Los alimentos que no debes comer si quieres tener una tarde productiva en el trabajo

Seguro que te ha pasado más de una vez: comes y de pronto te sientes cansadísimo, con ganas de siesta y agotado física y mentalmente como para seguir con tus quehaceres diarios. Lo malo de esto es cuando te ocurre de forma habitual y en tu jornada laboral.

Esta fatiga o comúnmente conocida como modorra, cuyo nombre técnico es somnolencia postprandial, se debe a la disminución de los niveles de energía que experimenta nuestro cuerpo después de comer, y lo mejor es que podemos evitarla si comemos los alimentos correctos.

Obviamente, si nos hinchamos en el almuerzo o tomamos alcohol, nos va a entrar fatiga y trabajar va a ser harto difícil, pero si comemos los platos idóneos, podremos enfrentar la tarde con la mejor de las energías.

Alimentos que debes evitar comer para tener energía por la tarde

Como hemos dicho, la fatiga después de comer es relativamente habitual, y se caracteriza, principalmente, por la caída temporal en los niveles de energía que experimentamos tras el almuerzo. Si bien las causas de la fatiga después de las comidas son múltiples, existen varias estrategias efectivas para mitigar sus efectos, como adoptar hábitos dietéticos conscientes y evitar los alimentos que recogemos a continuación, detallados por los médicos expertos de Health:

1) Hidratos de carbono simples

Para empezar, si queremos seguir teniendo energía por la tarde, debemos evitar consumir carbohidratos simples, que son aquellos que solo están compuestos por uno o dos azúcares, que se digieren rápidamente y tienen un valor nutricional relativamente bajo. Aportan energía rápida y, generalmente, carecen de minerales, fibras o vitamina. Entre ellos encontramos:

• Los dulces, como los pasteles.
• Alimentos con edulcorantes añadidos como azúcar, miel y melaza.
• Granos refinados como arroz blanco, pasta blanca y cereales refinados.

2) Alimentos con triptófano

El triptófano es un aminoácido que puede aumentar la producción de melatonina, la hormona del sueño, por que deberíamos evitar alimentos que lo contengan si no queremos tener una bajada de energía. Algunos son:

• Pavo.
• Pollo.
• Pescado.
• Claras de huevo.
• Leche.
• Semillas de calabaza, de sésamo y de girasol.
• Brotes de soja.

Cómo prevenir el cansancio después de comer

Además de intentar evitar los alimentos previamente mencionados, podemos prevenir el cansancio después de comer y mantener nuestro nivel de energía si adoptamos los siguientes consejos a nuestra rutina:

• Comer cada pocas horas, para así tener el metabolismo actuando rápidamente y para prevenir así las bajadas bruscas de azúcar en sangre, lo que nos puede causar fatiga.
• Practicar una alimentación consciente, prestando atención a las señales de hambre y saciedad, evitando distracciones y saboreando cada bocado para evitar comer en exceso y la fatiga después de las comidas. Es decir, si no tenemos hambre, no tiene sentido acabarnos el plato, ya que ingerir de más nos dará sueño.
• Limitar la ingesta de carbohidratos refinados —como los mencionados anteriormente– e incorporar a nuestra dieta hidratos más complejos, que son aquellos compuestos por cadenas de más de dos azúcares, como las legumbres, las verduras con almidón y los cereales integrales.

• Incorporar alimentos más nutritivos a nuestra dieta, como frutas, verduras, proteínas magras y grasas insaturadas.
• Seguir el truco del orden de las comidas, del que ya te hablamos en THE OBJECTIVE: es decir, primero ingerimos los alimentos ricos en fibra (verduras); luego, las proteínas (carne, pescado…); más tarde, las grasas (pescado graso, legumbres, aguacate, frutos secos…); y, por último, los almidones y azúcares (panes o arroces integrales, fruta…). Esto hará que nuestro nivel de azúcar en sangre no fluctúe demasiado.
• Mantener una correcta hidratación, sobre todo antes y después de comer, ya que esto ayudará a la digestión, favorecerá la absorción de nutrientes y ayudará a mantener los niveles de energía estables.
• Minimizar el consumo de alcohol y cafeína, ya que aunque ambos, al ingerirlos, son estimulantes, más tarde pueden provocar una caída de energía.

Entre otros consejos no relacionados con la alimentación, destacan el hecho de hacer ejercicio físico con regularidad, dormir al menos siete horas por la noche y mejorar nuestro manejo del estrés.

Si siguiendo todos estos consejos nos seguimos sintiendo cansados después de comer, lo suyo sería acudir a nuestro médico de confianza, ya que puede ser una señal de advertencia de que algo va mal.