Los cinco mantras de la filosofía hindú para ser más feliz y tomar las riendas de tu vida

En estos tiempos modernos en los que tenemos de todo, parece que necesitamos más que nunca que nos recuerden cómo ser felices, cómo sentirnos plenos y dichosos. Parece un tema baladí e incluso contradictorio, pero actualmente cada vez son más las personas que andan perdidas, que van como autómatas, sin disfrutar de todo lo que la vida les ofrece.

Quien más quien menos ha pasado por una etapa así en su vida, y en esos momentos lo mejor que podemos hacer es recurrir a lecturas que nos despejen la mente, que nos abran nuevas ventanas de conocimiento. Para estas épocas en las que requerimos de una ayuda externa para sentirnos mejor y, en definitiva más felices, hoy te recomendamos echar mano del libro El gurú: los 12 secretos que iluminarán tu vida (Editorial Alienta), escrito por el multifacético Luis Álvarez, conocido mundialmente por su faceta de emprendedor.

En la obra, Álvarez, que en 2009 recibió el premio al Mejor Emprendedor del año por la Cámara de Comercio de Nueva York, ha reflejado con acierto las bases de filosofía hindú a través de doce mantras. Hoy en THE OBJECTIVE, para que vayas abriendo boca, recogemos los cinco más destacados.

La filosofía hindú a través de cinco mantras para ser más feliz

Como hemos dicho, es inherente a la condición humana hacerse preguntas trascendentales e intentar encontrar sentido a la existencia, sobre todo en aquellas épocas en las que levantarnos cada día se nos hace cuesta arriba.

Luis Álvarez, al igual que muchos de nosotros, buscaba entender de dónde venimos, qué hacemos y hacia dónde nos dirigimos, y se embarcó en la búsqueda de esas respuestas. En este libro, el conocido productor comparte su fascinante viaje por la India, en el que se cruza con un gurú que le muestra las maravillas del país, haciendo que el simple viaje turístico se transformara en un camino hacia la introspección.

Así, el autor da voz al gurú, que nos invita a tomar las riendas de nuestra vida para ser más felices, dejar de sobrevivir y empezar a vivir. Te anima a prestar atención a nuestra alma para encontrar la calma y nos recuerda que la libertad reside en escribir nuestra propia historia.

«Un despertar no es sólo abrir los ojos: el despertar diario es un auténtico milagro. Es como si nuestros párpados fuesen el telón de un teatro que cada mañana se levanta para dar paso a una nueva función, a nuevas historias y, así, poco a poco, construir el guion de nuestra vida; una historia en la que somos protagonistas», asegura Álvarez en la introducción del libro.

«¿Te suena la famosa crisis de los cuarenta? Pues realmente es una crisis que poco tiene que ver con la edad y sí con la identidad. Después de toda una vida trabajando y luchando, porque interpretar tantos papeles agota, te das cuenta de que no tienes ni idea de quién eres y, peor aún, de que la mayoría de las cosas que has hecho en la vida no han servido de nada. (…) Sé que la palabra iluminación da pie a pensar en gente majara, ida o medio loca, pero nada más lejos de la realidad. La iluminación simplemente es dejar de ser quien todos esperan que seas para ser quien realmente eres, así de simple y, a la vez, así de difícil», añade.

«Vivimos en una competición constante, siempre a prueba, intentando ser los mejores para ganar todos los premios posibles, pero, al llegar a la meta, cuando subimos al podio, nos damos cuenta de que realmente nada ni nadie nos está esperando: nos vamos a casa con un trofeo que poco tiene que ver con nosotros».

Primer mantra: sé libre para poder escribir tu propia historia

«Nuestra finalidad, nuestro objetivo, debe ser única y exclusivamente cumplir nuestro propósito, que no es más que convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos que podamos alcanzar en esta vida y asegurarnos de que en ese camino perseguimos el disfrute en todo lo que hagamos», asegura el autor, que añade que «el disfrute no es más que la ausencia de sufrimiento. Seremos capaces de no sufrir si tenemos una mente educada para tal fin, que sepa liberarse completamente de cualquier sufrimiento, tanto interno como externo».

