario en el Parlamento Europeo.

Así pues, la moción de censura contará con cuatro votos socialistas, que sumados a los ocho ediles de EH Bildu, los dos de Geroa Bai y uno de Contigo Zurekin (marca de Podemos en la comunidad), sumarán 15 apoyos, uno más de la mayoría absoluta necesaria para desalojar a Cristina Ibarrola de la Alcaldía y colocar en su lugar al bildutarra Joseba Asirón, que regresa al consistorio tras ocupar ese mismo cargo entre 2015 y 2019.

El PSOE lo desvincula de su pacto con Bildu

Desde el PSN, en cualquier caso, niegan que la renuncia de estos dos cargos a su acta de edil tenga nada que ver con supuestas críticas en el seno de la formación por su acuerdo con la formación abertzale, como asegura UPN. Al contrario, pues el secretario de Organización del PSN, Ramón Alzórriz, apunta a la formación conservadora y denuncia sus «continuas presiones ejercidas propias de otros tiempos y totalmente cuestionables democráticamente».

El socialista incide en el señalamiento realizado por la propia alcaldesa Ibarrola en rueda de prensa, donde directamente hizo alusión a Rodríguez y profirió «descalificaciones contra el Partido Socialista». También ha afeado los «continuos ataques desde las diferentes redes sociales y medios afines en los que se ha señalado a través de fotografías a los concejales PSN-PSOE».

«Los señalamientos, que es lo que van a promover ahora las derechas, vestido de un discurso moral y patriótico, son discursos muy peligrosos, de otros tiempos que nunca deberían volver», ha explicado Alzórriz en declaraciones recogidas por EFE. Con todo ello, el dirigente socialista navarro entiende que UPN «debe dejar el camino destructivo, asumir las reglas del juego y no marcar al que piensa diferente».

Opinión distinta le merece a UPN. El presidente de la formación, Javier Esparza, ha reaccionado a las palabras de Alzórriz, que considera «el colmo del cinismo». En un comunicado, Esparza ha pedido al PSN que «deje el victimismo y empiece a asumir que la decisión de aliarse con Bildu para regalar el Ayuntamiento de Pamplona a Asiron repugna incluso a sus propios cargos públicos, además de repugnar a muchos votantes socialistas que no comparten la traición de los dirigentes de un partido que les mintió en la campaña electoral». «Si de verdad Alzórriz considera que UPN ha acosado al PSN, que lo denuncie en comisaría o que deje de hacer el ridículo», ha añadido.

Por otro lado, Javier Esparza ha afirmado que «el PSN de nuevo pretende comparar a UPN con la antigua Herri Batasuna, lo que todavía le hace perder más credibilidad en la sociedad navarra, que conocen perfectamente cómo se comportaban unos y cómo nos comportamos otros». «UPN jamás ha ejercido la violencia contra nadie. UPN jamás ha jaleado a asesinos. UPN jamás ha incluido a terroristas en sus listas electorales. Eso es algo que sí que hacen los socios de María Chivite y de Ramón Alzórriz, esos a los que le van a entregar la Alcaldía de Pamplona», ha criticado.

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