Unos Goya en refundación: itinerantes y a la caza de 3 millones de espectadores

La gala de los premios Goya es, dice el tópico, ‘la fiesta del cine español’. Ya van 37 ediciones desde aquel 17 de marzo de 1987 en el Teatro Lope de Vega de la Gran Vía madrileña en que el gran Fernando Rey ejerció de maestro de ceremonias del evento. En aquella ocasión se consagró como gran vencedora El viaje a ninguna parte.

Esta ceremonia de entrega de galardones de la edición de 2023 tendrá lugar esta noche en el Palacio de Congresos y Exposiciones (Fibes) de Sevilla. Los Goya regresan a la capital andaluza, donde ya se celebraron en 2019, el año en que triunfó por todo lo alto Campeones.  

Cinco años fuera de Madrid

Con esta vuelta a Sevilla, ya son cinco los años consecutivos en los que la gala se organiza fuera de la sede histórica de Madrid. Hasta 2018, todos los Goya habían tenido lugar en la capital de España, en localizaciones como el Palacio de Congresos, el Teatro Real o el Hotel Auditorium. Todas excepto la gala de 1999, que viajó a Barcelona. Los premios no han vuelto a pisar la ciudad condal, pero sí han salido de Madrid en el último lustro. 

En 2019, como ya se ha dicho, fue Sevilla; en 2020, Málaga; en 2021, de nuevo la capital de la Costa del Sol; en 2022, Valencia; y este 2023, Sevilla otra vez. Andalucía se ha convertido en una especie de ‘subdelegación’ de los Goya. Queda por ver, una vez pasada esta noche, si la Academia sigue apostando por este modelo itinerante o si Madrid vuelve a acoger la gala tras este largo paréntesis. 

Para Sevilla, que volvió a postularse con éxito para acoger la gala, los Goya son un negocio rentable. Según un informe municipal posterior al evento de 2019, éste supuso un impacto directo de cinco millones de euros para la ciudad, sobre todo en hoteles, restaurantes, transporte y gastronomía. De manera indirecta, se cifró en 53 millones el impacto promocional para esta capital turística.

Audiencia: a por los tres millones

El coronavirus también pasó factura a los Goya. La gala de 2021, en la que por motivos sanitarios no hubo alfombra roja ni público y los premios se entregaron por videollamada, fue la menos vista en este siglo, con apenas 2,4 millones de espectadores y una cuota de pantalla del 15%. 

Por ponerlo en contexto, la anterior de 2020, celebrada apenas un mes y medio antes del Estado de Alarma, la vieron 3,6 millones de espectadores (26% de share). En general, en los últimos 15 años se ha mantenido, con altas y bajas, en estas cifras. El mejor dato histórico de audiencia corresponde a la gala de 2010, con 4,6 millones, aunque una cuota de 26,4%. 

Tras el batacazo de 2021, el reto es apuntalar la remontada iniciada el año pasado, que, pese al alza, logró unas cifras bastante discretas: 2,7 millones de espectadores y 22,9 de share. Una buena noticia para la Academia de Cine, para la realización de la gala, que corre a cargo de Gestmusic, y para RTVE, sería colocarse por encima de los tres millones de televidentes. 

De la Torre y Lago: vuelve el dúo

Para lograrlo, la Academia ha vuelto a apostar por el formato más habitual de presentación a cargo de dos maestros de ceremonia. Serán los actores Antonio de la Torre y Clara Lago. Dúos y presentadores exclusivos han sido la tónica de estos 37 años de premios Goya. De hecho, haya o no correlación, las galas con muchos presentadores o directamente sin ellos, han arrojado peores resultados. Es el caso de la de 2001 y la que dirigieron Antonio San Juan, Guillermo Toledo y su elenco de Animalario en aquellos Goya del ‘No a la guerra’ de 2003. 

El año pasado la Academia optó por una gala coral sin presentador único, pero este año vuelve a apostar por un formato más clásico y cerrado. Antonio de la Torre, malagueño que ha vivido y trabajado en Sevilla, pondrá la nota local y el saber hacer en una gala que se conoce al dedillo al menos como nominado. Tanto él como Clara Lago debutan a los mandos. 

Los primeros Goya de Méndez-Leite

El director, crítico, programador y gestor Fernando Méndez-Leite cogió el testigo de Mariano Barroso al frente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España el pasado mes de junio. Es el presidente número 17 de la institución desde su fundación el 8 de enero de 1986. Cuenta con Rafael Portela y la actriz Susi Sánchez como vicepresidentes en un gabinete que se ha interpretado como continuista. 

Estos son, por tanto, los primeros Goya de Méndez-Leite, de 78 años, al frente de la Academia. En la presentación de la gala, recordó que un evento de estas características no se circunscribe solo a la noche de autos sino que, como en el caso de Sevilla, llega acompañado de todo tipo de actos y actividades para despertar el «clima cinematográfico en la ciudad».

Más nominados que nunca

La gran novedad en cuanto al formato de estos premios es el incremento de cuatro a cinco nominados en todas las categorías. Hasta la fecha solo el premio a Mejor Película contaba con cinco aspirantes, pero ese sistema se implementa ahora en las 28 categorías. Esto supone un mayor número de nominaciones totales y unas opciones más abiertas. La idea es dar cabida a más profesionales y más corrientes. 

Además de las categorías habituales y del Goya de Honor, que este año recae en Carlos Saura, este 2023 volverá a entregarse el Goya Internacional, una distinción lanzada el año pasado y que galardonó a Cate Blanchett. En esta ocasión será agraciada la actriz francesa Juliette Binoche. 

Ya está aquí la paridad

Desde el ‘estallido’ del MeToo en los Oscar de 2018, replicado en España con proclamas a favor de la inclusión de más mujeres en las listas de nominados, se viene afeando desde sectores feministas la falta efectiva de paridad en los Goya. El año pasado las críticas a los académicos se redoblaron ante una cosecha que veían en exceso masculina, con solo nueve películas dirigidas por mujeres de las 43 que estaban nominadas en las distintas categorías.En cambio, este año sí se puede hablar de paridad o incluso de sorpasso en lo que se refiere a los grandes premios como el de Mejor Película: de las cinco cintas, tres han sido dirigidas por mujeres: Alcarràs (Carla Simón), Cinco lobitos (Alauda Ruiz de Azúa) y La maternal (Pilar Palomero). Dos directoras frente a tres directores compiten por la Mejor Dirección, y tres de cinco por la Mejor Dirección Novel. En el panorama de guión, la paridad se impone.