Senado

Elogio del hastío

Donde antes las promesas o juramentos a la Constitución se regían de acuerdo a la aburrida formalidad de las reglas y normas preestablecidas, han venido estos buenos chicos (y no tan nuevos, pues siempre han estado en el fragor de la antipolítica) a despertarnos de nuestro letargo y recordarnos que lo constituido ha de ser cuidado, sino reforzado, precisamente de ellos mismos.

Quemado

Quemado

Ya era hora de que, escándalo tras escándalo, un putero de alta gama acostumbrado a mear en los rostros que conforman la base del pueblo fuera expulsado del foro en que se construye la política

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