Kurt Cobain: aproximación al héroe de una generación a través de 9 canciones

Algunos episodios marcaron para siempre la vida de Kurt Cobain, que nació el 20 de febrero de 1967. El primero de ellos fue el descubrimiento de la música a los cuatro años. El segundo, el divorcio de sus padres, que nunca le dedicaron atención, cuando tenía nueve. “Madre. Padre. Quería esa seguridad. Os guardé rencor durante años”, admitió en una entrevista. Tampoco fue Kurt Cobain popular en la escuela, considerado rarito y marica; esto último por ser amigo de un compañero homosexual y tener mejor relación con las mujeres que con los hombres. Desde joven, escuchaba a los Melvins, a los Ramones, a los Beatles, y esa combinación de sonidos –unidos, por supuesto, a la nueva oleada postpunk que enriqueció la música estadounidense– le condujo hasta un pop distorsionado que dio origen a Nirvana, grupo fundado junto a su amigo Krist Novoselic.

Después de un primer disco que comenzó a darles una visibilidad considerable –Bleach (1989)– llegó el icónico Nevermind (1991), que convirtió al trío –ahora con el batería Dave Grohl, que más adelante creó los Foo Fighters– en estrellas internacionales con singles generacionales como Smells Like Teen Spirit, que sigue sonando casi 30 años después en las radios y los bares de noche. El 5 de abril de 1994, superado por la popularidad de su obra, hundido por la adicción a la heroína, Kurt Cobain se suicidó con un disparo de escopeta. Tenía 27 años.

La muerte de Cobain marcó profundamente a sus seguidores y elevó mediáticamente al chico tímido y talentoso a la categoría de héroe. Dijo Dave Grohl sobre él que nunca conoció a otro músico que, con esa facilidad y modestia, tuviera la capacidad para componer tantas canciones magistrales. Su música, por supuesto, sigue inspirando a las bandas de rock contemporáneas y, a modo de aproximación, escogemos unas pocas que nos descubren tanto su evolución artística como su personalidad.

 

Love Buzz (Bleach, 1989)

El primer single de Nirvana fue esta versión de una banda holandesa llamada Shocking Blue, que la compuso en 1969. Cobain la adapta a su sonido. Mantiene su oscuridad , pero lleva la composición un paso más lejos. Salió como sencillo antes que el álbum completo con una tirada de apenas mil copias. Lo que estaba por venir no lo predijo nadie.

 

About a Girl (Bleach, 1989)

La canción sobre un amor que se consume. Qué curioso que Kurt Cobain ocultara, siendo tan joven, la influencia que había tenido sobre él todo el pop sesentero y una banda esencial como los Beatles. De ese poder evocador surgió la composición de este tema, que incluyó en el álbum –¡gracias!– aun con el temor de que fuera rechazado dentro de la escena underground.

 

Smells Like Teen Spirit (Nevermind, 1991)

El salto de banda local a internacional lo dieron con este single. El propio Cobain reconoció que la iluminación le vino escuchando a los Pixies, de los que adaptó el contraste de sonidos, un viaje de ida y vuelta constante entre la suavidad y la dureza. En el proceso creativo participaron también Novoselic y Grohl –recién llegado y más joven (tenía 21 años)–, con una entrada de batería maravillosa.

 

Come As You Are (Nevermind, 1991)

Consolidó la popularidad del primer sencillo del disco y Cobain la imaginó como la más importante. Si no se decantaron por ella como primer single fue por el temor del líder de la banda a que le acusaran de plagiar Eighties, de Killing Joke, que se mosqueó ante su éxito. Las letras también dieron juego –una invitación a la sociedad a ser auténtica y sincera– que más adelante, por aquello de la mención a las armas –“No, no tengo una pistola”–, se reinterpretó por encima de sus posibilidades ante el final trágico de su autor.

 

 

Lithium (Nevermind, 1991)

Aquí comienzan a confirmarse los indicios de un alma derrotada. La historia de un hombre que ha perdido toda esperanza tras una ruptura, pero al que todavía le queda la ayuda divina para alejarlo de la idea de morir. También podría ser la historia de una mente atormentada con problemas de esquizofrenia. Igual que en todo su disco, la canción combina los momentos de tranquilidad con las secciones de mayor intensidad.

 

In Bloom (In Utero, 1993)

La banda se hizo tan grande que sus conciertos ya no eran solo monopolio de la fauna underground, sino que se hicieron transversales. Curiosamente, su música también gustaba entre aquellos que en su día le hicieron la vida imposible a Cobain, entre otros asuntos, por escuchar este tipo de canciones. “Es a él a quien le gustan todas nuestras bellas canciones/ y le gusta cantarlas/… / aunque no sabe lo que significan”. ¿Puede ser la canción más pegadiza de Nirvana?

 

Rape Me (In Utero, 1993)

Cobain se situó en la piel de una víctima de abuso sexual, con las consecuencias sociales y psicológicas que implica este trauma, para escribir una crítica con cuerpo de canción. La aceptación del tema no fue sencilla: muchos criticaron que era una forma de banalización del problema o una vía rápida para provocar la polémica. Cobain, ya vemos, también se enfrentó a los ofendiditos de su época. Fue el segundo sencillo del álbum.

 

All Apologies (In Utero, 1993)

Tenía un sonido más feliz cuando la compuso en 1990. Sin embargo, dos años más tarde le introdujo arreglos oscuros, aun manteniendo su esencia pop. Cobain aseguró que se trata de una canción trabajada en un momento de felicidad y se la dedicó a su esposa Courtney y a su hija Frances. Dicho esto, se hace difícil no encontrar en la pieza cierto sentido de indefensión ante el mundo. “Ojalá fuera como tú/ que te diviertes con facilidad”.

 

Something in the Way (versión de MTV Unplugged in New York, 1994)

Originalmente incluida en el Nevermind a modo de cierre, su interpretación en el unplugged para la MTV es una joya. Grohl cuenta que Cobain siempre le pedía en los directos que fueran suaves sus golpes. Nunca eran lo suficientemente suaves. En el vídeo se le ve empleando sus muslos a modo de percusión. En cualquier caso, Cobain escribió la canción recordando su infancia nómada, siempre entre mudanzas, hijo de una familia desestructurada, vagabundo sin hogar al que volver por las noches. Nadie transmite la tristeza como Kurt Cobain en esta pieza.