Los peligros de hacer el amor: lesiones más frecuentes y posturas arriesgadas

El sexo es una de las actividades más naturales y placenteras de la vida, en eso no hay discusión. Y quizá sea por eso que también es una de las que más nos hacen desinhibirnos y perder un poco el control, lo que lleva a que las lesiones y accidentes sean bastante comunes en la cama (y muchas veces fuera de ella). 

Así lo demuestra la última encuesta de la marca de juguetes sexuales Arcwave, en la que el 42% de los participantes afirman haber sufrido algún tipo de lesión durante el sexo, lo que desde la marca consideran «una señal inequívoca de que debemos abordar este problema y asegurarnos de que los  encuentros sean más seguros y placenteros para todos». 

Desde quemaduras por alfombras hasta fracturas de pene, pasando por simples golpes o magulladuras, los accidentes sexuales pueden acabar convirtiendo una experiencia placentera en una dolorosa en un momento. 

Según esta encuesta, las mujeres son más propensas a sufrir este tipo de percances, con un 47% frente al 33% de los hombres, dentro de aquellos que habían afirmado haber sufrido una lesión en algún momento. 

También son más habituales las lesiones y accidentes entre aquellos con edades comprendidas entre los 25 y los 35 años, que acaparan un 66% del total, lejos de otros grupos de edad. 

Las lesiones más comunes 

Lo más habitual en estos percances sexuales son los golpes y moratones, según esta encuesta, en la que el 33% de aquellos que afirman haber tenido una lesión afirma haber sufrido una de este tipo. 

La siguiente, con un 31%, puede no parecer tan común a todo el mundo, y es que se trata de quemaduras por alfombras. La encuesta no desglosa las respuestas por países o zonas, por lo que puede tener más sentido si hablamos de otros lugares donde las moquetas son populares en los hogares. Aun así, visto lo visto, mejor evitar el sexo sobre alfombras si queremos evitar riesgos innecesarios. 

A esta extraña lesión le siguen las infecciones del tracto urinario, con un 29%, algo que muchas mujeres conocen bien, algo para lo que la educación sexual y la higiene son clave si queremos evitar sufrirlas. 

La falta de forma física o algunas posturas innovadoras pueden jugarnos también una mala pasada. Así, los tirones musculares (25%) y las lesiones de espalda (13%) ocupan también un alto lugar en la lista. En medio se encuentran los desgarros vaginales, con un 18%, y finalmente las reacciones alérgicas, con un 9%. 

La postura del perrito, protagonista de muchos accidentes

La encuesta también indaga sobre las posturas en las que más se produjeron estas lesiones y revela que la conocida como la postura del perrito es la responsable del 42% de estos percances. 

Aunque resulte sorprendente, por ser la más tradicional y aparentemente segura, le sigue la clásica postura del misionero, que causó problemas a casi un tercio de los encuestados, un 32%. Por último, el 10% culpa a la postura del 69. 

Pero no solo en las posturas con penetración hay sorpresas desagradables. Casi la mitad de los hombres participantes en la encuesta, el 48%, afirma haber sufrido lesiones relacionadas con el sexo oral, una cifra que baja hasta el 17% entre las mujeres. 

En cuanto a los lugares donde ocurren estas lesiones, parece que somos poco originales. La mayoría, el 56%, tienen lugar en el dormitorio, seguido de la ducha, con el 23%, y las habitaciones de hotel, con un 20%. El coche también es un lugar bastante elegido para mantener relaciones y que no lo pone fácil, por lo que acapara el 17% de los incidentes. 

Más allá de los más comunes, los más aventureros también mencionan otros como los aseos de un avión o el lugar de trabajo.

Consejos para prevenir las lesiones en la cama 

Aunque algunas de estas lesiones son simples accidentes, muchas pueden prevenirse fácilmente, según explica la sexóloga y colaboradora de Arcwave Ana Lombardía. 

Por ejemplo, para prevenir las infecciones, uno de los problemas más mencionados por los participantes en la encuesta, la higiene es clave, tanto la personal como la de los juguetes sexuales, si los utilizamos. «Asegúrate de que todos tus juguetes sexuales se limpian a fondo después de cada uso, ya sea con un limpiador de juguetes específico o con agua tibia y jabón», dice Lombardía. 

Para evitar rozaduras e incluso desgarros, tanto vaginales como anales, el lubricante es un buen aliado, también si vamos a usar juguetes.

La sexóloga recuerda también la importancia de conocer los límites de cada uno y saber hasta dónde nos apetece llegar. «No todo te tiene que gustar. Es muy importante que te conozcas, te respetes y transmitas estos límites a tu pareja». Y si eres de los que le gusta arriesgar algo más de lo habitual, con prácticas tipo BDSM, tener una palabra clave puede ayudarte a no tener «lesiones físicas, molestias y, sobre todo, no pasar un rato desagradable con una práctica sexual no deseada».