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España se queda sin el medicamento para la viruela del mono pese a ser líder en contagios

Nuestro país acumula el 20% de los contagios mundiales (3.738), le seguirían Estados Unidos, Reino Unido y Alemania

España se queda sin el medicamento para la viruela del mono pese a ser líder en contagios

EP

España se ha quedado sin tratamientos del antiviral tecovirimat para hacer frente a la viruela del mono en un momento en el que nuestro país lidera los contagios mundiales por el Monkeypox (3.738). Así lo ha confirmado a THE OBJECTIVE el doctor Javier Membrillo, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), que denuncia que, ante esta situación, ahora España hace frente al virus con un número de vacunas «insuficientes» para frenar la enfermedad.

El pasado 2 de junio, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, anunciaba la llegada de «unos pocos» de estos medicamentos –sin especificar cuántos– «como uso compasivo para casos con más riesgo de tener un curso grave de la enfermedad». El antiviral escogido por los expertos fue el Tecovimirat, considerado el más eficaz de los tres existentes y que fue adquirido a través de la Autoridad Europea de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA). Casi dos meses después, España se queda sin él a la espera de una compra centralizada que está realizando la Autoridad de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias de la Unión Europea (HERA, por sus siglas inglés) y deberá hacer frente al virus con un puñado de vacunas que, según los médicos consultados por este periódico, son «escasas», ya que las 5.300 dosis recibidas hasta ahora «son insuficientes» porque no se pueden vacunar a los contactos.

España, líder en contagios de viruela del mono

España falla en salud pública. Con las medidas más restrictivas para frenar la covid, lideró durante semanas la incidencia acumulada en Europa y, ahora, es el país del mundo con más casos de viruela del mono, según las estadísticas que ha comenzado a actualizar diariamente la Organización Mundial de la Salud (OMS) después de declarar la emergencia internacional por esta enfermedad el pasado 23 de julio. Así, con 18.895 casos registrados a fecha del 27 de julio en 75 países, España acumula el 20% mundial (3.738). Le seguirían Estados Unidos (3.480), Reino Unido (2.437), Alemania (2.410) y Francia (1.562). El resto de países no llegarían a las mil personas infectadas.

De esta forma, cabe preguntarse qué está fallando en España para colocarse líder en el ranking mundial de contagios por la viruela del modo. En este sentido, los expertos consultados por THE OBJECTIVE lo tienen claro: ni el rastreo ni el aislamiento de enfermos se está haciendo bien y la vacunas han llegado tarde. «España no se ha tomado en serio esta enfermedad. No se está realizando un buen rastreo de contactos ni un buen aislamiento de enfermos», cuenta a este periódico Joan Carles March, médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, que también hace hincapié en las pocas vacunas recibidas, además de tarde. «Sin duda, si hubiéramos actuado más rápido los riesgos se hubieran minimizado», matiza el también profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública.

Más incidencia, más vacunas

Por edades, la vacuna se recomienda administrar a la población de entre los 18 y 45 años. Según la ficha técnica, el límite de 45 está en relación con el último caso de viruela en 1977, ya que se entiende que los nacidos antes de ese año recibieron la vacuna clásica y están protegidos. No obstante, aunque es evidente que la viruela del mono no tiene la gravedad de la covid-19, los expertos defienden administrar la vacuna a los que han tenido contactos con infectados y a la población de riesgo. Además, señalan que si España tiene más incidencia deberá tener más vacunas y urgen a la Unión Europea a hacer una compra centralizada –igual que ocurrió con el covid–, además de una distribución más rápida, ya que el proceso está siendo más lento de lo que se debería.

Así lo argumenta el doctor Javier Membrillo, que defiende una vacunación en anillo, es decir, por cada caso sospechoso identificado, se deberían localizar a todos los contactos estrechos del paciente y vacunarlos. Sin embargo, en este sentido, también denuncia que en la Comunidad de Madrid, por ejemplo, que comenzó la vacunación contra el Monkeypox la semana del 18 de julio, no están dando citas.

Por su parte, Fernando Moraga-Llop, vicepresidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), advierte de la importancia de administrarlas dentro de los primeros cuatro días de la exposición al contacto, hacerlo después solo disminuye la gravedad de la enfermedad. En definitiva, dice, no se trata de vacunar a toda la población porque no es necesario y en caso de que haya que priorizar por escasez de sueros habrá que seguir las recomendaciones que fijan las autoridades sanitarias.

Estigmatización

Por lo que sabe hasta el momento, para la transmisión de la viruela del mono entre humanos es necesario un contacto estrecho ya que se transmite por fluidos corporales, como la saliva, la mucosa o los fluidos sexuales. No obstante, investigaciones muestran que puede haber transmisión por contacto con objetos que tengan esos fluidos, como toallas o sábanas, y un estudio reciente apunta a la posibilidad de transmisión por aerosoles.

Aunque la viruela del mono no se transmite solo entre hombres, las estadísticas muestras que el grueso de los casos, por encima del 90%, se están dando en hombres que mantienen relaciones con hombres. El riesgo al estigma y la culpa socavan la confianza y la capacidad de responder eficazmente. «Probablemente para no ser estigmatizados, los contagiados no lo han contado tan rápido. Si estigmatizamos no se cuenta, si no se cuenta hay más contagios», señala el doctor Joan Carles March, que también apunta que al ser una enfermedad leve, «no se le ha dado la importancia que merece. La levedad hace minimizar la preocupación», pero lo cierto, hace hincapié el experto, es que «una vez más la crisis nos ha sorprendido y la «zoonosis vuelve a estar aquí».

En este sentido también se pronuncia el portavoz de la SEIMC, que hace hincapié en que hay que conseguir que la gente sea consciente del riesgo en contactos estrechos, fiestas multitudinarias –como la de Canarias– o saunas –como ocurrió en Madrid–. «Falta incidir más en los colectivos que más riesgo tienen, el miedo a la estigmatización para no señalar a ningún colectivo está haciendo que no se dé la información suficiente», argumenta, recalcando que la viruela del mono «no es una enfermedad de transmisión sexual» ya que, en lo concerniente a ellas, «usar el preservativo es una buena forma de prevenir», sin embargo, en el caso de la viruela del mono, «si el virus lo tienes en el pubis, da igual el preservativo».

«España puede ser endémica»

La viruela del mono no ha surgido ahora, lleva décadas circulando por África occidental, sin embargo, en este momento, en solo un mes, el virus ha multiplicado por cinco el número de casos y se han duplicado los países con contagios con 75 países afectados. Por ello es que el pasado 23 de julio, la OMS declaró la viruela del mono emergencia internacional.

Tanto los doctores Membrillo como March ven en la declaración de alerta mundial una decisión «correcta» que ayudará a que los países pongan más interés y usen los recursos disponibles. Sin embargo, mientras que para el portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica «ha llegado cuando tenía que llegar», para el especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, la OMS «se lo debería haber tomado más en serio» porque, en su opinión, «no podemos volver a tener un endemismo en Europa». «Estamos en un mundo donde las zoonosis y las virasis han incrementado las enfermedades infecciosas y podríamos tener un problema en el futuro si no se actúa a tiempo». «España puede ser endémica», concluye el experto.

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