El duque de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II, «responde al tratamiento», pero ha sido trasladado a otro hospital de Londres, donde permanecerá ingresado al menos hasta el final de esta semana.
En contexto: Felipe de Edimburgo, que cumplirá cien años el próximo junio, fue hospitalizado en el King Edward VIII hace casi dos semanas como medida de precaución tras sentirse mal en el castillo de Windsor, a las afueras de Londres, donde cumplía con el confinamiento establecido en Inglaterra.
El príncipe Felipe dejó esta mañana en una ambulancia el hospital King Edward VII, en el oeste de la capital, para ser trasladado al céntrico St Bartholomew’s, según un comunicado difundido por el Palacio de Buckingham, residencia de la familia real. Allí, «los médicos seguirán tratándole de una infección, y será sometido a pruebas y observación por un problema cardíaco preexistente», según la nota.
En los últimos años, el marido de Isabel II ha sido tratado de diversas dolencias y hace diez años también fue atendido por una dolencia cardíaca. El hospital Bartholomew está en el centro de Londres y forma parte del Servicio Nacional de Salud (NHS).
El pasado día 20, el príncipe Carlos, heredero de la corona británica, visitó a su padre en el King Edward VIII, el hospital privado utilizado por la familia real. Tras esa visita, el príncipe de Gales regresó inmediatamente a su residencia campestre de Highgrove, en el oeste de Inglaterra.