Los dos guiños de la reina Letizia a su suegra Sofía durante su viaje a Dinamarca

La reina Letizia y el rey Felipe se encuentran, de viaje de Estado, en Dinamarca. Los monarcas se trasladaron el pasado lunes 6 de noviembre hasta Copenhague, con honores, donde les recibieron tanto la reina Margarita como el príncipe Federico y la princesa Mary, a pie de pista. Para coger el avión desde el aeropuerto de Madrid, la reina lució un look de lo más cómodo, a la vez que abrigado para las horas de avión.

Se enfundó un abrigo estilo batín, una chaqueta de Hugo Boss en color pistacho y unas botas de tacón. Una vez en tierras danesas, y gracias a un cambio express en el avión, Letizia descendió de la aeronave con un look más sofisticado y renovado. La reina seguía portando su abrigo-batín, aunque esta vez se había puesto un favorecedor vestido rojo y unos zapatos de salón con tacón. Aunque lo que más llamó la atención fueron los pendientes, con forma de paloma dorada que sostienen una piedra en rojo. Una pieza que pertenece al joyero personal de su suegra, la reina Sofía.

Los dos guiños de la reina Letizia con la reina Sofía

Esta no es la primera vez que Letizia decide lucir este complemento. Ya lo hizo durante su paso por Japón en abril de 2017. En esa ocasión, también brilló con sus complementos. Su siguiente parada, en su paso por la ciudad de Copenhague, fue un banquete de Estado en el palacio de Christiansborg en honor a Felipe VI y doña Sofía. Para ese momento, y tal y como dicta protocolo, la reina lució una de sus joyas más preciadas; la tiara Flor de Lis.

Se trata de una de las tiaras favoritas de la reina. La última vez que pudimos ver a la monarca con este accesorio fue durante su viaje de Estado a Suecia en noviembre de 2021. La joya fue creada en 1906 por la firma Ansorena y está hecha en platino y brillantes formando la mencionada Flor de Lis, que representa a los Borbones. Además, volvió a confiar en el que ha sido su diseñador de cabecera durante muchos años, Felipe Varela. Para el banquete, la reina se enfundó un diseño en azul marino con escote redondeado, tirantes anchos y unos bordados de hojas en hilo y cristal.

Como sucedió con su llegada, en este caso también llamaron la atención los pendientes. Para la ocasión, Letizia recuperó, otra vez, del joyero de su suegra unos largos pendientes con zafiros. Además, los combinó con una de las pulseras gemelas de Cartier y un anillo de Coreterno, así como la banda azul celeste de la Orden del Elefante. De esta manera, en estas dos apariciones, la monarca ha querido tener un guiño con su suegra, la reina Sofía, quien no está pasando por un buen momento personal.

El momento complicado por el que pasa la reina Sofía

La reina Sofía protagonizó hace poco más de una semana un delicado momento; se mostraba emocionada durante el nombramiento de Emilio Lora-Tamayo -físico y expresidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas- como Rector Honorario Vitalicio de la Universidad Camilo José Cela. Esto se convirtió en un hecho insólito; no estamos acostumbrados a que una monarca, aunque sea emérita, muestra sus sentimientos en público.

Probablemente, esta situación estuvo provocada por la situación personal que vive Sofía. La reina, quien está muy unida a su hermana Irene, convive con ella desde hace muchos en el Palacio de La Zarzuela. Ahora, se ha conocido que Irene se enfrenta a un grave problema de salud, una enfermedad degenerativa como es el Alzheimer. Un hecho del que se dio cuenta y alertó la propia Sofía. El año tampoco comenzó bien para la monarca, ya que en enero falleció su hermano Constantino, a quien, también, estaba muy unido. La reina pasó largas etapas en la ciudad de Londres junto a su hermano, donde se refugió en sus peores momentos.