James Levine denuncia a la Ópera de Nueva York por despedirlo por abusos sexuales
El director musical James Levine, que fue durante décadas el rostro de la Ópera Metropolitana de Londres, ha presentado una demanda contra esta institución tras haber sido despedido por abusos sexuales.
El director musical James Levine, que fue durante décadas el rostro de la Ópera Metropolitana de Nueva York, ha presentado una demanda contra esta institución tras haber sido despedido por abusos sexuales.
Levine reclama a la institución más de cinco millones de dólares por ruptura de contrato y difamación, en una demanda en la que acusa a la ópera de buscar borrar su legado, según informa The New York Times.
“Es chocante que el señor Levine se ha negado a asumir la responsabilidad por sus acciones, y al contrario haya decidido arremeter contra la Ópera Metropolitana con una demanda plagada de mentiras”, ha dicho la abogada de la ópera, Betsy Plevan, en un comunicado.
La demanda, presentada en el Tribunal Supremo del Estado de Nueva York, afirma que el despido de Levine se debe a un esfuerzo por parte del director general de la Ópera Metropolitana, Peter Gelb, “para expulsar a Levine de la Ópera Metropolitana y borrar completamente su legado de la organización”.
Por su parte, la abogada de la institución asegura que “no hay ninguna base para la aseveración del señor Levine de que el Met busca una venganza contra él cuando de hecho el Met lo respaldó durante prolongados y repetidos periodos de enfermedad que lo mantuvieron lejos del podio”.
La Ópera Metropolitana anunció el lunes el despido de Levine tras una investigación de tres meses en la que se encontraron “pruebas creíbles de que Levine tuvo una conducta sexualmente abusiva y acosadora hacia artistas vulnerables sobre los cuales él tenía autoridad, al comenzar sus carreras”.
La institución añadió que el director se negó a cooperar en la investigación y planteó “términos imposibles”, como que los investigadores nombren a los denunciantes, a quienes se les garantizó el anonimato.
Antes de su despido, la Ópera suspendió a Levine, para quien había creado para él una posición como director musical emérito después de que se retirara en 2016 en medio de persistentes problemas de salud.
