Navalni recibe el alta hospitalaria: ¿cuáles son los planes del opositor ruso?
Maxim Zmeyev | AFP
El líder de la oposición rusa, Alexéi Navalni, ha sido dado de alta este martes tras permanecer 32 días ingresado en la clínica universitaria de la Charité (Berlín). El político se muestra optimista y los médicos recomiendan un «retorno a la vida normal»; pero las incógnitas sobre su envenenamiento y el posible regreso del opositor a Rusia siguen sin despejarse.
En contexto: el pasado 20 de agosto el líder opositor sufrió un colapso durante un vuelo de Siberia a Moscú, lo que forzó un aterrizaje de emergencia en la ciudad de Omsk. Allí recibió tratamiento en un hospital local para después ser trasladado a Berlín, a petición de su familia. Hasta este miércoles, cuando ha recibido el alta, Navalni ha permanecido ingresado en la clínica universitaria berlinesa de la Charité por envenenamiento con un agente nervioso del grupo Novichok. Los médicos que atienden al político ruso se muestran optimistas respecto a su total recuperación «debido a la evolución y el estado actual del paciente».
La portavoz de Navalni, Kira Yarmysh, ha comunicado en Twitter que este permanecerá aún en Alemania, porque «el tratamiento no ha terminado», pero recalcó que los médicos pronostican su «plena mejoría».
Sin embargo, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha afirmado que Navalni es «libre de regresar» a Rusia en cuanto lo desee. «Respecto a su regreso a Moscú, él es libre, al igual que cualquier ciudadano ruso, de retornar en cualquier momento», ha defendido el portavoz presidencial en su rueda de prensa diaria, aunque no ha escondido su desconfianza con respecto a la noticia del alta médica.
«No sabemos cuáles noticias son reales y cuáles falsas. Pero en cualquier caso, si el paciente se está recuperando esto es muy bueno. Le deseamos una recuperación pronta», ha señalado Peskov que, como siempre, evita llamar a Navalni por su nombre.
Por su parte, el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seiber, ha expresado «alivio» por la situación del líder opositor ruso, cuyo traslado a Berlín había organizado la ONG Cinema por Peace, a instancias de la familia y el equipo de Navalni, y autorizado por el Ejecutivo de Angela Merkel.
La fuente gubernamental ha declinado hacer comentario alguno sobre el destino o paradero actual del líder opositor, pero Berlín sigue esperando que el Kremlin aclare el envenenamiento del que Navalni fue víctima. Desde su traslado a la capital alemana, la canciller, Angela Merkel, ha insistido en que Moscú debe esclarecer lo que califica de «intento de asesinato por envenenamiento». Mientras tanto, el gobierno ruso niega cualquier implicación en el suceso.
Hasta ahora, en el entorno de Alexéi Navalni se han seguido diversas pistas: desde el envenenamiento por un té que se tomó en un aeropuerto ruso hasta la posibilidad de que el veneno se encontrara en una botella de agua que el opositor ruso habría consumido en el hotel donde se hospedó, en la ciudad siberiana de Tomsk.
