La tecnología forma parte de nuestro día a día. Vivimos en un mundo en el que podemos, desde cualquier ordenador que tenga acceso a Google, recorrer Odate, la ciudad japonesa donde nació Hachiko, desde la perspectiva (en 360º) de un perro. Un akita, por supuesto. Donde hay científicos trabajando día y noche para poner la Inteligencia Artificial (IA) al servicio del bienestar animal. Donde los smart phones, o teléfonos inteligentes, nos permiten mucho más que llamar y estar conectados a las redes sociales.