«Ser felices no significa ser feliz siempre o que te pasen cosas buenas todo el tiempo; eso, amigo mío, no existe. La vida no es eso. La vida es un conjunto de emociones de todo tipo, de vivencias y de aprendizajes, y tienes que disfrutar de todas ellas. Vivirás cosas buenas y cosas no tan buenas y todo formará parte de las experiencias que conforman tu camino», apunta.

«Revisa lo que tienes alrededor y fíjate en cuántas cosas haces para no estar solo, por encajar, etcétera. Libera todo lo que no te representa, empieza a ser tú y comenzarás a ser libre. (….) Pero estamos tan centrados en ver lo malo que pasamos por alto lo bueno. Te invito a que le des la vuelta a este concepto y empieces a no prestar atención a lo malo y a prestarle mucha a lo bueno, por muy pequeño que sea».

Segundo mantra: toma las riendas de tu vida

«Todo, absolutamente todo, pasa dentro de ti: el dolor y la gloria; la enfermedad y la salud; el bien y el mal; el disfrute y el sufrimiento; la alegría y la pena. Todas ellas son experiencias que ocurren sólo dentro de ti. (…) Todos los sentimientos están dentro de nosotros y sólo de nosotros depende lo que sentimos en cada momento. Tendemos a buscar fuera los responsables de nuestra alegría y de nuestra tristeza y depositamos ese poder en personas o situaciones que nada tienen que ver con nosotros. Es más fácil decir que estás triste por las palabras, acciones o situaciones que hay a tu alrededor que admitir que tienes la responsabilidad absoluta. Nadie más tiene ese poder, sólo tú. Nadie puede dañarte si tú no le dejas hacerlo y nadie puede enfadarte si tú no quieres, al igual que nadie puede alegrarte si tú no quieres», escribe Álvarez, tras lo aprendido con el gurú.

«La pena es que miramos mucho fuera y poco dentro. ¿Cómo vas a encontrar lo que hay en el interior de una vasija si no miras dentro? ¿Cómo vas a ver lo que hay en el fondo de un baúl si no lo abres? (…) Vamos por la vida ciegos y sordos, mirando cosas sin saber qué vemos y escuchando cosas sin entenderlas. De este modo, cuando la nada te ahoga, no es difícil que uno se pierda, se levante cansado y que no le encuentre sentido a las cosas. Todo está dentro de nosotros: sólo hay que parar, mirar y sentir».

«Siempre que tomes una decisión tienes que pensar que en el futuro contarás lo que estás haciendo en este preciso momento. ¿Cómo será de interesante tu historia? (…) La pregunta trascendental más importante que se tiene que hacer todo ser humano es qué es lo que somos. Ésa es la primera cuestión esencial del ser humano. Este interrogante aviva el resto de las preguntas y también supone el despertar de nuestro ego. Es como dar el golpe a esa primera ficha de un dominó colocado en escalera, de forma que, cuando la primera pieza se derrumba, arrastra en su caída al resto, que van detrás».

«Eres responsable de absolutamente todo lo que te suceda en este mundo. (…) La vida son momentos y cada instante cuenta, pero, tal y como vivimos, vamos pasando por encima de cada uno de ellos, sin sentirlos, sin vivirlos. Estamos demasiado ocupados en llegar no sabemos dónde. No hay ningún sitio al que llegar: la vida es ahora, es esto, no hay más. Es cada momento de tu día a día: tomar un café, caminar, mirar… Cada cosa construye tu vida, no hay que quitar importancia a nada de lo que hacemos, porque lo que hacemos somos nosotros. (…) Una persona inteligente resuelve un problema; una persona sabia lo evita».

