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Podemos investiga la relación de Díaz y su entorno con la empresa Navantia en Ferrol

El marido de la ministra trabaja para la constructora después de que ella nombrara consejero a una persona de confianza

Podemos investiga la relación de Díaz y su entorno con la empresa Navantia en Ferrol

Yolanda Díaz.

Podemos investiga la relación de Yolanda Díaz y su entorno con la empresa pública Navantia. Hace una semana trascendió la noticia de que la ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda había interrumpido su relación matrimonial con su marido, Juan Andrés Meizoso. Las informaciones destacaban que Meizoso ha vuelto a residir en Galicia, donde Navantia cuenta con una importante sede en Ferrol, en la que se ha incorporado recientemente para trabajar como delineante. Díaz nombró en 2021 a uno de sus asesores como consejero de la empresa pública. Podemos quiere aclarar si la ministra con la que ahora compite electoralmente pudo enchufar a su marido antes de la separación. Díaz es originaria de Ferrol, donde ejerció sus primeros cargos políticos en el Ayuntamiento de la ciudad donde tiene sede la empresa encargada de construir los barcos de la Armada.

En Podemos están analizando la trayectoria profesional de Meizoso, con su desembarco en Navantia, y también el de otro colaborador estrecho de la ministra, Manuel Lago. Este último, un economista gallego muy conocido en el entorno de Díaz, fue amigo íntimo del padre de la ministra, Suso Díaz, líder sindical de Comisiones Obreras entre los astilleros de Ferrol cuando Navantia se llamaba Astano. Para Díaz, Lago es una persona de máxima confianza que ahora ha heredado el escaño en el Congreso dejado libre por Marta Lois, quien ha dejado la portavocía en el Congreso para ejercer de candidata de Sumar a las elecciones gallegas. Según las fuentes consultadas, Díaz aprobó la vuelta a Galicia de Lois para otorgar a Lago un puesto en el Congreso como reconocimiento por su trayectoria y amistad.

Sea como fuere, lo cierto es que Lago trabajó de asesor de la ministra -fue director adjunto del gabinete de la ministra- y colaboró en el equipo de experto que negoció con el ministerio de Economía las subidas del SMI antes de ser nombrado por el Ministerio como consejero de Navantia. Era febrero de 2021, y ese nombramiento despertó la crítica de la oposición, que habló de «nepotismo» por parte de Díaz en su nombramiento. Navantia es una sociedad pública española dedicada a la construcción naval civil y militar, y en la actualidad es la principal contratista de la Armada española. Tiene 40.000 trabajadores y genera el 80% del empleo del sector naval, y en Ferrol pronto se construirá un nuevo buque de la Armada.

Sospechas de nepotismo

En Podemos están analizando las trayectorias de Lago y Meizoso para aclarar si hubo algún tipo de trato de favor hacia el exmarido de Díaz. Los morados aseguran que después de la entrada en el Gobierno, cuando Díaz tuvo que mudarse a Madrid (se instaló en un piso del Estado), su marido la acompañó. En ese momento, según argumentan las fuentes consultadas, Díaz pidió a la dirección de Podemos todavía controlada por Pablo Iglesias que la formación le encargara algunas tareas, y que él las desempeñó. Hasta que estalló la guerra entre Díaz y la nueva cúpula de Podemos, liderada por Ione Belarra e Irene Montero.

Podemos quiere aclarar si después Díaz intercedió para que Navantia le contratara. Y cuáles son los vínculos con esta empresa de la ministra de Trabajo. Los morados creen que no es creíble que Meizoso fuera contratado sin ningún tipo de favoritismo, pues llevaba muchos años sin un trabajo estable. La sombra de sospecha es palpable en el partido morado sobre esas coincidencias.

Así los morados están buscando indicios y argumentos para señalar a Díaz y cómo su entorno sigue vinculado a una empresa pública con un facturado multimillonario. Y en el trasfondo se hallan todo tipo de dudas y preguntas sobre quién y cómo está financiado la campaña gallega de Sumar y la puesta en marcha del partido. El año pasado, en Podemos circulaba la tesis de que Sumar gozaba de un presupuesto millonario (se habla de hasta tres millones de euros, que según los morados la propia Díaz había desvelado a un grupo de consultores) para la campaña del 23-J.

Podemos en definitiva afila sus espadas de cara a las elecciones europeas, donde afrontará una verdadera encrucijada en una pugna directa con Sumar. Los morados esperan que Sumar pinche en los comicios gallegos del próximo 18 de febrero para demostrar que el proyecto político de Yolanda Díaz está inflado. Y de ahí buscar un viento de cola para lanzarse a por la campaña de las europeas reivindicando su papel de izquierda autónoma y firme. Y para ello el partido morado está dispuesto a lanzar todos los dardos a su disposición, incluso aquellos datos más comprometedores para sus adversarios y que todavía no han salido a la luz.

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