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Nutrición

De esto depende que tu café diario tenga más o menos cafeína: así puedes saberlo

Aunque varían poco, hay formas de conseguir reducir esta cantidad en función de la elaboración o el tipo de grano

De esto depende que tu café diario tenga más o menos cafeína: así puedes saberlo

Cafetera, café y granos. | ©Freepik.

El café es, sin duda, una de las bebidas más queridas y consumidas en los desayunos de millones de personas. No solo se trata de una forma efectiva de comenzar el día con energía, sino que para muchos también es un ritual que marca el inicio de la jornada con ese chute de cafeína.

Sin embargo, incluso entre los más fanáticos del café, hay quienes prefieren una versión descafeinada. Esta opción está pensada para aquellos que, por motivos de salud o simplemente por gusto, desean evitar el consumo de cafeína. Si bien el café descafeinado sigue ofreciendo el sabor y el placer de una buena taza, no produce los efectos estimulantes que suelen ser el principal atractivo del café convencional.

La cafeína es un estimulante naturalmente presente en el café, actuando sobre nuestro sistema nervioso, ayudando a reducir la fatiga y mejorar el estado de alerta. Sus efectos incluyen un aumento de la energía y una mejora en el rendimiento mental, lo que lo convierte en un gran aliado para quienes necesitan mantenerse concentrados a lo largo del día. Además, algunos estudios han sugerido que la cafeína podría tener beneficios para la memoria y la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Algo de lo que ya te informamos en THE OBJECTIVE.

Pero no todo son ventajas. Un consumo excesivo de cafeína puede llevar a efectos secundarios como insomnio, nerviosismo, taquicardias e incluso problemas digestivos. Para algunas personas, incluso pequeñas cantidades pueden desencadenar estos síntomas, lo que hace que el consumo de café requiera de moderación y cuidado. Por otro lado, la tolerancia a la cafeína varía mucho entre las personas. Algunos pueden beber varias tazas de café sin sentir ningún efecto adverso, mientras que otros con una sola taza ya experimentan nerviosismo o palpitaciones. Algo de lo que también advierte la USDA sobre el café y la cafeína, así como la cantidad media que hay de cafeína en una taza, que oscila entre los 113 y los 246 miligramos.

De qué depende que tu café tenga más cafeína

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En este contexto, una duda frecuente entre los consumidores de café es cómo saber cuánta cafeína contiene su taza. La cantidad de cafeína en el café no es fija, y puede variar enormemente en función de varios factores. Esto significa que no todas las tazas de café contienen la misma cantidad de cafeína. Por eso, conociendo algunos de estos factores, se puede tener más control sobre la cantidad de cafeína que se ingiere diariamente.

La cantidad de cafeína presente en una taza de café depende, en primer lugar, de la variedad del grano. Existen dos principales tipos de café: arábica y robusta. El arábica es más suave y generalmente se asocia con cafés de mayor calidad, pero contiene menos cafeína que el robusta. Este último es conocido por tener un sabor más fuerte y amargo, además de concentrar el doble de cafeína que el arábica. Por lo tanto, si estás buscando un café con más o menos cafeína, el primer factor a tener en cuenta es la variedad del grano. Además, conviene saber que la cereza del café en verde tiene una menor concentración de cafeína.

La cantidad de café que uses también afecta el contenido de cafeína en tu taza. Cuanto más café uses en relación con el agua, más cafeína tendrá la bebida. Este es uno de los factores más directos a la hora de controlar la cantidad. Si te preocupa el exceso, reducir la cantidad de café en relación con el agua puede ser una buena solución. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esto también alterará el sabor y la intensidad de la bebida.

Otro factor que influye es el tipo de molido del café. El café molido más fino, como el utilizado para el espresso, permite una mayor extracción. Principalmente por la mayor superficie de contacto con el agua durante el proceso de preparación. Por otro lado, un molido más grueso, como el utilizado para el café de prensa francesa, no extrae tanta cafeína. Esto significa que, aunque las cantidades de café y agua sean las mismas, el tipo de molido puede alterar la cantidad de cafeína que se disuelve en la bebida final.

Tiempo y temperatura: dos factores fundamentales para controlar la cafeína de un café

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La elaboración, en tiempo y temperatura, influye en la cantidad final. ©Freepik.

Por último, el método de preparación también juega un papel crucial en la cantidad de cafeína que se extrae. El tiempo y la temperatura de extracción son dos elementos fundamentales. Por ejemplo, un café espresso, que se prepara en unos pocos segundos a alta presión, extrae menos cafeína que un café filtrado, que pasa más tiempo en contacto con el agua. Del mismo modo, las infusiones a temperaturas más altas, como las que se emplean en métodos como el café turco, tienden a extraer más que los métodos que utilizan temperaturas más bajas.

En resumen, si lo que buscas es una taza de café con más cafeína, deberías optar por granos de café robusta, un molido más fino, aumentar la cantidad de café que utilizas y utilizar un método de extracción que emplee altas temperaturas y tiempos más largos. Por el contrario, si prefieres reducir la cantidad de cafeína en tu café, puedes optar por café arábica, un molido más grueso, reducir la cantidad de café que usas o decantarte por métodos de preparación rápidos como el espresso.

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