Tercer mantra: no debes aceptar las reglas establecidas porque sí

«Emprende tu camino sin pensar que tu trabajo es seguir las pautas de tu padre, tu hermano, tu familia, tus compañeros de universidad… ¡Sé único! Anda tu propio camino en la vida, no el que los demás han diseñado para ti. Sé tú mismo; el resto de los personajes ya están cogidos. (….) Todo lo que pasa fuera realmente está ocurriendo en tu interior: es lo que percibes a través de los sentidos. Cuando intentas buscar fuera la respuesta es que estás analizando la circunstancia desde un punto de vista equivocado. Sólo se puede concebir lo externo desde el interior. La vida pasa dentro de ti», afirma el autor en el libro.

«Si escuchas, si te paras, la vida te guía hacia donde tienes que ir, te dice lo que no funciona y lo que sí. (…) ¿Cuántas veces hemos estado con gente que realmente no nos cae del todo bien? ¿Cuántas relaciones hemos aguantado por no estar solos? ¿Cuántas veces hemos estado con una pareja a la que realmente no queremos o que no nos quiere? ¿Cuántas veces hemos aguantado en un trabajo que nos amarga por miedo a no encontrar otro? ¿Cuántas veces hemos hecho algo porque nos sentimos obligados a hacerlo? Si revisamos nuestra vida, veremos que continuamente hacemos cosas en contra de lo que realmente sentimos y queremos por miedo», sentencia el autor.

Cuarto mantra: deja el pasado donde está

«Dicen que cuando pierdes un tren siempre llega otro, y puede ser verdad con los trenes, pero con las mujeres empiezo a dudarlo. Si pierdes a la mujer de tu vida, empiezo a creer que no viene otra. Hay cosas que llegan a tu vida y, si no las has sabido apreciar, valorar, cuidar y retener, se pierden para siempre. (…) Hablar en presente de algo del pasado, decir que es lo mejor que te ha pasado, es un error. Fue lo mejor en aquel momento, en el pasado, pero no puede serlo ahora. Traerse algo del pasado al presente hace que no dejemos espacio para las cosas que la vida nos ofrece cada día».

«Es difícil ver o coger otro tren si uno no se baja del vagón en el que está. (…) Dice el gurú que hay que estar preparado para las oportunidades que nos llegan, pero pensamos en oportunidades sólo cuando se trata de cosas buenas. Creemos que una oportunidad tiene que ser algo muy bueno que nos pasa, pero no es necesariamente así. (…) La pareja de tu vida es la persona que ahora tienes a tu lado; el trabajo de tu vida es el que tienes ahora; el viaje de tu vida es el que estás haciendo en este momento, y el mejor día de tu vida es hoy, porque es lo que estás viviendo ahora mismo y sin duda es lo mejor de toda tu vida».

Quinto mantra: cuida de ti mismo y revisa tus hábitos

«Para mantener un equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu, debes hacerte un estudio interno que empieza con examinarte bien. Si controlas estos tres aspectos, conseguirás dominar tus comportamientos y te sentirás seguro manejándote en cualquier situación. (…) A la hora de escoger cómo quieres que sea el guion de tu película, tienes que examinarte bien. Debes revisar cómo quieres que sea tu vida y los aspectos de ella que son más importantes: el cuerpo, el espíritu y la mente. (…) Una vez que hayas determinado el equilibrio que quieres mantener entre el cuerpo, la mente y el espíritu, la comida que ingieras es esencial para conseguirlo. En mi caso, decidí tener una mente ligera y abierta a una conexión espiritual con el universo y, para ello, tengo que asegurarme de que mi cuerpo necesita muy poca energía para poder moverse».

«Somos capaces de hacer locuras por los demás (…), pero nos cuesta hacerlas por nosotros. (…) La fuerza de voluntad te hace sentir capaz de todo. Cuidarte te da un poder infinito; es la diferencia entre vivir en una casa de paja, débil al primer viento, o en un enorme castillo. Piensa para qué o para quién haces las cosas y quédate con las que hagas por ti. Si no tienes ninguna, busca y empieza a tener hábitos que te refuercen y que te permitan comenzar a poner las piedras para construir tu castillo».