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«Estoy deseando volver a verte para comerte esos pechos»: las cartas de Galdós a Pardo Bazán que siguen ocultas

«Estoy deseando volver a verte para comerte esos pechos»: las cartas de Galdós a Pardo Bazán que siguen ocultas

Wikimedia Commons | Wikimedia Commons

El destino que corrieron las apasionadas cartas que Benito Pérez Galdós escribió a su amada Emilia Pardo Bazán es un misterio e, incluso, se barajó la posibilidad de que hubieran sido destruidas. Pero un librero anticuario de Madrid asegura que hay 80 de ellas en una biblioteca particular.

En contexto: Benito Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 10 de mayo de 1843-Madrid, 4 de enero de 1920) y Emilia Pardo Bazán (La Coruña, 16 de septiembre de 1851-Madrid, 12 de mayo de 1921) mantuvieron una relación de amistad a lo largo de muchos años, pero durante dos fueron amantes, mientras ella estaba casada, y su correspondencia epistolar fue fogosa.

De las cartas que la escritora gallega envió a Galdós se conservan poco más de 90, pero las que el autor de Los Episodios Nacionales escribió a su amada no se encuentran. Hay muchas teorías, e incluso se ha dicho que Carmen Polo las quemó cuando llegó al Pazo de Meirás, donde anteriormente vivía Emilia Pardo Bazán.

Y cuando está a punto de finalizar el año en el que se ha celebrado el centenario del nacimiento de Benito Pérez Galdós, el librero anticuario Guillermo Blázquez, perteneciente a la Asociación de la Cuesta del Moyano de Madrid, sostiene que no están en paradero desconocido, sino «privado» porque las vio hace 30 años en una biblioteca particular, que no revela. Los propietarios de las cartas no quieren hacerlas públicas ni quieren venderlas, algo que el librero lleva intentando todos estos años.

«Son bastantes, unas 80, no todo el epistolario que debió de ser muy amplio. Eran cartas subidas de tono, no eróticas, pero sí contenían comentarios que podían resultar excesivamente fogosos para la época. En una de ellas leí que Galdós le decía: estoy deseando volver a verte para comerte los pechos. Los propietarios son coleccionistas y puedo asegurar que tenían las cartas y que éstas aún existen», cuenta Blázquez.

¿Cuál es la razón por la que sus actuales propietarios no quieren hacerlo público ni venderlas?. Blázquez lo desconoce. «Intenté comprarlas cuando me las mostraron. Me las enseñaron en secreto y me pidieron discreción, motivo por el que no voy a dar el nombre, no puedo», insiste el anticuario, que sigue manteniendo relaciones comerciales con esta biblioteca particular, a la que sigue comprando algunos libros.

«Me las enseñaron con mucho misterio», recuerda. Estos coleccionistas particulares no solo tienen cartas de Galdós, sino también de otros autores, tanto libros como cartas y documentos. A veces si el propietario si es un coleccionista «las tiene como una joya y no quiere deshacerse de ellas. Es normal, otra cosa es que las tuviera un comerciante, pero no es el caso», aventura.

Las cartas que Emilia Pardo Bazán escribió a Galdós se recopilaron primero en una biografía escrita por Carmen Bravo Villasante y, posteriormente, a través de Miquiño mío, Cartas a Galdós (Taurus, 2013), de Isabel Parreño y Juan Manuel Hernández.

Isabel Parreño ha señalado a EFE que no es raro que aparezcan cartas así aunque si considera extraño «que durante 30 años las tenga guardadas, porque desde 2013 -cuando salió el primer recopilatorio de las cartas de Emilia Pardo Bazán- estuvo en los medios de comunicación y podrían, no digo ya haberlas vendido, sino dejarlas para hacer una edición, aunque guarden los originales».

Ambos escritores mantuvieron correspondencia desde 1883 a 1915, «prácticamente la vida entera». De la admiración mutua, pasaron a la amistad, al amor y luego de nuevo a la amistad.

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