Sentir miedo como Dory o celos como Woody, así puedes trabajar las emociones con tus hijos

‘Dory es valiente’, ‘Un enfado monstruoso’, ‘Un juguete nuevo’, ‘La sonrisa de Olaf’, ‘Judy no se rinde’ y ‘Nada puede salir mal’, son los nombres de los seis libros que conforman esta colección que tratan sobre el miedo, el enfado, los celos, la alegría, la frustración y el optimismo y cómo gestionarlos. «Todas las emociones se tienen que legitimar, pero a los niños hay que enseñarles a gestionarlas», apunta Ibarrola en la rueda de prensa de presentación de la serie literaria en las instalaciones de Walt Disney en Madrid. De esta forma, el director general del área de producto de consumo de Disney, Gonzalo Sanmartin, explica que el proyecto «nace» de la «gran importancia» que ha ido adquiriendo la educación emocional, un ámbito «intrínseco» a la producción de esa marca. Además asegura que estos libros no son sólo para los más pequeños sino también para padres que quieran aprender cómo enseñar a sus hijos a controlar los sentimientos.

«Si pensamos en alguien verde y simpático, ese es Mike Wazoski. […]  Pero a veces se enfada. Como aquel día que intentó responder en clase, pero nadie quiso escucharlo», así comienza ‘Un enfado monstruoso’ a tratar la emoción del enfado. Posteriormente, el libro, acompañado de ilustraciones, cuenta en qué situaciones una persona puede sentir enfado, cómo exteriorizarlo y, lo más importante, cómo gestionar ese sentimiento para volver a sentirte bien. Y es que como apunta el gerente editorial de SM, Gabriel Brandariz, «lo importante es ver la evolución de la emoción, por eso hemos elegido esos personajes, ya que no están anclados en un solo sentimiento». Además, cada libro incluye un texto con recomendaciones para las familias escrito por Ibarrola.

 

La importancia de la educación emocional infantil en las aulas

Brandariz lo tiene claro, «la inteligencia emocional debería ser una asignatura en el aula«. Y es que este tipo de inteligencia, aunque se puede desarrollar a lo largo de nuestra vida, la edad ideal para comenzar a tratarla es a los tres años, ya que como apunta la psicóloga Begoña Ibarrola: «esto es como los idiomas, cuanto antes mejor», ya que los pequeños deben aprender en edad temprana a controlar, por ejemplo, su agresividad y su ira o a identificar cuando están tristes o contentos. Y todo esto se consigue con una educación emocional desde pequeños.

 

De esta forma, según Educapeques, el Portal de Educación Infantil y Primaria, la educación emocional es importante para el niño porque:

• Serán alumnos cognitivamente más eficaces con mayor concentración y con menores interferencias afectivas.

• Será un ingrediente importante en su éxito personal y profesional.

• Aumenta la motivación, la curiosidad y las ganas de aprender.

• Amplía la agudeza y profundidad de la percepción e intuición.