Italia se ha proclamado campeona de Europa por segunda vez en su historia, después de imponerse a Inglaterra en los penaltis (1-1; 3-2) en la final de la Eurocopa-2020 disputada este domingo en el estadio de Wembley, ante 67.173 espectadores.
Lo más importante: la ‘Nazionale’, cuyo último título databa del Mundial-2006, se reencontró con la gloria europea 53 años después de la Eurocopa ganada en 1968. Los ‘Three Lions’ se adelantaron en el minuto 2 por medio de Luke Shaw, pero Leonardo Bonucci (67) llevó el partido a la prórroga. Ya desde los once metros las atajadas de Gianluigi Donnarumma dieron el triunfo a la ‘Azzurra’ de Roberto Mancini, que sucede en el palmarés a Portugal.
Ya desde los once metros las dos atajadas de Gianluigi Donnarumma, ante Jadon Sancho y Bukayo Saka, además del disparo al poste de Marcus Rashford, dieron el triunfo a la ‘Azzurra’ de Roberto Mancini, que sucede en el palmarés a Portugal.
Los pupilos de Gareth Southgate, pese a haber disputado seis de sus siete partidos en el torneo sobre el césped de Wembley, se quedaron a las puertas de cerrar una sequía de títulos que se remonta a su único título mundialista, en casa en 1966.
Bajo una lluvia persistente, la final no tardó en ponerse de cara para Inglaterra, cuando los locales montaron una contra iniciada por el propio Shaw, vertebrada por el capitán Harry Kane, y culminada por el propio lateral del Manchester United a centro de su homólogo por la derecha del Atlético de Madrid Kieran Trippier.
La Italia que comenzó el torneo con tres victorias, siete goles a favor y cero en contra, se fue diluyendo con el paso de las rondas eliminatorias, y el peso de Wembley pareció lastrar por momentos a una ‘Azzurra’ que buscaba ganar la segunda Eurocopa de su historia tras la de 1968.
Pero Italia se reencontró con su juego vistoso en el segundo acto y fruto de su voluntad ofensiva llegó el empate, tras una jugara embarullada en el área a la salida de un córner en la que Bonucci logró embocar desde dentro del área pequeña.
Era el segundo gol que recibía Inglaterra en el torneo. El marcador no volvería a moverse hasta los penales, donde Donnarumma dio el triunfo a los suyos y llenó de lágrimas a la afición inglesa.