Grindr, más allá de una app de citas

Grindr no es ninguna desconocida. Se ha labrado solita la reputación de ser la aplicación de citas más importante entre el público homosexual masculino. Además, fue toda una pionera en su campo, marcando el camino para otras que llegarían más tarde, como Tinder. Creada por Joel Simkhai, Grindr se lanzó al mercado el 25 de marzo de 2009 por Nearby Buddy Finder, LLC. Aunque inicialmente sólo estaba disponible en Estados Unidos, su popularidad le catapultó a la escala global. En 2012, cuatro años después de su lanzamiento, Grindr tenía ya más de cuatro millones de usuarios en 192 países. Hoy cuenta con alrededor de 10 millones. Más allá de su función primera, conectar a hombres alrededor de todo el planeta con ganas de encontrar el amor o simplemente pasar un buen rato, ahora Grindr se ha revelado como una poderosa herramienta social y cultural para el colectivo gay. Por ello, la app lanzada por Joel Simkhai hace ya 9 años, se ha introducido en el mundo de la publicación digital.

Grindr acaba de sacar a la luz Into, un magazine online para su propia comunidad. El contenido de este nuevo medio digital será en parte generado por los usuarios, a los que Grindr anima a enviar sus historias. Into contará además con grandes figuras como los fotógrafos Michael Bailey Gates y Ren Hang. La página actual incluye publicaciones cortas sobre vídeos musicales, una guía para escapar de una mala racha, ideas para cortarse el pelo, o un vídeo sobre cómo vivir como un hombre gay de los años ochenta, por ejemplo.

 

 

Grindr es famosa por promover contactos más promiscuos que otras apps del mercado. De hecho, con el tiempo se han multiplicado las voces que han pedido una aplicación similar -que ofrezca un canal de comunicación para personas que sólo busquen encuentros sexuales- entre otros colectivos, como el lésbico o el heterosexual. A pesar de que esta característica promiscuidad que la envuelve haya tenido mucho que ver con su éxito comercial, desde Grindr quieren descolgarse ese Sambenito. Por ello lanzan Into, según las palabras de su creador a la revista Forbes,  “la gente se conecta con Grindr, pero es más que eso. Into se centra mucho en los viajes, ya que a nuestros usuarios les gusta viajar y salir. Recientemente estuve en Ciudad de México, por ejemplo, y no sabía adónde ir. Muchas de las ofertas actuales no dan información actualizada, y tenemos a millones de usuarios de Grindr que nos piden que averigüemos qué está pasando a su alrededor. Así que Into ayudará a navegar mientras se viaja, ya que compartiremos información sobre viajes relacionados con la vida nocturna, la cultura y dónde pasar el rato”.

 

 

El paso que da Grindr con Into es, ciertamente, en pro de la difusión de la cultura y el ocio más cercanos a su nicho más inmediato. No obstante, es sobre todo una oportunidad de negocio y un ejemplo de cómo un proyecto que sólo buscaba dar alas al ligoteo entre chicos se puede convertir en una plataforma de expresión y libertad para todo un colectivo.